Aquel juego prometía más diversión y sobre todo, prometía que pudiéramos bebernos la cerveza fría, a mí se me había calentado el bote y casi no bebía porque odiaba la cerveza caliente. Cada vez que tocaba la lata juraría que todos me miraban raro...
- Hacer un trio – dijo para mi asombro Jin. Todos bebimos menos Kwang que al parecer tenía una vida sexual muy interesante.
- Yo miraba de reojo a Hae Young, le había preparado una cerveza vacía al lado para que fingiera beber pasando el líquido de una lata a otra.
- Fumar marihuana – dije yo. Solo bebieron Jimin, Nam y Jin.
- ¿Quién tiene un secreto enorme? – preguntó Nam. Yo miré a Jimin y a Hae Young. No bebí, yo tenía muchos secretos y ellos dos también.
- Estáis enamorados de alguien que está en esta habitación – Jin, Suga, Min Ha, Hae Young y Kwang no bebieron... Jimin y yo nos miramos, pero bebimos. No estábamos enamorados y no lo íbamos a estar, sabíamos poner límites... o eso creíamos.
- Vamos con la última fuerte – dijo Kwang sacando un whisky con varios vasos de plástico largos que llenó a la mitad. Antes de darme cuenta recogió las latas de cerveza. Hae Young estaba acorralada.
- Vamos con la pregunta del millón ¿Quién no ha estado alguna vez en un concierto de BTS? - preguntó divertido Tae. Todos teníamos que beber. Me miraban raro... me bebí de golpe mi vaso y agarré el de Hae Young que estaba a mi lado.
- Caballero negro – dije y cuando me puse el vaso en los labios los siete chicos me gritaron ¡Nooo! Como si aquello estuviera envenenado, a mí se me cayó del susto el vaso al suelo.
- ¿Qué demonios os pasa? – pregunté ya intrigada.
- ¡Estas embarazada, no puedes beber! – gritó para mi asombro un Jimin bastante enfadado ¡What!
- ¿Qué coño dices? – solté sin más y los miré a todos como si se hubieran vuelto locos. Todos me miraban con desaprobación.
- Lo sé, vi el test en la basura de tu baño - confesó Jimin pasándose la mano por el pelo. Kwang estaba flipando, no sabía por dónde venían los tiros.
- ¿Qué demonios hacías en el baño de Hanna? – preguntó un Kwang que empezaba a unir las piezas del puzle que le faltaban- ¿Tú y Hanna? ¿Cómo? – me miró flipando yo me encogí de hombros. Estaba claro que Jimin había visto el test de Hae Young.
- Vamos a ver... creo que esto es mejor que lo hablemos a solas... - dije para no liarla parda – pero que os quede claro a todos que no soy ninguna imprudente, joder, he bebido porque puedo y no estoy embarazada.
- ¿Cómo explicas el test? – preguntó Tae. Siempre tan puntilloso ese chico.
- Creo que eso es algo que no tengo que explicarle a nadie – dije ya comenzando a enfadarme. No estaba dispuesta a un tercer grado ni iba a exponer a Hae Young.
- Es mío – dijo ella para mi asombro y el del resto de personas. Suga la miró con los ojos como platos – le pedí a Hanna que me lo comprara y me lo hice en su habitación, lo siento Hanna por meterte en este lio.
- ¿Qué dices? – preguntó Suga.
- Pues que estoy embarazada, no te quería decir nada hasta que no terminara el concierto – aclaró ella un poco abochornada, al fin y al cabo eran cosas privadas y las estaban aireando en público.
- Estabas bebiendo – acusó JK señalándole.
- No lo estaba haciendo, pasaba cerveza de un bote al otro, truco que le he enseñado yo, dicho sea de paso y es por eso que me iba a beber su vaso de whisky – aclaré.
- Creo que es hora de que cada uno se vaya a su dormitorio... - dijo Kwang que seguía muy sorprendido. Se le veía molesto, se había dado cuenta de que entre Jimin y yo había algo y no le gustaba. Suga seguía en shock y yo me levanté de la cama como una bala dispuesta a marcharme.
Todos fuimos desfilando fuera a nuestras respectivas habitaciones huyendo de la incomodidad del momento. Jimin iba de camino a la suya, pero al pasar por la puerta de la mía que estaba al lado de la de Kwang y después de lanzar un rápido vistazo al pasillo para ver que nadie miraba, le agarré del brazo sorprendiéndolo y lo metí dentro de mi habitación.
- ¿Cómo pudiste pensar que estaba embarazada? – le pregunté sentándome sobre la cama.
- ¿Acaso tú no hubieras pensado lo mismo? – preguntó en respuesta – había un test positivo en la papelera de tu habitación y he de decir que fuimos un poco imprudentes aquel día... - vale tenía razón, era solo sumar dos más dos...
- Pues menos mal que no lo estoy – dije mirando bien su reacción. No mostró ningún cambio en su rostro.
- ¿Quieres que lo retomemos donde nos habíamos quedado? – preguntó acercándose a la cama y mirándome de esa forma que hacía que todos los pelos de mi cuerpo se erizaran.
- Creo que sería una idea magnifica – dicho aquello le agarré y le besé. Él me devolvió el beso con muchas ganas, luego se separó de mí y me quitó la sudadera. Miró mis pechos llenos y vestidos con un precioso sostén de encaje negro mordió su labio y me penetró con la mirada, antes de volver a comerme la boca.
Volvimos a dejarnos llevar como aquel día... fuego y pasión se quedaban cortos, lo nuestro era pura lava, me encantaba tocar y besar todo su cuerpo y adoraba que él le hiciera lo mismo al mío. Intenté por todos los medios no dejarme llevar por el clímax antes de tiempo, pero es que era imposible... a los pocos minutos de estar dentro de mí, me dejé llevar poniéndole mucho más duro. Sus embestidas eran cada vez más rítmicas y fuertes, me encantaba escuchar sus quejidos mientras me lo hacía... aquello era música para mis oídos.
De nuevo perdimos la cuenta de las veces que nos devorábamos... el tiempo pasó tan rápido como aquella noche en Qatar, cuando quisimos darnos cuenta eran las siete de la mañana y alguien estaba llamando a mi puerta. De nuevo recordé poner una sugerencia en el hotel cuando no pude mirar por la mirilla.
- ¿Quién es? – pregunté aclarándome la garganta y poniéndome la sudadera y mis braguitas que estaban en un rincón de la habitación.
- Soy Kwang – contestaron al otro lado – sé que no estás sola, abrirme rápido – miré a Jimin que salió de mi cama poniéndose los pantalones. Se encogió de hombros y me dijo que abriera.
- Buenos días a los dos – dijo Kwang entrando hasta dentro de la habitación y cerrando la puerta.
- ¿Cómo sabias que estaba aquí? – preguntó Jimin. No se había puesto la camiseta y lo miraba con superioridad, Kwang era más mayor que Jimin, pero el Idol era más alto. La testosterona empezaba a ahogarme. Kwang no parecía muy contento.
- Tu habitación da pared con pared con la mía... vaya nochecita – me dijo directamente a mí. Me puse como un tomate y no supe dónde mirar, luego me di cuenta de que solo llevaba puesta la sudadera que me tapaba lo justo y tiré de ella hacia abajo, Jimin se dio cuenta y se colocó delante de mí.
- ¿Qué quieres? – preguntó Jimin directamente.
- Tenías que haber estado hace diez minutos en una reunión, tus compañeros te han cubierto ante los tres mandamases, pero tienes que bajar lo antes posible. Chicos... no estáis siendo nada discretos – nos regañó. Jimin miró el reloj y se echó las manos a la cabeza. Kwang apartó su atención del Idol para mirarme solo a mí – te recuerdo que como yo, has tenido que firmar ciertas cláusulas... esto puede arruinarte la vida – Jimin le miró enfadado, pero también pude ver cierta preocupación en sus ojos.
- Nosotros... yo... - quise explicarme, pero no pude.
- Te cubro hasta fuera – le dijo a Jimin – ven conmigo, prefiero que nos vean salir de aquí a los dos juntos. Jimin esa vez no protestó y le siguió hasta fuera no sin antes darme un beso suave en los labios. Estaba marcando territorio... hombres...
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Encontré una Estrella
FanfictionImaginad que os quedáis atrapadas en una escala en Qatar y conocéis a un chico, el anonimato, el retraso del vuelo y unas copas, hacen que paséis una noche de pasión como nunca antes la habíais tenido. Cuando llegáis a Corea para una entrevista de t...