Después de haber planeado aquella pequeña salida con las peques por Ámsterdam, nuestras sobrinas parecieron aceptar de muy buen agrado, de hecho, según me había contado mi hermana, Nora se había pasado media noche intranquila por aquello.
A mí me hacía mucha ilusión, era una manera de seguir afianzando nuestra relación y quería ver que tan bien congeniaban Nora y Laia después de haberlas visto animando como si fueran las mejores fans que hubiera así que, después de prepararnos ambas en nuestra habitación, decidimos ir cada una en búsqueda de las pequeñas y quedar en el hall del hotel para salir desde allí.
— ¿Estás segura de que no te dejas nada? — le pregunté a Nora agarrando su manita antes de salir de la habitación en la que dejábamos a Lourdes y a María.
— No, lo llevo todo en la mochila — respondió moviéndose para enseñarme aquella mochila azul que llevaba a sus espaldas colgada — Le he hecho un dibujito a Amelia, ¿tú crees que le gustará? — soltó mientras entrábamos ya en el ascensor — La he hecho super guapa, como es ella.
— Vamos a tener que hablar muy seriamente tú y yo sobre lo que te ha entrado ahora con mi novia eh — bromeé — Pero estoy segura de que sí que le va a encantar, más viniendo de ti. Eso sí, acuérdate de que vamos con Laia y de que también es su sobrina, no quieras ser tú una acaparadora.
— ¿Qué es acaparadora, tita? — preguntó algo confusa.
— Nada, tú solo intenta portarte bien.
— Lo prometo — respondió enseñándome su meñique para entrelazarlo con el mío — Voy a portarme genial.
— Ya veremos. — susurré no confiando demasiado en las intenciones de mi sobrina.
El hotel donde se alojaban estaba prácticamente al lado del nuestro, así que en apenas cinco minutos estábamos ya en el hall donde Amelia y Laia nos estaban ya esperando. Nora salió disparada a saludar a la morena y Laia, aunque más tímida, no tardó en acercarse a mí y dejarme un pequeño abrazo, un poco también obligada por su tía.
— ¿Estáis listas? — preguntó la de rizos agarrando la mano de las dos pequeñas.
— ¿Dónde vamos a ir? — se interesó Laia.
— Eso, que mi tita no me ha querido decir nada.
— Vamos a ir a un sitio que yo creo que os va a gustar mucho, pero no seais impacientes, que ya lo iréis viendo.
Amelia y yo nos habíamos estado informando y habíamos encontrado un bosque a veinte minutos andando donde había bastantes actividades y zonas de juego para que las niñas estuviesen entretenidas, así que no nos lo habíamos pensado mucho y nos decantamos por aquella idea para que las pequeñas pudieran disfrutar un poco del aire libre y del buen tiempo que hacía en aquella época.
Al llegar, nos encontramos con un puestecito de bicicletas tandem para poder visitar el lago que había en el centro del bosque, por lo que decidimos alquilarlas y así darle un poco de emoción a la excursión.
— ¡Yo voy con Amelia! — soltó Nora enseguida al encontrarse de frente con las bicicletas.
— Chaquetera — pronuncié yo para mí misma — ¿vienes tú conmigo, Laia? — le pregunté a lo que ella asintió contenta. — Ya verás como llegamos antes que ellas.
—- Bueno, eso ya lo veremos y con calma que no estamos tú y yo para accidentes justo ahora.
— Uy, eso es porque ya sabes que vas a perder — respondí yo acercándome a ella para robarle un beso.
— Ya lo veremos — Amelia me devolvió el beso y dejó una palmada en mi culo antes de que me fuera a ponerme el casco.
— Puaj, qué asco — soltó Nora al vernos — Sois como mami y Lou siempre dándose besos en la boca, ¿tu mami también se da besos con su novia? — le preguntó a Laia.
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Un sueño compartido
FanficLuisita juega en el Perfumerías Avenida y Amelia en el Uni Girona. Más allá del baloncesto, creen que no tienen nada en común, pero, a veces, no todo es como parece. Fic escrito junto con @Improv_ISA