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Aunque disfrutara mucho tener su privacidad y momentos a solas, Jihoon está acostumbrado a tener a personas a su alrededor. Supone que ese es el resultado de crecer con tres hermanos, así que la mayoría de su vida fue parte de un "cuarteto".

Llegó a pensar que después de su "independencia" lamentablemente ya no tendría a otras tres personas cerca suyo todo el tiempo.

Pero al parecer se equivocó.

-¿Qué ustedes no tienen una casa?- Preguntó sin verdadera malicia.

-Que malo eres, y uno que viene a visitarte- Dramatizó Joshua, cruzándose de brazos- ¿Viste, Cheol?

El pelinegro solo negó divertido por la situación.

-De hecho, nuestros vecinos están haciendo remodelaciones y no nos dejan dormir- Explicó Seungcheol, dejando su mochila tirada en el piso mientras se ponía cómodo en el sillón- Así que ustedes serán nuestros nuevos anfitriones temporales.

-¿Y nosotros cuando aceptamos eso?- Preguntó Jeonghan, levantando una ceja mientras pateaba las cosas de su no-invitado.

-¿Nos dejarás a nuestra suerte?

-Pues no, pero...

-¡Entonces será como una pijamada!- Exclamó el mayor.

Realmente a ninguno de los dos le molestaba tenerlos allí, y los otros tenían la suficiente confianza para solo llegar sin aviso.

No podían reclamar nada, ellos son igual.

-¿No estamos un poco grandes para tener pijamadas?- Preguntó con una carcajada.

-¿No es lo que tu y tus hermanos hacen a cada rato?

-...Eso es totalmente diferente.

Pero bueno, una pijamada será.

-¿Y por cuanto se piensan quedar aquí?

-Dos días, nada más- Respondió Joshua como si nada, y casi se ríe nuevamente al ver a su novio copiarle.

-"Nada más", dice...

*******

Desde que se fue a vivir con Jeonghan, ambos se turnan las labores del hogar, especialmente con la comida.

Ese día se levantó sin ganas, pues era su turno de hacer el desayuno, pero se llevó la gran sorpresa que ya todo estaba hecho.

¿Quién lo diría?

-Buenos días- Saludó Joshua con una gran sonrisa- Espero que no les moleste, pero quise hacer el desayuno hoy.

-¿Por qué me molestaría eso?- Preguntó, correspondiendo el gesto y acercándose para ver mejor los esponjosos panqueques que el americano había preparado‐ Oh, se ve delicioso, Hyung.

-¿De verdad?- Inquirió el más alto con una tímida sonrisa, y él asintió efusivamente- Muchas gracias...

Observó en silencio como su amigo servía dos platos, y guardaba el resto para los otros dos que seguían durmiendo.

Se sentaron juntos a la mesa, manteniendo una tranquila plática mientras degustaban la comida. Debía admitir que, aunque no pareciera, Joshua era buen cocinero, y casi lloró cuando de le acabaron sus panqueques.

Al parecer su expresión fue demasiado evidente, a juzgar por la pequeña risilla que soltó el contrario, y como este le ofreció su último panqueque.

-Oh, no Hyung, ese es tuyo- Negó, pero aún así miraba con ojos brillantes y deseosos esa pequeña circunferencia de pan que sabe está deliciosa.

-Insisto, yo ya me llené- Aseguró el pelinegro, acercándole su plato y revolviéndole ligeramente el cabello- Disfrútalo, Jihoonie.

Cuatrillizos Moon [96 line]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora