Capitulo 22

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Poto loco...

David

Al saber que Daren desapareció y que nadie sabe donde está solo me dice que todo salió como lo tenía pensado, ya han pasado 12 horas las cuales solo hemos estado buscándolo por todos lados ahora toca llevar a las chicas a Alaska para resguardar las y no les salpique nada.

Por eso ahora me encuentro con mi Printssesa mi cama durmiendo tranquilamente, ya es pasado de medio día y todavía no despierta pero es normal con la amanecida que se dio.

-¿Qué pasa? – Preguntó incorporándome para quedar igual que ella

-Daren venía donde estábamos nosotras, pero cuando bajó las escaleras se perdió e intente llamarlo, pero su móvil estaba apagado...

-Yo tengo su móvil – Digo comenzando a besar su hombro – me gusta cuando estas en tu faceta de sobreprotectora.

Comienzo a dejar besos por su hombro hasta llegar a sus carnosos labios, pero se aleja y por lo vistos sus recuerdos han llegado a atormentarla. Voy a su lado y sus brazos me rodean mientras la trato de calmar.

Su pasado ha estado atormentándola todos estos años, aunque siga diciendo y comportándose normal, está mal, su vida no es la misma.

Hace lo posible por calmarse y lo logra ya que la muy loca comienza a reír abiertamente, me separó de ella y sus azules están más claros que de costumbre por a ver llorado pero también transmiten tranquilidad.

No como el idiota de su hermano.

Medio sonríe al momento que salta a mis brazos colgándose como un koala haciendo que suelte un jadeo cuando caído a la cama con ella, queda a horcajadas mientras deja besos por mi cuello hasta que sus manos se pierden en mi nuca.

-Podría acostumbrarme a esto – Dice entre besos – Pero...

-Pero nada – la beso – te informo que desde hace años eres mía y pronto viviremos juntos con tal que te dé por follarme todos los días.

-Eres único Smirnov – Dice cuando cuello mis manos bajo mi camiseta.

Como se quedó a dormir conmigo anoche no tiene pijama en casa y ocupo mi camiseta luego que falláramos como locos.

La tomó del rostro haciendo que me mire.

-Te adoro Ahinoa – vuelvo a repetirlo ya que es verdad – tu eres todo para mi, lo único que me queda para seguir con esta vida de mierda que llevo y no lo arruinaré – me mira con sus ojos cristalizados.

Comienzo a besarla exigiendo que me siga el ritmo y como siempre me sigue prendiéndome más. Le quito la camiseta dejándola al descubierto, me apoderó de sus senos como el poseso que soy sin darle tregua cuando arquea la espalda segada por el placer.

Comienza a refregarse en mi creciente erección y el descontrol se hace presente cuando la tomó de sus caderas y la dejó sobre el colchón dejando besos por todo su cuerpo hasta llegar a su abdomen acariciando el pequeño tatuaje que compartimos con nuestras iniciales.

Comienza a moverse desesperada y yo subo dejando vastos besos hasta llegar al valle de sus senos.

Chupo sus endurecidos pezones sacándole gemidos que logra esconder en mi hombro.

Desciendo con mi mano hasta llegar a su entrepierna para palpar su humedad y como lo imagine esta lista para mi, como siempre.

Comienzo a mover dos dedos en su interior haciendo que grite por la presión que ejerzo, trata de bajar mi bóxer, pero no la dejo ya que lo hago yo con desesperación, saco mi creciente erección y me posicionó en su entrada al momento que centra sus ojos en mis labios.

El Demonio A Tus Pies #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora