capitulo 33

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"una diosa"

Daren

Todo fue un juego de Rozov para entretenerme y llevarse toda la mercancía de Máximo y solo un poco de la de David, pero no se quedará así ya que al Boss no se le jode dos veces.

Ya paso un día desde que hizo su jugada y el cual encontramos a Máximo atado y amordazado en el sótano.

Entró a su habitación aporreando la puerta encontrándolo dormido.

- ¡Despierta! – Grito.

Se levanta tomando su arma asustado hasta que me mira.

- ¡Joder! ¿Por qué entras a mi habitación? Es de madrugada – Dice mirando el reloj de al lado.

- ¿Dónde tienes el licor? No tienes una mierda aquí.

-No te aumentare el vicio.

Bufo y salgo husmeando en todos los muebles del lugar hasta que bajo a la cocina encontrando a Katia Petrova limpiando el suelo con el culto en punta.

Saboreo mis labios aún con el alcohol en mi sistema y es que desde que se fue Rozov no he dejado de beber y mi cuerpo ya pesa con todo el líquido en mi sistema.

-Katia – sabor su nombre.

-Señor, lo siento – se pone de pie sin mirarme.

- ¿Ya has follado hoy? – Preguntó y niega - ¿Te tratan mal aquí?

-No señor

Me acerco a ella y comienzo a quitarle la ropa, cuando la tengo desnuda la llevo a la mesa, es una buena sumisa pero no tiene lo que busco.

De todas maneras, me meto entremedio de sus piernas, la cabeza me palpita y solo quiero desestrésame por eso la beso mientras ella enrolla sus piernas en mi cuerpo, bajo mi pantalón dejando mi miembro fuera, comienzo a estimularme mientras ella busca el condón.

Celeste llega a mi cabeza y comienzo a desesperarme, cuando la tengo totalmente desnuda.

Sus ojos verdes mirándome desde abajo mientras su boca estaba alrededor de mi polla.

La mosquito aparece en todos lados, trato de sacarla de mi mente pero no puedo y por eso penetro a Katia sin piedad.

-Señor – Gime por mí atrevimiento.

No es estrecha como Celeste y no ayuda tanto para sacarme un poco las ganas de estos días.

¡Joder! ¿Qué me has hecho?

Niego con la cabeza mientras arremeto con fuerza y rapidez en su interior, clava sus uñas en al momento de correrse.

Lo hago después de algunas envestidas, me quedo quiero en el mismo lugar tomando aire, pero el condón me apretá y salgo de su interior limpiándome de sus residuos, subo mi pantalón yendo al último cajón encontrando una botella de bourbon.

La dejo que termine de vestirse y voy a mi antigua habitación tirándome en la cama.

Estoy consciente que debería estar trabajando en la producción de armas porque tengo una pequeña corazonada que debería quedarme solo con eso y dejar la producción de cocaína.

La cocaína deja ganancias, pero me fascinan más las armas.

Al día siguen la resaca no me abandona y David menos con sus gritos ya que la mercancía que Rozov a sacado del almacén era de el.

-Necesito su ubicación ¡Ya! – brama en dirección a sus hombres.

Se encuentra con un buzo negro y una polera ancha de color gris pero lo que mas destaca es su enojo que lo tiene hasta el tuétano.

El Demonio A Tus Pies #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora