El Demonio A Tus Pies #1

capitulo 32

"Paure"

Celeste

Odio vomitar y más cuando no he comido nada, ya es media noche y no he podido dormir ya que me acostumbre a mi nueva cama que va junto con mi novio.

Todavía no entiendo como Daren no se ha dado cuenta del pequeño bultito que tengo en mi vientre, es chiquito, pero me llena de felicidad, es tan maravilloso sentir que en este pequeñito bultito tengo tres vidas a las cuales todavía no nacen y ya los amo con mi vida.

Doy vueltas para todos lados en la cama encontrando la comodidad en su lado inhalo su aroma y poco a poco voy cayendo rendida en un sueño profundo.

A la mañana siguiente voy al gimnasio y entrenó a mi ritmo y claro que con el debido cuidado, cómo algo para no salir con el estómago vacío y voy a la ducha para ver a mis padres.

Los extraño mucho y me gustaría poder constarles que serán abuelos, pero tengo miedo a que mamá no quiera hablarme más pero más a que papá me diga que lo defraude, eso me dolería mucho porque el para mí lo es todo. Mamá conmigo siempre ha sido reacia nunca he podido entender porque, yo que sepa nunca le he hecho algo al contrario siempre he tratado de tener su aprobación, pero simplemente lo empeoró, pero con papá es todo diferente de él recibió solo amor como él dice yo soy su vida y él es la mía.

Al salir les indico a los hombres donde voy y solo asienten siguiendo mis pasos, ya que la orden fue clara, todo lo que quiera Celeste lo cumplen sin rechistar.

Al llegar a mi antigua casa solo entro ya que todavía guardo la copia, papá se encuentra viendo la televisión cuando entro y al notar mi presencia me sonríe y viene a darme un gran abrazo el cual no dudo en aceptar, le avisa a mamá que estoy aquí y por primera vez me sorprendo que ella tenga la iniciativa de abrazarme, no sé por cuánto estamos abrazados los tres, pero el olor a quemado es notable.

-Mamá, ¿Estabas cocinando algo? – preguntó y ella salta.

- ¡La cena! – Grita y corre a la cocina mientras que papá y yo reímos.

-Cielo, ¿compramos pizza? – Me ha leído la mente.

-Bueno vida – se resigna votando la lasaña a la basura.

Me encanta el amor que se tienen, aunque a veces quieran matarse el uno al otro siempre están demostrando su amor de una manera un poco retorcida, pero lo hacen. Mamá sale de la cocina y me mira de pies a cabeza.

Yo hago lo mismo detallando mi jean azul y blusa blanca.

-Estas un poco más rellena – susurra, pero igual la escucho mientras mis mejillas se encienden.

-últimamente estoy comiendo mucho con las chicas – respondo evadiendo su mirada.

Voy al sofá junto a papá mientras mamá pide la pizza, no sé qué está viendo, pero me quedo pegada viendo el suelo.

- ¿En qué piensa la pequeña de papá? – Pregunta papá, lo miró y este sonríe.

-nada solo en lo mucho que extrañaba estar con ustedes.

-siempre que quieras puedes venir o mejor aún venir a vivir con nosotros nuevamente.

Sonrió tímidamente y luego se concentra en la televisión, mientras yo voy a la pequeña librería y el timbre sueña

-Ya voy yo – decimos mamá y yo

Llego a la entrada y Abro la puerta encontrando al repartidor con la cabeza gacha y la pizza al frente.