capitulo 51

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"verdades"

Celeste

- ¿cásate conmigo?

¡¿que?! Escuche mal.

Tendré que ir a lavar mis oídos.

Todavía sigue con eso.

¿será que si lo dice enserio?

Lo miro y está totalmente serio de por si eso que le inyecto Grigori le hizo otro efecto.

Lo veo girarse y saca una cajita, cierro los ojos con fuerza.

Ahora si lo dice enserio.

-solo es una crema para untar en mi rostro.

¡¡uf, que alivio!!

Los abro y está untando sus dedos en la cajita para luego pasarla por los golpes que tiene.

-no estaba jugando con lo dicho – me dice – lo digo enserio.

- ¿Por qué?

-porque quiero que te cases conmigo...

- ¡¿estás loco!? - pregunto

-si – se limita a decir – por ti.

Sujeta mi rostro con ambas manos quejándose en el proceso por el brusco movimiento y me besa lento, matándome en el proceso.

-solo dime que si – pide cuando se separa.

-estamos muy jóvenes.

- ¿y? No te estoy pidiendo que nos casemos ya – dice mirándome mientras coloca un mechón de mi pelo detrás de mi oreja – antes de casarnos tengo que arreglar muchas cosas, tengo que dejar el camino libre para mis hijos – dice para tocar mi vientre – tengo que dejar el camino libre para mis cuatro herederos.

¿Cuáles cuatro? Solo tengo 3.

Y todavia no nacen.

- ¿Por qué cuatro? - pregunto con mis manos temblorosas.

-mis cuatro hijos – dice tirándose de golpe a su lado.

Me separo de el con brusquedad, mis ojos se escuecen con las ganas de llorar, pero no dejo que me vea así.

¿me engaño?

No, no es posible.

No sería capaz.

Me mira y luego maldice en ruso, lo sé porque lo he escuchado mucho y Maxim está enseñándome su idioma.

Trata de acercarse a mí, pero me alejo, poniéndome de pie sin importarme que este desnuda.

- ¿me engaste? Por eso dices cuatro, porqué dejaste a otra ilusa como yo embarazada – le digo con el nudo en la garganta.

Trata de ponerse de pie y llegar a mi lado, pero lo detengo con la mano.

- ¡NO! - le grito - ¡responde!

- ¡No, no lo hice! ¡maldito Grigori ¿Qué mierda me puso? - dice enojado sujetando su cabeza.

Se tambalea un poco y cae a los pies de la cama, una parte de mi me dice que lo ayude, pero la otra me dice que no porque me traiciono y no me dijo mientras yo seguía haciéndome estúpidas ilusiones.

- ¡RESPONDE DE UNA MALDITA VEZ! - le grito

- ¡joder! No grites que me va a estallar la cabeza – se queja – te lo contare todo, pero no grites.

Guardo silencio esperando a que hable, pero pasan unos largos minutos los cuales el solo se sujeta la cabeza y yo voy por una bata.

-habla – le digo con fingida calma cuando llego con algo que cubra mi cuerpo.

El Demonio A Tus Pies #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora