El Demonio A Tus Pies #1

capitulo 57

"estoy sola"

Daren

Al llegar a la mansión Grigori reviso a Celeste y todo se encuentra bien solo fue un dolor por el peso que está cargando ya que los trillizos están muy grandes y en unos días tienen que nacer o le hará cesaría.

Ian nos asustó.

Ahora ya han pasado dos días desde que ella está en cama, no ha querido moverse de ese lugar porque dice que le pesa mucho y cuando se pone de pie no lo aguanta.

Ian a estado con ella casi todos los días y algo que agradezco ya que asi solo me preocupo de ir a un solo lado, estos días he estado metido en la producción de mi droga y las armas, todavía no voy a ver a los prisioneros pero se que los están tratando muy bien, David se encarga de eso.

Ahora voy a ver a Celeste la cual está durmiendo en la habitación junto a Ian mientras se reproduce la película de Cars, apago la televisión y los voy a tapar.

Salgo despues de dejarles un beso a cada unos y voy directo a los calabozos donde están los dos ministros y comandantes de Cuba y las Bahamas sólo con el pantalón y algunos cortes en el pecho mientras cuelgan del techo.

- ¡Me las pagarás! – Grita Artemis a David.

Veo como David sonríe y vuelve a tirar de las cadenas dejándolo en alto mientras está atado de los pies recibiendo presión en todo su cuerpo con el estiramiento.

-Me gustaría ver eso – Les digo antes que David hable.

Al dejarme ver todos me quedan mirando y algunos de los que están en los calabozos se esconden en la oscuridad.

Si están encerrados es por su bien ya que si salen los perros y tigres los comerán porque ellos duermen aquí cuidándolos.

- ¿Los metemos al río? – Pregunta Grigori

-sería bueno – le digo.

El río está congelado, pero se supone que son militares a ellos los entrenan para todas las circunstancias, pues probemos lo que les han enseñado en la central.

-vamos – les digo

David con una sonrisa comienza a bajar a Artemis y los demás los bajan los vory, al llegar uno de ellos con un hacha quiebra el hielo.

-Encadénalos bien – Les digo.

Los encadenan de pies y manos para luego tirarlos al río, las cadenas seden y comienzan a bajar mientras mis hombres afirman el extremo, una vez llega a su límite de las cuatro cadenas solo dos se mueven mientras que las otras están estáticas, mis hombres ríen con el pasar del tiempo ya que ahora todas están quietas, posiblemente muertos o no.

-sáquenlos – les digo unos minutos después.

Comienzan a tirar las cadenas hasta que sale una cabellera rubia que corresponde a Artemis y la otra de color negro que corresponde al cubano Rafael, el ministro jean junto al otro salen inconscientes.

-Superaron la prueba – Les di sonriendo.

-maldito cabrón – me dice Artemis.

- ¿Así le hablas al Boss? – Preguntó.

- ¿Tenías que hacer todo este teatro? – responde con otra pregunta mientras se pone de pie.

-fue divertido – me encojo de hombros sonriente.

Artemis camina como puede a mi lado y nos saludamos bajo la atenta mirada de todos.

- ¿Se conocen? – Pregunta David