capitulo 26

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"Regalo"

Daren

La mosquito no a llamada ni dejado mensajes y es mejor ya que aun sigo un poco enojado por ir a arriesgarse en el supuesto rescate.

Pero se veía tan sexi.

El que Desmond se fuera del castillo de Máximo me tiene más alerta que nunca y más ahora que quiero traer a mis tigres y perros a la mansión ya que pueden seguir la avioneta y es mejor que nadie esté enterado de donde está ubicada.

Mañana tengo que volver a Londres para poner en marcha el plan, pero antes tengo que ir al castillo ya que David se ha demorado mucho en llegar y no creo mucho que esté trabajando como me escribió, él nunca trabaja a las cuatro de la mañana.

Cuando llego encuentro el portón siendo reparado y más allá hombres y mujeres limpiando el lugar donde yacían los muertos mientras me Abro paso hasta llegar a la puerta del castillo no veo por ningún lado a los hombres de confianza de Máximo, eso quiere decir que no se encuentra.

Al entrar todo está en silencio, voy a la cocina y encuentro a mi antigua sumisa husmeando en el mueble.

-Señor – dice al darse cuenta de mi presencia.

- ¿Por qué llegaste a nuestro lado el día de la fiesta? – preguntó acercándome a ella.

-Quería saludar a mi señor – lo dudo.

La tomó por el cuello aprisiona dólar en la pared.

Algo trama a porque no es de las que va solo a saludar, no lo sabre yo que fui quien la entrenó y ayudo por cinco puntos años.

Solo quiero sexo...

La mosquito me dejó con unas ganas del demonio.

-Arrodíllate – hace lo que pido y comienza a bajar la bragueta del pantalón sonriendo.

Sin pensarlo la detengo antes de que baje el bóxer, quiero sexo, pero no con ella.

- ¿he hecho algo mal, señor? – niego envuelto en el enojo.

-Vete – ordenó, se pone de pie mirando el suelo, pero se va.

¿Qué mierda has hecho conmigo mosquito?

¡Maldita Boginya!

Busco a David, pero no lo encuentro pregunto por el a algunos que andan merodeando por el lugar, pero nadie lo ha visto solo han visto aterrizar mi avión y salir la de Máximo.

No hace falta ser adivino para saber dónde se encuentra, si no fuera porque ahí cosas más importantes lo cuelgo por inepto.

Quiero sexo y por lo visto la maldita mosquito me tiene atado hasta los pies.

-Vamos por el Tigre y luego a Londres – Informó a Grigori.

Salimos en dirección al patio trasero donde están los tigres encerrados ya que si los deja suelto puede quedar sin hombres. Los perros están al aire libre pero amarrados y solo se les acercan cuando les tiran la comida.

Voy al lado de los tigres que comienzan a rugir desesperados por salir, Abro la reja y los tigres más grandes salen rápido corriendo desesperados por el lugar, cierro la puerta rápido ya que los pequeños no obedecen todavía, solo tienen un mes. Son tres tigres de bengala blancos iguales a sus padres.

-kotik – Llamó al Tigre que llega colocando sus patas en mi pecho – Anfisa.

Queda uno a cada lado mientras me dirijo nuevamente a la jaula donde los cachorros comienzan a correr desesperados cuando su madre entra.

El Demonio A Tus Pies #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora