Soobin era un chico común, como otros.
Nació en una familia amorosa, en Ansan, pero a los ocho años se mudó a Seúl.
Él siempre fue un chico medianamente tímido, pero aun así hizo un amigo, este se llama Choi Beomgyu.
Aquel chico era todo lo opuesto a Soobin, pero, aun así, congeniaron muy bien y con el paso del tiempo se volvieron mejores amigos. Tanto así que incluso iban a la misma universidad.
Claro, no a la misma carrera, ya que Beomgyu estudiaba música y Soobin estudiaba educación. Pero aun así el estudiar en el mismo lugar hacia que mantuvieran su amistad.
En el primer año de universidad, aquellos dos amigos se mudaron un departamento más cerca de la institución y decidieron vivir juntos, cosa que los hizo mantenerse más unidos.
Por suerte, ambos se siguieron llevando bien, así que no hubo ningún problema.
Ese mismo año, a finales, Soobin y Beomgyu conocieron a un chico increíble que se llama Taehyun. En si Beomgyu lo conoció primero, pero de ahí se lo presentó a su amigo.
Siendo que tanto Soobin como Taehyun congeniaron estupendamente así que con forme el tiempo pasó, ambos comenzaron una relación.
Lamentable y afortunadamente, Taehyun consiguió una beca en Inglaterra. Obviamente el alfa no se podía negar, así que se tuvo que ir. Aun así, ambos lo conversaron y decidieron mantener su relación a distancia.
Y para sorpresa de varios, está aún seguía funcionando.
Ese día en especial, Soobin regresaba de su última clase en la universidad.
Él iba a ir directo a su casa, para así aprovechar el tiempo y hablar un rato con su novio. Lo de siempre para él.
Solo que, en camino, el omega vio una cafetería que sabía que había abierto como hace un mes en la zona.
Siempre le había intrigado el cómo sería el lugar y por su puesto... Su sabor.
Así que viendo que sí tenía algo de dinero en el bolsillo, pensó en comprar un pequeño postre y luego continuar su camino.
—Buenas tardes... —dijo educadamente al entrar al local
De inmediato vio como una cabellera negra se asomó, así que supuso que era el encargado.
—Buenas tardes, bienvenido... En que lo pued-...
Soobin hizo contacto visual con aquel chico y de inmediato vio como el otro dejó de hablar y se tocó el pecho. Estuvo confundido por un milisegundo hasta que él también empezó a sentir un dolor en el pecho.
Era horrible la sensación, pero sabía de qué se trataba.
Aunque en la actualidad los predestinados ya no se vean mucho, se sabía aún, que cuando dos almas están destinadas a estar juntas. El primer momento en el que se vean a los ojos, sus lobos se reconocerían y harían notar esto con un fuerte dolor en el pecho.
También usualmente cuando esto pasaba, aquellas dos personas debían acercarse, esto más que nada por instinto.
Pero esta vez las cosas fueron distintas.
Sí, sintieron el dolor, pero Yeonjun nunca fue con Soobin y Soobin tampoco fue con él.
¿Porqué?... Un simple y pequeño pero importante factor.
—¡¡Papá!! ¡¡¡Papá!!!
Aquel alfa tenía un hijo.
El dolor duró unos cuantos segundos hasta que Soobin por fin se empezó a sentir mejor.
Débilmente, aquel omega escuchó como aquel alfa calmaba a aquel pequeño que corrió hacía él. Siendo que cuando Soobin por fin se incorporó, vio como el alfa cargaba a su hijo y lo miraba con cierto miedo, curiosidad... Y por supuesto confusión.
Y es que sí, Soobin también estaba confundido.
Su lobo le gritaba que aquel alfa era su predestinado... Pero... ¿Cómo era posible que todo aquello del destino haya funcionado si es que el alfa tenía un hijo?
Siendo que estos usualmente ya tenían una marca compartida con algún omega, haciendo así que su alma ya no esté libre y le pertenezca en unión, a otra persona.
Borrando así el predestino con el alma original.
—Sunoo ya estoy mejor... Papá solo se golpeó... Por eso me estaba quejando...
Escuchó decir por parte de aquel alfa mientras cargaba al niño hasta la mesita donde anteriormente estaba.
Soobin aún confundido y sin saber que hacer, simplemente los miró. Notando así que en el cuello del alfa había una ausencia de marca.
Talvez por eso aún funcionó.
Pensó Soobin, pero aún se le hacía extraño que una pareja con un hijo no tenga una marca.
—Papá mentiroso... Eso no te habría dolido mucho... Además, el señor de ahí también empezó a gritar... —respondió Sunoo esta vez señalando a Soobin
El omega se sonrojó levemente al saber que era notado. Y pudo ver cómo el alfa agarró el brazo del niño e hizo que dejara de señalarlo.
—No se señala Sunoo... Estoy bien, deja tus cosas a un lado... Te voy a traer tu comida
El pequeño niño con un puchero en el rostro obedeció para segundos después ver cómo era dejado en su mesa, una porción de torta de chocolate y un vasito de té.
Sunoo le agradeció a su papá y después de subirse las mangas, comenzó a comer.
Todo esto mientras que Soobin no sabía qué hacer. No sabía si retroceder e irse, o agarrar valor y acercarse.
Tenía miedo y sentía como sus manos habían comenzado a temblar.
Pero, aun así, decidió hacer algo y no quedarse con las dudas. Así que valientemente se acercó hasta el alfa y con cierto miedo le tocó el hombro.
—P-podemos hablar?... En p-privado...
Soobin notó como Yeonjun retuvo un gruñido, seguro lo quería mandar a la mierda.
Pero para su sorpresa, al verlo incorporarse. Este mismo asintió.
—Claro... Sígueme...
Holaa, tercer capítulo aquí.
Lo escribo y publico temprano porque no se si después tenga tiempo. Así que bueno, aquí está.
Espero les haya gustado y que comenten.
Realmente amo leer y contestar comentarios. Así que pls, comenten.
Pero bueno, en fin... No hay mucho que decir hoy... Así que me despido, bys...
(☞ ᐛ )☞
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Segunda Oportunidad | »»Yeonbin«« | »»Omegaverse««
RandomCuando Soobin ingresó a esa cafetería, pensaba que solo comería un pequeño postre y luego iría a su departamento para llamar a su novio y hablar con él toda la tarde sobre como había ido su día. No esperaba que al ingresar se encontraría son su pre...