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Capítulo 84

Era increíble para Soobin ver que, con tan solo conversar con su mejor amigo, las cosas entre ellos parecían que comenzarían a mejorar. Definitivamente había sido un idiota por no haber abordado correctamente la situación con Beomgyu antes de que todo se fuese a la mierda, pero ya no había vuelta atrás y debía asumir la responsabilidad de sus acciones. Y esto último no solo se aplicaba con su amigo, sino que también con su novio, al cual no había visto desde hace unas cuantas horas atrás.

Ya que después de que Yeonjun terminó de escucharlo, este comenzó a sentirse raro... No sabía ni siquiera si estaba enojado o incómodo.

¿Tenía derecho a estar enojado?

Yeonjun no sabía cómo se sentía, pero sabía que necesitaba pensar y ordenar todas sus ideas. Por ello, sin querer decir algo que pudiese lastimar a su omega, decidió alejarse un momento e irse a otro rincón del hospital, donde se sentó en una de las bancas que encontró por ahí y se puso sus audífonos, dispuesto a ignorar a todo el mundo.

Pensaba que tal vez si se dejaba llevar por la música, su mente dejaría de darle vueltas, pero para su disgusto no fue así. Lo que Soobin le había contado, la historia de cómo había conocido a Beomgyu y, sobre todo, cómo había comenzado a salir con Taehyun por envidia, lo había dejado perplejo. El amor, para él, siempre había sido algo sagrado, especialmente después de la pérdida de su anterior omega. Así que escuchar lo que su novio había hecho, lo hacía sentir inseguro.

De momentos sentía que exageraba, no era su problema después de todo... Pero después pensaba que si Soobin le pudo hacer algo así a una de las personas más importantes de su vida... ¿Qué debía esperar que le sucediese?

Su cabeza definitivamente era un laberinto, y por mucho que quería poner en práctica uno de los tantos ejercicios que había aprendido en una de sus clases, la inseguridad que le generaba toda la situación se lo impedía.

Se sentía no solo confundido, sino que también desconcentrado... Siendo que esto último se lo confirmó Taehyun, quien al parecer había llegado hace quién sabe cuánto y del que no se hubiese dado cuenta si es que dicho alfa no interrumpía sus pensamientos tocándole el hombro.

—¿Yeonjun?... ¿Qué haces aquí?

Buena pregunta... ¿Qué hacía ahí?... Se suponía que se había alejado para poder organizar todos sus pensamientos, pero nada parecía querer ordenarse.

—No lo sé... ¿Y tú?... ¿Qué haces aquí? —preguntó Yeonjun alzando un poco la cabeza para ver al contrario.

Cosa que Taehyun aprovechó y señaló una máquina expendedora cerca de ellos.

—Le pregunté al doctor si Beomgyu podía comer galletas y me dijo que sí, así que vine a comprarle unas... Y bueno, cuando pasaba te vi...

—Mm...

Yeonjun asintió y luego volvió a agachar la cabeza, para después soltar una ligera risa nasal.

—A Beomgyu lo operaron... Si sabes que lo que te dijo antes, no vale tanto porque estaba enfermo... ¿Verdad?...

Un silencio se instaló en dicho lugar hasta que Yeonjun se dio cuenta de lo que acababa de decir, asi que, rápidamente se quitó los audífonos y alzó la cabeza para comenzar a negar con esta.

—No... Mierda... Ignora lo que dije... Perdón... Es solo que estoy molest-...

—Tranquilo, Yeonjun... —dijo Taehyun para después suspirar y sentarse a su lado, pues era obvio que la conversación duraría al menos unos cuantos minutos más y no creía que en ese tiempo recibiría alguna invitación para sentarse por parte del otro alfa—. Supongo que debemos hablar...