Capítulo 81

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Soobin no podía más con la preocupación.

Probablemente llevaba más de diez minutos golpeando la puerta de su mejor amigo y no recibía respuesta alguna.

Ya le dolían las manos, los brazos y las piernas... Y la sangre que se manchaba en dicha puerta le indicaban que seguramente se había hecho más de una herida, pero aquellos malestares no le importaban... En su desesperación no había lugar para él y su integridad.

Pues no podía detenerse, ya que, aunque sabía que Beomgyu se encontraba enojado con él, también sabía que, a pesar de tener esos sentimientos, su amigo jamás le haría pasar por tanto miedo y ya le hubiese contestado, aunque sea para mandarlo a la mierda.

Así que para él era más que obvio que del otro lado de la puerta, su roomie se encontraba inconsciente... Y eso mismo lo desesperaba de sobremanera, pues tan solo recordar que la última vez que Beomgyu estuvo así, terminó cayendo en coma por medio año... Lo asustaba en demasía.

No quería volver a perder a su mejor amigo.

Por ello, una vez Soobin se dio cuenta de que no estaba logrando nada con golpear erráticamente la puerta de la habitación de Beomgyu, se obligó a calmarse y centrarse en buscar una manera eficiente para ayudarlo. No tenía una copia de la llave de la habitación de su amigo y tampoco tenía a nadie en quien acudir, pues Yeonjun estaba en el trabajo, Hyunjin probablemente ya se había ido, Bahiyyih aún estaba delicada de salud y la hermana mayor de esta aún le seguía dando miedo.

Así que la única solución que se le ocurría era forzar el cerrojo, por ende, empezó a caminar por su departamento buscando algo que lo ayudase, pero nada se veía útil... O eso creyó hasta que ingresó a la cocina y su vista se posó en la tostadora que hace poco había comprado.

Aunque a Soobin ese último detalle no le importó y rápidamente agarró el aparato para posteriormente llevárselo a la entrada de la habitación de Beomgyu, lugar donde de inmediato empezó a golpear la manija hasta que, por fin, luego de unos cuantos minutos, la rompió.

—¡Beomgyu!... —gritó

Pero no obtuvo respuesta alguna, dándole a entender a Soobin que estaba en lo cierto al suponer que su amigo estaba inconsciente. Cosa que terminó de comprobar cuando, después de dejar a un lado la destrozada tostadora, ingresó a la habitación y se acercó a Beomgyu.

No mentiría, lo intentó despertar moviéndolo un poco, pero su amigo parecía un muñeco de trapo que solo se quedaba frío e inerte. Y por supuesto, esto mismo causó que las lágrimas comenzarán a caer nuevamente por el rostro de Soobin, viniendo junto a ellas unos grandes sentimientos de tristeza y terror.

Otra vez Beomgyu estaba mal... Y todo era su culpa.

Soobin entre sollozos y arrepentimientos abrazó el cuerpo de su amigo por unos segundos, mismos en los que descargó todas sus emociones hasta que se dio cuenta que no podía seguir perdiendo el tiempo, ya que por mucho que se sintiese mal, sus sentimientos no importaban... Al menos no en ese momento.

Por ello, después de tomar un poco de aire y aspirar un poco del aroma de su amigo, se levantó y decidido cargó el cuerpo de Beomgyu. Debía llevarlo al hospital así que, de manera ágil pero a la vez también de una manera cuidadosa, Soobin lo llevó del departamento a la calle y de la calle al hospital.

Ni siquiera se había puesto sus zapatos, pero no le tomó importancia a ese detalle hasta que llegó a emergencias cuando por no fijarse bien pisó mal un escalón haciendo que perdiese el equilibrio... Con Beomgyu en brazos.

Aquello lo asustó y como pudo solo buscó proteger la cabeza de su amigo para que el impacto al caer no lo lastimase más, pero por suerte ninguno de los dos cayó pues antes alguien más los atrapó.

Segunda Oportunidad | »»Yeonbin«« | »»Omegaverse««Donde viven las historias. Descúbrelo ahora