Capítulo 8; Mal humor al fuego vivo

84 14 0
                                    

— No, tiene que ser circular.

— ¿Así?

— Dios no, circular, sobre tu cabeza.

— ¡Eso estoy haciendo!

— ¡Eso es un infinito, Sirius, tiene que ser un puto circulo!

Sirius volvió a intentarlo. Sacudió su varita sobre su cabeza y se concentró. Remus soltó un aullido al ver como la muñeca del chico volvía a trazar el movimiento equivocado, se dejó caer sobre su cama y enterró el rostro en su almohada con frustración.

Llevaban varios días intentando aprender hechizos para generar tormentas, Sirius había sido quien más cerca había estado de conseguirlo por lo que se había puesto más presión para lograrlo. Remus era quien más sabía de la teoría, James no tenía absolutamente idea de nada sólo del resultado y Peter era quien estaba allí para animar a Sirius cuando estaba por rendirse. Los hechizos de clima eran un tema complejo, incluso varios hechiceros mayores de edad tenían problemas para lograrlos, Sirius había estado seguro que tardaría máximo dos días en generar una tormenta pero, hasta ahora, lo máximo que había logrado era hacer que tres gotas cayeran sobre su cabeza.

— Ya casi lo tienes —, le anima Peter, Sirius le apuntó con la varita.

— Aprende un poco de Pete, Remus —, gruñe de mala ganas, Remus gimoteó contra la almohada en respuesta.

— Creo que tendremos que abstenernos a los ventiladores —, resopla James quien estaba haciendo la tarea de los tres chicos de Defensa Contra Las Artes Oscuras, se ajustó las gafas y vio como Sirius se dejaba caer junto a Peter en su cama quien le dio unas palmadas en el hombro para reconfortarlo.

— Igualmente necesitaremos aprender un hechizo de amplitud —, suspira Remus pasándose las manos por el cabello —. Los ventiladores no tienen la potencia para lo que los necesitamos.

También había que tener en cuenta que el contacto de Sirius aún no respondía la carta que le había enviado, Sirius les había indicado que mantuvieran la calma y que no se preocuparan pero los chicos lo veían mirando a las lechuzas fijamente todas las mañanas a la espera de que una le entregara una carta en respuesta.

—Tenemos trabajo por delante, ¿no? —, gimotea Sirius deslizándose de la cama de Peter dramáticamente hasta terminar tendido en el suelo.

Remus estaba acostumbrándose a sus compañeros de cuarto, incluso podía decir que estaba comenzando a apreciarlos. Al principio, Sirius le había repelido, era muy ególatra y parecía querer involucrarse en absolutamente todo, Peter le había parecido un cobarde con problemas de apego emocional y James... James estaba bien, un poco obsesionado con el Quidditch pero bien. Ahora que llevaban cuatro semanas conviviendo, los arrebatos dramáticos de Sirius le parecían graciosos, el tímido Peter resultó ser el apoyo emocional de los otros chicos y James... James seguía estando bien y, claro, seguía obsesionado al Quidditch.

No había hecho más amigos aparte de los tres chicos, esto debido a que hacían todo juntos. Dormían juntos, comían juntos, se sentaban juntos, caminaban juntos, estudiaban juntos. A Remus le abrumaba un poco la dependencia que habían desarrollado entre ellos, no quería simplemente encerrarse en un grupo y no tener tiempo para sus propias cosas pero le aliviaba tener amigos, jamás pensó que conseguiría un grupo tan rápido, además, se había topado con chicos de primer año quienes aún se sentaban solos al desayuno, si no hubiera sido por Peter, Remus probablemente también estaría solo ahora.

Las cicatrices de Remus habían despertado la curiosidad de la gente, especialmente de sus amigos. Remus siguió los consejos de Dumbledore y les comentó que se trataba de diversas criaturas mágicas con las que se relacionaba por el trabajo de su padre, para su suerte, su padre era un nombre reconocido entre la comunidad magia por su puesto en el Ministerio, además Remus tenía suficiente conocimiento sobre criaturas mágicas como para mencionar tantos nombres como se le vinieran a la cabeza que le daban credibilidad a su historia. Pero ahora sus preocupaciones estaban a flor de piel con la luna llena tan cerca.

La Luna Asesina; WolfstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora