Capítulo 82; La Delgada Línea entre la Amistad y el Amor

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Fumar hierba, se había percatado Remus, no era una experiencia tan alocada como pensaba que sería. Cuando escuchaba a esas estrellas de rock o a los mismos chicos de su barrio hablando sobre los porros, una imagen muy marcada había quedado en su cabeza sobre lo que la droga era. Esperaba, tal vez, tener alucinaciones, perder la consciencia o volverse completamente desquiciado pero, en su lugar, allí estaba un par de minutos después caminando por los pasillos con una enorme sonrisa en su cara mientras cantaba "Your Song" de Elton John suavemente mientras veía a Sirius bailar al compás por el pasillo mientras tarareaba una melodía intentando seguirle el ritmo a una canción que jamás había escuchado en su vida. Era cierto que jamás se había percatado de muchas cosas en el castillo, como de las figuras que formaba la luz por los arcos en el suelo de baldosas o en lo graciosas que se veían las grietas entre los ladrillos. Nada parecía tener mucha importancia tampoco, no las elecciones políticas, o su madre o su cadera o Regulus, lo único que estaba sucediendo en ese momento era Sirius y él en ese pasillo, y todo estaba sucediendo muy lento ante sus ojos, como si Sirius bailara en un cuerpo de agua, casi podía ver el reflejo del mar sobre su piel de porcelana.

So excuse me forgetting, but these things I do
You see, I've forgotten if they're green or they're blue
Anyway the thing is what I really mean
Yours are the sweetest eyes I've ever seen

— Había olvidado que que sabes cantar —, soltó Sirius arrastrándose por el campo escaleras abajo, Remus sólo sonrió y siguió cantando suavemente, Sirius caminó de espaldas hacia él escuchándolo casi como si fuera una conversación. Y, de una u otra forma, esto hizo que Remus se sintiera más seguro para cantar con un poco más de emoción haciendo que Sirius soltara un pequeño grito de alegría antes de dejarse caer de espaldas sobre el césped pese a que ahora iban en busca de James para alistarse para la cena, Remus hizo lo mismo.

And you can tell everybody this is your song
It may be quite simple, but now that it's done
I hope you don't mind
I hope you don't mind that I put down in words
How wonderful life is while you're in the world

— ¿De quién es esa canción? —, preguntó Sirius cuando Remus terminó de cantar para cerrar los ojos ante una fría brisa. Remus se relamió los labios.

— Elton John —, respondió suavemente en apenas un murmuro, concentrado en los puntos oscuros en sus párpados anaranjados por la luz solar que penetraba su piel.

— Sabes mucho de música —, respondió Sirius volteándose para mirar su perfil contorneado por la luz —. Me gustaría saber tanto de algo.

— Tu sabes mucho, Sirius, mucho de todo —, replicó Remus arrugando su nariz —. Yo no sé una mierda comparado contigo, por eso somos tan cercanos, somos como... dos mitades completamente opuestas de un mismo algo.

— ¿Un mismo algo? —, rio sin poder evitarlo, Remus asintió, Sirius alzó las cejas y se volteó a mirar el cielo —. Ya hemos hablado de esto... en el bosque.

— Ajá —, asintió Remus recordando una conversación muy similar un tiempo atrás aunque parecía como un sueño difuso, como si los años hubieran pasado extremadamente rápido y estuviera viendo todo a través de una difusa neblina —. Bueno, sigue siendo así, ¿no? ¿Después de todo?

Esa pregunta hizo que Sirius exhalara el aire de sus pulmones en un suspiro cansado antes de incorporarse sobre su costado obligando a Remus a abrir los ojos y mirarle. Los ojos azules de Sirius se veían grises a la luz, casi blancos, a penas tenían un poco de color cerca de sus pestañas superiores, era casi espectrales. En realidad, Sirius tenía una belleza sumamente inquietante, era algo en lo que Remus pensaba muy a menudo. En comparación a Benjy o James, la belleza de Sirius era fría, como la de una escultura de mármol o una cascada espumosa. No podía decir que Sirius era alguien visualmente femenino, tenía una mandíbula pronunciada y una barbilla cuadrada, en general, sus facciones eran bastante puntiagudas y Remus realmente lo envidiaba, sus propias facciones eran menos pronunciadas y más alargadas pero Sirius, a diferencia de Remus, tenía algo poco usual en él, podía entender porqué todas las chicas se sentían tan profundamente atraídas hacia él, era esa hegemonía misteriosa como de un forastero en medio de un bosque oscuro. Le recordaba a Billy Idol en ese récord que tenía de pequeño, el mismo aire despreocupado e inquietante. 

La Luna Asesina; WolfstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora