La Luna Asesina; Wolfstar

Capítulo 16; Navidad y regreso a casa

Día de Navidad

— ¡Despierten! —, exclamó Peter saltando en la cama.

Los gritos de Peter lograron que los otros tres chicos abrieran los ojos aún adormilados pero todo el sueño desapareció cuando vieron pequeños copos de nieve cayendo desde el techo de su fuerte de sábanas sobre sus cabezas. Soltaron una exclamación y se levantaron inmediatamente con enormes sonrisas en el rostro. Pese a que había nevando en la habitación y estaban los cuatro chicos cubiertos de nieve hasta por el interior de sus pijamas, no hacía frío, para nada, de hecho, la nieve se sentía temperatura ambiente. Fue cosa de segundos para que una bola de nieve volara por los aires y aterrizara directamente contra la cabeza de Peter, cuando el chico se volteó vio a James con una sonrisa malvada en el rostro mientras formaba una nueva bola de nieve en sus manos.

Una guerra de bolas de nieve comenzó en la habitación, como ya era costumbre Peter y Remus hicieron equipo contra los otros dos quienes se refugiaron tras su cama. Euphemia y Fleamont Potter miraban todo desde la puerta abrazados con grandes sonrisas en el rostro. Había sido idea de Fleamont la de hacer nevar en la habitación de los chicos la mañana de Navidad para compensar la lluvia que se oía en el exterior, Euphemia había pensado que era una idea increíble y accedió inmediatamente.

La guerra pronto acabó en lo que pareció un empate y terminaron dedicándose a crear figuras con nieve sobre las camas. James y Sirius se unieron para crear un horrible monstruo que según ellos era la Señora Norris, la gata de Filch, el vigilante de Hogwarts y la mayor enemiga de todo el castillo. Peter y Remus decidieron crear una lechuza de nieve que no era mucho más atractiva que la Señora Norris de James y Sirius pero no les importó.

Cuando se aburrieron de la nieve bajaron a beber chocolate caliente y a comer galletas de jengibre junto a los padres de James quienes eran gente muy agradable, Fleamont Potter inmediatamente se llevó con los chicos al tener él mismo alma de niño como los amigos de su hijo. Al terminar, Fleamont les enseño su pequeña colección de objetos muggles que guardaba en su despacho, Peter y Sirius estaban impresionados  y le preguntaban por cada pequeña cosa que veían, cuando Fleamont les mostró una radio y les explicó que con eso los muggles se comunicaban con los animales Remus tuvo que morderse la lengua para no decirle que no servía para eso, decidió que sería mejor simplemente observar y asentir con la cabeza, no quería avergonzar al padre de James en su propia casa, menos en Navidad.

Cuando terminaron de observar la colección volvieron a la sala y jugaron una partida de ajedrez en pareja, esta vez James y Remus trabajaron juntos contra Sirius y Peter, tanto James como Peter se tomaban el ajedrez muy en serio, mientras ellos jugaban, Sirius y Remus se divertían intentando sabotearse el uno al otro cambiando las fichas de lugar un dándole una patada al tablero por "accidente" y, pese a estar en equipos separados, ambos intercambian sonrisas cómplices al ver como arruinaban la partida para sus equipos.

El resto de la tarde se pasó extremadamente rápido, en un momento decidieron salir a jugar a la lluvia pese a las insistencias de Remus de quedarse dentro junto a la chimenea, el chico fue arrastrado igualmente al exterior aunque no antes sin abrigarse con tres chaquetas que James le prestó y coger un paraguas. Mientras sus amigos daban vueltas en la lluvia como unos locos, Remus los observaba resguardado de la lluvia temblando de frío. En un descuido James terminó sacando sus escobas voladoras y dieron un par de vueltas bajo la lluvia hasta que el frío los consumió y tuvieron que entrar corriendo a la casa, Remus era quien más feliz estaba de volver junto a la chimenea y fue imposible separarlo de ella por el resto del día.

— Iré a terminar mi budín de vainilla, quédense aquí para pasar el frío, ya vuelvo —, dice James levantándose de la alfombra aún con su cabello húmedo, Peter se levantó inmediatamente detrás de él.