Capítulo 58; Divorcio se Divide en Dos Partes

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— ¿Ya te sientes mejor, Rem...? ¡¿Sirius?! —, chilló Peter al notar al tímido chico de rostro cansado apareciendo por sobre el hombro de su amigo. James, en cuánto escuchó aquél nombre, corrió inmediatamente hasta el agujero del retrato y ni siquiera se detuvo cuando alcanzó a su amigo, directamente lo embistió con todo su cuerpo y lo rodeó con sus brazos impidiendo que ambos cayeran de bruces al suelo.

Luego de ese encuentro en la enfermería y la siesta de Remus, Sirius volvió a explicarle absolutamente toda la historia de nuevo (esta vez, evitando todos los detalles sentimentales que lo avergonzaban lo suficiente como para ni siquiera volver a pensar en ellos). Remus, por mucho que intentó ahorrarse el reproche, no pudo evitar aconsejarla que fuera más amable con Peter, consejo que le había dado tantas veces anteriormente que ya comenzaba a ser reiterativo pero Sirius lo aceptaba cada vez porque sabía que tenía razón, debía intentar ser menos volátil. Debido a que la desaparición de Sirius parecía mucho más importante que la razón de la visita de Remus a la enfermería, Sirius completamente olvidó preguntar de nuevo al respecto (aunque eso no significaba que no le preocupara). Y, por mucho que Sirius había intentando no ser demasiado sentimental al respecto, no podía evitarlo por lo que terminó admitiendo algo sumamente sentimental a Remus en un arrebato de auto-compasición.

—Es sólo que... a veces pienso que todos estarían mejor sin mí,—había admitido con la cabeza gacha cuando estaban por zanjar el tema pero, como si Remus no quisiera que el pensamiento continuara en su cabeza, respondió rápidamente.

— No,— negó con autoridad, sus manos rápidamente sujetaron el rostro de Sirius y lo obligaron a mirarle, cuando sus ojos se conectaron, fue como si Sirius fuera un ancla y Remus el fondo del océano, no había forma de separarles ahora, pensó Sirius, más unidos que nunca. — Yo sería jodidamente miserable sin ti.

— Pero...¿Si nunca me hubieras conocido? —, pregunta en lo que apenas fue un susurro, sus ojos bajaron a sus labios. No era suficiente con oírle, quería de memorizar el movimiento de sus labios cuando Remus respondiera.

— Entonces...—, respondió lentamente como si quisiera asegurarse que cada palabra se impregnara en su cerebro —, me encontraría eternamente vacío.

Así fue como Remus decidió que el tema estaba zanjado y, luego de eso, pasó por completamente en alto la expresión en el rostro de Sirius y lo arrastró de regreso a la sala común para reincorporarlo al grupo.

— ¡Idiota! ¡Idiota, idiota, idiota! —, exclama contra su cuello, Sirius estaba tenso contra el cuerpo de su amigo y sus piernas flaquearon un poco, Remus lo notó y decidió que debía intervenir.

— Ya, ya, tortolitos, ya —, les separa rápidamente. Sirius se volteó a verlo agradecido en cuanto James se alejó de él, la emoción sin abandonar su rostro —. Es bueno tenerte de regreso, Black.

— ¡Nos tenías a todos preocupados! —, concordó James sonando más resentido de lo que planeaba, Sirius bajó la cabeza como si estuviese siendo regañado por su propia madre —. ¿Fue por lo de Peter? ¿Por esa estúpida pelea?

— Yo...

— ¡Ya está todo bien! —, le interrumpe Peter intentando reconfortarlo. Sirius recién estaba de vuelta, no quería tener que agobiarlo con unas disculpas forzadas cuando no era necesario, Peter comprendía que Sirius tenía las cosas más difíciles que los demás y, cuando Remus sopesó en voz alta que, tal vez, todo ese arrebato tenía que ver con algún tema familiar, Peter no pudo mantener su enfado por mucho más, ya había comprobado antes que la familia era el talón de Aquiles de Sirius y era mejor no pasar la daga por aquella herida aún abierta —. Lo juro.

— ¿Sí? —, inquiere Sirius sin creer sus palabras, sus ojos se alzaron hacia Remus en busca de apoyo, su amigo, ahora con su espalda apoyada en la pared a su derecha, asintió levemente con la cabeza —. ¿No me odian, entonces?

La Luna Asesina; WolfstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora