La Luna Asesina; Wolfstar

Capítulo 41; 13 es el Número de la Suerte

Y no pasó mucho tiempo para que el cumpleaños de Remus llegara, el chico les había advertido que los requerimientos planteados el año pasado se mantenían para este lo cual desanimó al resto de los merodeadores pero no les impidió planear una celebración de todas formas. Tal y como sucedía los días cercanos a los cumpleaños, los merodeadores se distanciaban en sus intentos de planear una fiesta sin ser descubiertos aunque eran dolorosamente obvios, Remus fingía que no sabía que sucedía y aprovechó los momentos de paz para terminar de leer los últimos libros de Sirius que le quedaban por revisar de su estantería. Cuando iba a mitad de "Miedo y asco en las Vegas" de Hunter S. Thompson el día justo antes de su cumpleaños que, esta vez, caía un día lunes, una horda de chicos ingresó a su habitación cargados de globos, boas de plumas y enormes gafas de fiestas a la habitación obligando a Remus a dejar el libro sobre su cama para observar a todos sus amigos con una ceja alzada.

— Chicos, saben que mi cumpleaños es mañana, ¿no? —, inquiere Remus viendo como todos se acomodaban en la habitación, James, quien estaba frente del grupo, dio un paso hacia adelante ofendido.

— Claro que lo sabemos, hombre de poca fe —, protesta James haciendo que una sonrisa apareciera en el rostro de Remus —. Pero también sabemos que mañana es lunes y que hay partido de Quidditch en la tarde por lo que, esta año, tu cumpleaños será celebrado exactamente a media noche.

— En exactamente... —, interrumpe Mary mirando su hermoso reloj de cuero en su muñeca —. Veinte minutos.

— ¡¿Veinte minutos?! —, chilla Sirius, Mary asintió —. ¡Comiencen a preparar! ¡Remus! ¡Al baño! ¡Y no salgas hasta que te llamemos!

— ¿Tengo que hacerlo? —, lloriquea Remus de mala gana pero ya era tarde, James y Peter lo cogieron de los brazos y lo arrastraron dentro del baño antes de cerrar la puerta —. ¡Son un par de idiotas!

Pese a negarse a la estúpida idea de primeras, Remus se mantuvo en el baño mientras escuchaba a través de la puerta a sus amigos gritándose entre ellos mientras luchaban entre ellos para acomodar todas las sorpresas que tenían planeadas. Remus suspiró pesadamente y se dejó caer en el baño, lamentando no haber sido lo suficientemente rápido para coger su libro, seguro hubiera alcanzado a leer 50 páginas más en lo que tardaban en preparar la habitación. Justo dos minutos antes de las doce, la puerta del baño se abrió dejando ver ocho cabezas asomadas con enormes sonrisas macabras en sus rostros, Remus casi les lanzó el dentífrico por el susto.

— ¿Listo para tu fiesta, Remus? —, habla Peter con una gran sonrisa, Remus se levantó de la alfombrilla del baño y les miró con el ceño fruncido.

— Supongo, pero dejen de actuar como un montón de psicópatas.

Siguió a sus amigos hasta su habitación y, cuando se hicieron a un lado para dejarle ver la nueva decoración de su habitación, Remus casi comenzó a reír. La habitación era una explosión de colores, rosa, morado, verde, azul... Guirnaldas caían del techo, las sábanas de las camas habían sido desprendidas y ahora simulaban tiendas de campaña en medio de la habitación, habían encendido un montón de velas que flotaban en la habitación tal y como en el Gran Salón, habían dispuesto muchos cojines y almohadas en el suelo alfombrado en donde habían un montón de botanas y bebestibles. Y, cuando Remus pensaba que eso era todo, Benjy Fenwick sacó su varita de su pantalón de pijama y apuntó hacia el escritorio de James (el único escritorio reconocible dentro del fuerte) y encendió un tocadiscos de color rojo que inmediatamente comenzó a tocar 'Dreams' de Fleetwood Mac haciendo que Remus se volteara a ver a su amigo con la boca abierta, Benjy sonrió ampliamente.

— ¡Media noche! —, chilló Mary a sus espaldas.

— ¡Feliz cumpleaños, Remus! —, chillaron todos a la vez saltando sobre su amigo para rodearlo en un fuerte abrazo que Remus permitió sólo por todas las molestias que se habían tomado para crear algo que Remus realmente disfrutara.