Capítulo 12; El sauce de las medias

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Quedaban unos cuantos días para Navidad pero James no podía dejar de pensar en otra cosa, era de lo único que hablaba esos días. Se encontraban en transformaciones y, mientras Peter es esforzaba por transformar un pimentero en un ave, James hablaba de sus planes de Navidad que, claramente, incluía a todos sus amigos (aunque ninguno parecía tan emocionado como James). Sirius había sido el primero en declinar en cuanto recibió la oferta, y, pese a las insistencias de James, sólo bastó con que Sirius mencionara a Walburga para detenerlo. No sabían mucho de la familia de Sirius más que eran un caso serio, Sirius lo había dejado claro las pocas veces que se había dispuesto a hablar de la familia Black (aunque ya casi todos conocían los rumores de su familia). Peter, de hecho, accedió y eso casi hizo que James comenzara a brincar de felicidad en medio de la sala, Peter aprovecharía cualquier opción para huir de su hogar, específicamente en una celebración que incluyera alcohol como Navidad (aunque en la casa Pettigrew todas las celebraciones incluían alcohol).

El plan era simple, Navidad caía un día sábado y las vacaciones caían el 21 de diciembre, es decir, el día Martes, por lo que cada uno iría a su casa, prepararían sus maletas y partirían a casa de los Potter el viernes en la mañana. James había insistido en que permanecieran las dos semanas de vacaciones en su casa, Remus se negó inmediatamente, ya había sido complicado conseguir que accediera quedarse tres días en su casa, dos semanas era algo indispensable para él.

Tenía grandes planes para sus semanas de vacaciones y por grandes planes se refería a hacer una fila de cuatro horas fuera de la tienda de vinilos más cercana para poder comprar una copia limitada de Hunky Dory, el nuevo álbum de David Bowie, un muggle que vestía ropas graciosas y hacía música lo suficientemente increíble como para que Remus estuviera dispuesto a pasar cuatro horas a la intemperie por su álbum.

Por su parte, Peter había accedido a pasar la segunda semana con James ya que, usualmente, las festividades en casa de Peter se alargaban por gran parte del mes por las desagradables visitas de sus familiares, Enid era menos grosera con todos sus tíos, tías, primos y abuelas en casa pero eso era porque los familiares de Peter eran aún más horrorosos que la propia Enid e incluso ella se veía intimidada por esas personas, si Peter tenía la posibilidad de escapar, lo haría sin dudarlo, tampoco era como que fueran a extrañarlo. Sirius volvió a negar la propuesta, sus familiares también irían a casa a discutir asuntos de extrema importancia.

Para Sirius, la Navidad no era muy distinta a un funeral, tal vez incluso prefería los funerales, al menos allí habían flores. En casa de los Black, las Navidades eran oscuras, la cena era silenciosa a excepción de los gritos y palizas contra los elfos domésticos si es que el pavo llegaba frío a la mesa. La cena tomaba lugar en la noche, los más jóvenes tenían prohibido abrir la boca a menos que fueran interrogados por algún adulto, tampoco podían mirar a nadie a los ojos si es que no les hablaban directamente a ellos. Los temas de discusión no eran mucho más brillantes, hablaban mal de los mestizos y sangre sucia, como ellos les llamaban, se quejaban de sus hijos mal portados, planeaban matrimonios entre primos y, en su mayoría, se encargaban de hacer sentir a Sirius como el peor enemigo de toda la familia Black (rol que Sirius estaba orgulloso de llevar hasta que su familia se tomaba esto demasiado literal y los castigos comenzaban a afectarlo más de la cuenta).

Esta Navidad, Sirius tenía incluso menos ilusión de participar que en años anteriores. El año pasado, lo peor que Sirius hizo fue romper una ventana con una peonza mágica mientras jugaba con Regulus en la sala, este año Sirius había cruzado una línea que para su familia era imperdonable, romper una ventana no avergonzaba a nadie aunque fuera una putada, pero avergonzar a su familia frente a la escuela mágica más importante de Nueva Escocia era como hacerles una zancadilla en el Ministerio Mágico. Si se concentraba casi podía predecir la conversación de sobremesa de ese año y no le gustaba como terminaba.

La Luna Asesina; WolfstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora