Capítulo 76; La Misteriosa Tercera Hermana Black

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Sirius podía ser muchas cosas; irresponsable, competitivo, un poco insufrible pero no idiota, nunca idiota. Podía notar que, desde aquél incidente con las cartas de Remus, sus amigos lo tenían en la mira, era casi como si estuviera castigado. Por las noches, James se escapaba de su cama más veces de lo habitual hacia la de Remus, Sirius los oía por unos segundos como un suave murmullo que perfectamente podría ser una suave brisa nocturna que pronto era acallada por un hechizo silenciador. En el día, las posibilidades de acercarse a Remus a solas también eran escasas, sobre todo ahora que había restaurado mágicamente su amistad con Lily. Aún no comprendía del todo porqué había sucedido la separación de esa amistad en primer lugar pero tampoco se atrevió a preguntar, la mera mención de Lily un par de meses atrás provocaba que Remus se tornara a la defensiva y no quería empezar una riña sólo por su curiosidad. Peter también pasaba con su nariz pegada a Remus, sobre todo en el salón de clases, los dos se habían vuelto extremadamente unidos ahora que Sirius estaba siendo lentamente apartado del grupo.

No podía decir que era indiferente a esta forzosa exclusión. Estaba seguro que sus amigos lo odiaban y lo único que querían era que abandonara a los Merodeadores pero ninguno se atrevía a decirlo en voz alta. La única que parecía no haber sido influenciada por aquél suceso fue Mary, también era cierto que Mary siempre había sido la única capaz de formular sus propias opiniones respecto a las cosas sin verse influida por fuerzas externas, Sirius debía agradecer este atributo de ella porque ella era la única ancla que seguía uniéndolo a sus amigos esos días.

Para la clase de Aritmancia, la profesora Septima Vector les hizo revisar el capítulo 14 de "Nueva Teoría de la Numerología" de Lukas Karuzos. En términos generales, Sirius era increíble con los números y todo lo que estos implicaban pero, dadas las circunstancias, no pudo comprender ninguno de los códigos que tenía frente suyo en las páginas amarillentas del libro  y se tuvo que resignar a fingir que estaba descifrando los ejercicios numéricos  cuando, en realidad, sólo estaba dibujando pequeños garabatos por el costado de las páginas hasta que la profesora les dejó retirarse. James dejó que lo acompañara sin problema, incluso parloteó acerca del significado del número 7, su número en el equipo de Quidditch, según la nueva teoría de la numerología que planteaba Karuzos. Y, aunque Sirius podría haber pensado en mil bromas diferentes con el 7 y su relación con la perfección y las más grandes deidades, esta vez simplemente se quedó callado y dejó que James llenara el silencio porque, de cierta forma u otra, sabía que James sólo hablaba porque esa era su naturaleza, ser el chico amable que no generaba conflicto e intentaba que todos se sintieran cómodos, incluso si habían hecho una cosa terrible (de la que Sirius ya se había arrepentido pese a no comprender del todo porque había sido tan terrible, aún pensaba que Remus debió hablarles al respecto pero odiaba como sus intenciones se habían malinterpretado).

Cuando estaban por llegar al Gran Salón, James se detuvo de bruces y se dio la vuelta violentamente provocando que Sirius se sobresaltara, le tomó un par de segundos reaccionar. James le miró fijamente, su mirada llenándose de una seriedad casi intimidante.

— Mira, sé que estás molesto, lo entiendo, pero ni se te ocurra armar drama ahora, ¿si, Sirius? —, le advirtió severamente mirándole por encima de sus gafas, Sirius frunció el ceño.

— ¿De qué hablas?

— Sabes de lo que hablo —, respondió rápidamente sin ninguna pizca de compasión —. Cuando te enfadas tiendes a hacer que todo gire al rededor de ti y nosotros tenemos que resignarnos a detener todo para solucionar las cosas contigo pero esta vez es distinto —. Esas palabras fueron como una cubeta de agua fría directa en su espalda, parpadeó varias veces como si no creyera lo que estaba escuchando y, por un segundo, James pareció titubear pero rápidamente sacudió la cabeza volviendo a su mirada dura —. Remus nos necesita, esto no es una simple disputa que se solucionará en una tarde, es un tema realmente serio. No hagamos esto más difícil para él de lo que tiene que ser, ¿está bien?

La Luna Asesina; WolfstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora