Capítulo 2; Cartas y lechuzas

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8 meses antes del inicio escolar

Sirius Black había esperado sentado en la puerta de casa desde el primero de enero con sus ojos fijos en la rejilla del correo. Estaba ansioso, su cuerpo entero le cosquilleaba y sus piernas ya estaban adoloridas pero se rehusaba a levantarse de esa posición.

— ¿Aún nada? —, inquiere Narcissa quien pasaba por allí, Sirius ni siquiera se volteó para observarla, Narcissa vio como su cabellera se sacudía de lado a lado en una negación —. Ya llegará.

— ¿Cuánto tardó la tuya en llegar? —, inquirió Sirius apoyándose contra su brazo para descansar su dolorida espalda, Cissy se apoyó contra la pared e intentó recordar.

— Son casos diferentes, Sirius, yo cumplí los once antes de ingresar a Hogwarts —, le recuerda por décima vez Narcissa pero Sirius no parecía contento con su respuesta —. La recibí tres días después de mi cumpleaños, específicamente el 7 de enero.

Sirius gimió rendido. Cissy alzó una delgada ceja, vio como su primo se dejaba caer de espalda sobre el tapete de la entrada, Cissy escudriñó los alrededores nerviosa antes de arrodillarse frente a él.

— ¡Lleva 13 días tardes! —, exclama con frustración, Cissy no pudo evitar sonreír con gracia.

— Llegará—, le anima, Sirius hizo un puchero sin creerle una sola palabra —. Sólo debes esperar.

— ¡No hago nada más que esperar! —, volvió a gimotear más fuerte, Cissy le calló nerviosa, temía que le vieran allí teniendo un berrinche, los berrinches nunca terminaban bien en la casa Black.

— Lo sé, lo sé —, asiente Cissy más nerviosa —. Venga, ve a hacer otra cosa, leer un libro o algo, pasa el tiempo y ya verás como la carta llega antes de que te des cuenta.

Resignado, Sirius se levantó del suelo logrando que Cissy se calmara. Sirius comenzó a alejarse de mala gana cuando escuchó un repiqueteó en la ventana de la sala, su rostro se iluminó de inmediato y se detuvo de golpe. Se volteó para ver a Cissy quien tenía el ceño fruncido, la muchacha se giró para observar la gran ventana que daba a la sala, a través del visillo pudo ver una gran y majestuosa figura negra que llamaba educadamente al cristal, una pequeña sonrisa se formó en sus rosados labios.

— Creo que eso es para ti —, habla Cissy logrando que Sirius reaccionara y corriera hacia la ventana a toda prisa.

Apartó los visillos a un lado dejando entrar la luz blanca y brillante del frío exterior. Sus ojos brillaron al ver la enorme y elegante lechuza  de plumaje negro de la familia Black, en su pico traía una carta de un color levemente desteñido, al mirar más de cerca Sirius pudo identificar el emblema de Hogwarts sellando el sobre con cera roja. Le arrebató el sobre tan deprisa que la lechuza vociferó un reclamo y alzó las alas ofendidas, Sirius masculló un rápido "Lo siento" para arrastrarse hacia la alfombra. Cissy le observaba desde el umbral de la sala con los brazos cruzados intentando no sonreír.

— ¿Sirius?  —, se escucha desde las escaleras, toda la felicidad se apagó del rostro de Sirius, sus ojos azules oscuros viajaron hacia Cissy quien le miraba con lastima.

— ¿Cómo se enteró?  —, susurró a Cissy, la muchacha se encogió de hombros, Sirius suspiró y caminó cabizbajo hacia la escalera justo a tiempo para observar a su madre bajando los peldaños con un enorme y voluminoso vestido negro.

La mujer estiró la mano hacia Sirius quien le entregó la carta a regañadientes, Walburga la recibió con una ceja alzada, contempló el exterior del sobre. "Para Sirius Black" decía en letras oscuras ladeadas, abajo decía "Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería", el pecho de Walburga se hinchó de orgullo, no por Sirius, si no, más bien, por el prestigio de la familia al saber que otro Black asistiría a Hogwarts. Rompió el sello sin dudar. Sirius observaba con los ojos muy abiertos el rostro de su madre mientras leía la carta, SU carta.

La Luna Asesina; WolfstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora