Capítulo 34.2; Navidad y Feminismo con Hope Jenkins (segunda parte)

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— Están ordenados por genero y orden alfabético, desde Abraxas a Physical Graffiti —, explica Remus con su pecho inflado de orgullo, Benjy abrió la boca con sorpresa sacando el primero récord de la estantería —. ¿Te gusta Santana?

— ¡Claro que sí! No soy un monstruo —, bromea dándole un codazo en las costillas que hizo sonreír a Remus como un verdadero estúpido. Sirius, quien estaba tras de ellos de brazos cruzados observando (más a ellos que los... bueno, esas cosas circulares brillantes que ya ni siquiera recordaba como se llamaban), se inclinó hacia adelante para ver mejor lo que Benjy sostenía en sus manos con cautela como si se tratara de una pieza de museo.

— ¿Qué es Santana? —, inquiere confundido, Benjy se volteó a verlo y le entregó ese extraño sobre de cartón con un impreso de varios colores con una figura de una mujer desnuda de bronce en el centro del collage, Sirius lo analizó con la mirada pero el objeto sólo le produjo más preguntas.

— Es una banda de rock latino con ápices de blues y jazz —, explica Benjy como si aquellas palabras tuvieran sentido en la mente de Sirius.

— Yo sé hablar latín —, fue lo único que se le ocurrió decir, Remus intentó no reírse ante su comentario.

— Latino de Latinoamérica, Black —, clarifica Remus alzando una ceja, Sirius alzó mucho la barbilla devolviéndole el récord.

— Bueno, también hablo español, la familia Black tiene una casa vacacional en Chile... y en Brasil y en Colombia...—, empieza a divagar haciendo que Benjy y Remus intercambiaran una mirada de confusión —. Aunque el español de Chile es un caso serio, Argentina también, casi dos idiomas completamente distintos, una completa locura.

— Sí, bueno —, asiente Benjy pasándose la mano por sus cabellos peinados en punta —. Una vez fui a Barcelona, no comprendí absolutamente nada de lo que decía, tuvimos que usar hechizos traductores.

— ¡Barcelona! —, exclama Sirius con emoción haciendo que Benjy sonriera ampliamente al notar la emoción del chico, Remus casi comenzó un berrinche por haber perdido la atención de Benjy, ¿no podían volver a hablar de música? —. Increíble ciudad, ¿visitaste La Plaza del Rey?

— Oh, sí —, asiente Benjy —. Me gustó más la Plaça Sant Jaume.

— Ya veo, te van las construcciones del siglo XIX.

— Culpable —, bromea alzando las manos, Sirius alzó las cejas impresionado —. De pequeño quería ser un arquitecto, siempre me han atraído las construcciones medievales.

— ¿Un arquitecto? ¿Eso es lo que querías ser? —, ríe Remus haciendo que Benjy se volteara a verlo con una sonrisa juguetona en el rostro —. ¡Es lamentable! 

— ¿Y qué querías ser tu, eh? ¿Un astronauta? ¿Un piloto de carreras?

— Una estrella de rock, obviamente.

— ¡Obviamente! —, ríe Benjy ruidosamente haciendo que Remus sonriera mostrando cada uno de sus dientes, Sirius arrugó las cejas entre los chicos y vio como Benjy le daba un golpe juguetón en el pecho que, pese a haber sido extremadamente suave, Remus se echó hacia atrás como si Benjy le acabara de dar un golpe con puño cerrado, ahora también estaba arrugando la nariz.

De pronto, interrumpiendo la conversación, Mary apareció en el umbral de la puerta de la habitación de Remus y llamó con los nudillos atrayendo la atención de los tres chicos. La muchacha, que apenas tenía su cabeza asomada por el marco de la puerta, les dedicó una sonrisa.

— No se preocupen, caballeros, vengo a salvarlos del nerd de Lupin —, bromea la chica haciendo que Remus frunciera el ceño —. La cena está lista.

La Luna Asesina; WolfstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora