La Luna Asesina; Wolfstar

Capítulo 73; Disputas

En alguna parte de la noche,  cuando los ojos de James se cerraban tras cada palabra, Remus dormitaba en su cama abrazando la pila de libros y Peter roncaba en su cama con las cortinas cerradas, Sirius soltó un grito que hizo que los tres chicos despertaran de un salto.

— ¡Lo tengo! —, exclama levantándose de un salto con alegría, esas dos palabras fueron suficiente para espantar el sueño y reemplazarlo por una emoción casi incontrolable.

Se había despertado temprano, Sirius con suerte había podido pegar ojo de la emoción que sentía dejando atrás por completo su malhumor con Remus y su indignación con Peter, ahora los chicos habían acordado silenciosamente una especie de tregua momentánea en lo que duraba la broma aunque Peter era mucho mejor en respetar la tregua que Remus, Peter le hablaba con la misma naturalidad de siempre, le miraba a los ojos mientras hablaba e incluso reía con sus bromas, Remus, en cambio, no podía ignorar por completo su enfadado por Sirius, tuvo que esforzarse el doble para siquiera sacarle una sonrisa, Sirius asumió que la tregua tenía ciertas limitaciones.

— ¿En qué momento del día lo haremos? —, pregunta Peter frotándose las manos como siempre hacia, Sirius sonrió ampliamente jugueteando con su varita entre los dedos.

— En clases, claro —, responde sin poder ocultar el orgullo de su voz —. Preferiblemente Historia de la Magia ya que es donde más leemos, además que me encantaría ver a McGonagall arrugando la cara para entender las letras.

Asintieron la cabeza con orgullo. Estaban terminando el desayuno cuando Alice ingresó al comedor junto a Mary y Amelia. Amelia evitó la mirada de Sirius lo máximo que pudo y arrastró a sus amigas a un rincón apartado de ellos, lastimosamente, Alice parecía haberles comentado de su sesión de besuqueo con Peter porque miraron al chico comiendo cereales y soltaron una carcajada que hizo que los cuatro se miraran confusos. Cuando comprendió el motivo de las carcajadas, sus mejillas se tornaron tan rojas que los emblemas sobre sus cabezas perdieron color, James también pareció hacerse una idea porque brincó en su asiento directo hacia Alice y procedió a inclinarse hacia ella con una enorme sonrisa en el rostro.

— ¿Algo que comentar, Alice? —, inquirió James pasando su brazo por sobre su hombro, Alice soltó una pequeña risa antes de cubrirse el rostro con las manos, James se volteó para mirar a Peter, el chico parecía estar al borde de arrastrarse bajo la mesa.

— No es nada en particular —, mienta la chica intentando comunicarse con Peter a través de miradas pero el chico estaba demasiado cohibido como para salir a su defensa, estaba sola en esto.

— ¡Venga! Pete es mi hermano, si ustedes son algo, eso te hace mi familia también —, insiste James dándole un golpe con la rodilla, la chica se escondió entre sus propios hombros. En ese momento, Peter pareció recuperar el coraje y salió de su escondite, la cabeza muy en alto y los mofletes inflados.

— Alice y yo somos novios —, dice firmemente pero, al notar la mirada de Sirius y Remus sobre él, toda la valentía desapareció y volvió a hacerse pequeño en su sitio agobiado por el silencio y la atención repentina. Alice miró a James sonriente, el chico lucía radiante, como si aquella fuera la mejor noticia que recibía en días.

— Bienvenida a la familia, entonces, Fortescue —, se apresuró a decir James al notar que Sirius abría la boca para decir algo, la chica asintió suavemente viendo como James se apartaba de ella para centrarse, ahora, en Pete —. No lo puedo creer, Pete y Alice, Remus y Dorcas... ¡Estaremos repartiendo invitaciones de boda antes de que podamos decir "Travesura Realizada"! 

Con la mención de su nombre, Remus rodó los ojos y decidió centrarse en el libro de poesía que tenía abierto entre sus manos aunque, gracias a las dos últimas palabras de James, una bombilla se encendió en la cabeza de Sirius que hizo que dejara atrás cualquier protesta de lado sobre el noviazgo de Peter y, en cambio, se centrara en algo aún más importante; La broma.