La Luna Asesina; Wolfstar

Capítulo 83; Navidad en Casa de Derrick Macdonald

"Querido Horace

Lamento mucho oír esa decepcionante respuesta de tu parte, realmente esperaba que comprendieras la visión que tanta ilusión nos da a los magos de renombre, como lo es el caso de nuestra familia, cuya lealtad está puesta por completo en este nuevo camino para el mundo de la magia. ¿No lo entiendes? Asumo que no lo haces teniendo en cuenta tu anterior carta. El mundo mágico no volverá a ser el mismo dentro de poco, finalmente volveremos a tener el prestigio que merecemos, cosas que jamás esperamos tener serán otorgadas a nosotros. Realmente esperaba que estuvieras del lado correcto en esta lucha, eres un hombre inteligente y tengo fe en que volverás a tus cabales pronto, te estaremos esperando.

Mejores deseos,

Orion C. Black."

Remus leyó la carta un par de veces cuando llegó su habitación, las palabras no parecían tener sentido, incluso luego de aplicar su hechizo contra la dislexia y, mientras más las repasaban, más confundido estaba. Comprendía una cosa, estaban equivocados con Slughorn, el profesor sí había tenido la oportunidad de aliarse a aquél político pero había declinado la oferta. Lo que Remus no comprendía era la amabilidad de la carta. Conocía a los padres de Sirius, bueno, a través de los propios relatos de Sirius y, por lo que había oído, sus padres no solían ser personas muy benevolentes, menos cuando les llevaban la contra y, ser rechazados en el partido político que estaban apoyando parecía no ser una de esas cosas que dejaban pasar facilmente pero allí estaba la carta, mostrando como Orion Black, sin problema alguno, había aceptado el rechazo del profesor Horace Slughorn e, incluso, le había dado la opción de arrepentirse de su decisión. Algo en esas palabras dejaron un sabor amargo en la boca de Remus, casi hubiera preferido descubrir que Horace estaba del lado de Voldemort y los Black.

Un rato más tarde, sus amigos llegaron a la habitación riendo con sus chamarras al hombro y sus camisas desabotonadas. James se sacó los zapatos y los dejó junto a la puerta antes de lanzarse de cara contra su cama, ni siquiera se quitó las gafas o se molestó en cambiarse la ropa, simplemente se dejó caer y, a los pocos segundos, comenzó a roncar en un profundo sueño. Cuando Sirius se encargaba de apartar los zapatos de James del camino, Remus lo alcanzó y lo arrastró hasta el baño violentamente. Dentro del baño, Remus le entregó la carta y la sensación de preocupación no hizo más que expandirse cuando Sirius compartió su inquietud por aquellas palabras, incluso se tornó pálido como el papel y tuvo que sentarse en la tasa para leer la carta.

Habían muchas hipótesis en el aire pero tenían demasiada poca información como para corroborar nada. Lo único que podían hacer era esperar a las vacaciones de Navidad y ver si Sirius podía descubrir algo estando en casa.

La Navidad estaba a la vuelta de la esquina y, tal y como estaba previsto, Mary tenía todas unas vacaciones listas para recibir a sus amigos en su casa. Partirían un día antes de Navidad a su casa en donde se reunirían. En casa de los MacDonalds, Mary tenía un sinfín de actividades para realizar y lugares que mostrarles. La chica estaba tan emocionada por las vacaciones que era difícil no compartir su emoción, incluso Remus estaba feliz de ir a su casa aunque, claro, ahora las cosas habían cambiado, ahora realmente podía decir que Mary era su amiga y que, en realidad, realmente apreciaba su presencia más de lo que le gustaría admitir, más sabiendo que Lily le tenía tan gran apreciado.

A las festividades, Mary también había invitado a Alice, Kinglsey y Benjy. Alice aceptó sin dudarlo, Peter pasaría las vacaciones con ella por lo que llegarían juntos, Benjy lo dudó más y no fue hasta que lo consultó con Remus que aceptó. Remus pensó que era estúpido que Benjy le pidiera permiso para asistir a algo por el estilo, más cuando habían llegado a una tregua de amistad entre ellos luego de su ruptura pero, a su vez, agradeció que así fuera porque no habría podido aguantar verlo aparecer allí por sorpresa. Cuando Benjy aceptó, fue cosa de segundos para que Kinglsey aceptara también. Se sentía bien tener a todo el grupo reunido de nuevo.