Capitulo 55.

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Amber.

Pueda que sea una idiota por no resistirme a su maldito cuerpo pero la necesidad de que me vuelva hacer suya va más allá de toda razón, su barba dándome cosquilla en esa parte sensible hace que mi sentidos se enloquezca, sumándose el fuego que produce su lengua que me lleva hasta el mismísimo infierno.

Mi cuerpo pide más de él, necesito su polla dentro mío porque siento que todas mis hormonas están a punto de colapsar.

— Vas a hacer mía en todo los malditos sentido кукла (Muñeca) y eso no podrás evitarlo eres la mujer de el León — afirma con voz ronca mientras yo clavos mis uñas en su espalda cuando se introduce hasta lo más profundo de mi ser. 

El escritorio tiembla por lo fuerte de sus embestidas mi mente está pérdida en la sensación queda el placer, este hombre es una maldita máquina sensual y estaría loca al negarme a el sexo alucinante que brinda, pero eso es algo que no pienso decírselo.

Sus gruñidos junto a mi gemidos son los únicos sonidos que se oyen en la habitación, una de sus manos aprieta mi trasero mientras la otra sube más una de mis pierna para darle mejor acceso a su polla, nuestras legua se juntan en un beso cargado de lujuria. 

Siento que en cualquier momento voy a explotar, es el único hombre que me lleva al infierno al mismo tiempo que me lleva al cielo, mi cuerpo está apuntó de colapsar.

— Creo que ya yo — no sé ni lo que digo.

— ¡Mierda кукла!  (muñeca ) sólo aguanta un poco más —  entra y sale de mi como si fuera un maldito taladro sus embestidas son salvajes como todo lo que venga de él, mi coño está totalmente estimulado así que lo recibe gustoso.

Se vuelve a clavar en mi interior una y otra vez, llenándome por completo muerdo suavemente uno de sus hombros ganándome una nalgada de su parte.

No puedo negar que esto me fascina, mientras yo trato de seguir el ritmo de sus salvajes embestidas nuestras caderas vuelven a chocar una y otra vez como si tuvieran un imán, sus gestos al entrar en mi son fascinante, es como si tuviera la maldita reencarnación de un Dios griego frente a mis ojos.

— ¡Oh Mierda кукла! (muñeca) — gruñe cuando mis paredes se contraen.

— ¡Ahh Maldito Ruso!— grito como una maldita perra en celo cuando no puedo evitarlo más y juntos terminamos liberándonos mientras nuestras boca se vuelven a juntar para darnos un último beso.

Nuestras frentes quedan pegadas la una con la otra estamos a medio vestir, sudados, con la respiración agitada sin saber qué decir después de este acto animal.

Por que fue un maldito acto animal donde ninguno de los dos pudo comportarse, follamos como dos malditos animales salvajes y agradezco por ser precavida y tomar anticonceptivos por que con la manera que tiene el rusito de follar ya hubiera quedado embarazada de quintillizos.

Abrí mi boca para tratar de decir algo cuando la puerta suena, salvada por la campana mi reina, tengo que darle la razón a mi consciencia esta vez fui salvada por la campana.

Luka.

El día comenzó como una mierda, pero no puedo negar que fue mejorando en el transcurso de las horas.

Después de que mi muñeca me haya informado de que aceptaba ser mi esposa, sacando sus absurdas condiciones y sumando que me la haya follado en mi oficina como me lo venía imaginando hace mucho, lo mejor para cerrar este caótico y productivo día es nada más y nada menos que tener al maldito traidor enfrente de mis narices.

Y saber que mi hijo fue quien hizo el plan para desenmascarar al maldito me llena de orgullo.

—  ¡Escorpión! Por lo visto le haces honor a tu apodo, siempre picando por la espalda —   lo miro mientras camino a su alrededor, el maldito está atado a una silla tiene unos cuantos golpes que me muestran que tarde un poco en bañarme.— ¿sabes dicen que los jefe no suelen ensuciarse las mano? pero ya me conoces sabes que no soy como todos esos maricas —  le clavó un cuchillo en la pierna izquierda sacándole un fuerte grito pensé que iba a tener más orgullo.

— Empieza a hablar porque la paciencia no es mi virtud y sabes lo que hago cuando una rata como tu me desespera— ordenó.

—  Púdrete Novanov ¿que querías? por culpa de ese maldito bastardo — apunta a mi hijo que No quiso salir de la sala — mi hermano murió espero que Sokolov mate a todo los Novanov solo son una maldita plaga. 

—  Sabes pensaba matarte sin torturar pero me has hecho cambiar de opinión—clavo otro cuchillo está vez en su abdomen — la familia de tu hermano fue muy bien recompensada por sus servicios — lo miro burlista mientras el maldito se retuerza de dolor —  lo que pasas que tú eres un maldito cerdo codiciosos que entregó a su propio hermano para cobrar el maldito seguro de honor—  es el seguro que ofrezco a cada uno de mis hombres para asegurarse que su familia no quede desamparada, ellos dan la vida por el clan Novanov yo velo por su familia — pero ese seguro de vida que brindó es para la esposa e hijos de mis hombres no para la ratas de alcantarilla como tú —  mira asombrado pensando que no me iba a dar cuenta de su plan, se que él mismo mató a su hermano para mostrarle a Sokolov que estaba dispuesto a todo solo por dinero.

— ¿Co .mo es quee que  — ahora está nervioso no solo morirá como una rata si no como un maldito traidor de su propia sangre.— ya saben que hacer muchachos —  ordenó.

Me quedo mirando como es torturado, Jasón que es uno de los hombres más sangriento y letal de todo se encarga de ser el verdugo, miro a mi hijo de reojo el cual ni se inmuta por la sangre o el acto atroz que tiene enfrente, me recuerda tanto a mi a su edad por más que parezca absurdos yo nací para esto y nunca fue una carga para mí más bien un honor, cuando uno nace en este mundo o te convierte en bestia o eres comido y los Novanov no nacimos para ser la presa de nadie, eso es algo que se lleva en la sangre.
 

El León Ruso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora