El León Ruso.

Capitulo 42.

Luka.

Mis hombres llevaron a la rata directo a uno de nuestros galpones, aquí en San Petersburgo no tengo una base como en la mansión, donde ahí habitaciones especiales para la tortura, pero los galpones a veces suelen ser útiles para estos casos.

— Los chicos se estuvieron entreteniendo un poco con él pero aún así no quiso soltar la lengua. —me informa Vladimir mientras entramos al galpón.

—Bien, veamos lo que tenemos — al entrar al galpón un joven de 20 años masomenos se encuentra atado a una cadena colgado en el medio del galpón.— Veo que los chicos estaban impacientes por divertirse — comentó y el joven levantó la cabeza al escuchar mi voz y me rda una mirada burlista.

_ Pero si es el gran León Ruso _ el muchacho se encuentra agitado tratando de respirar con normalidad pero se le hace casi imposible— vas a tener que matarme por que no pienso decir nada.

— Bien si no quieres a hablar no te obligare, pero eso no quiere decir que impida a los muchachos que se diviertan —muevo mi mano y Vladimir le tira una cubeta con agua helada — Pero dime una cosa Rubén ¿tu novia va aguantar la misma tortura que esta sufriendo tú? ¿o crees que durará menos? mis leones están muy contentos, las mujeres embarazadas son su platillos favoritos se darán un gran banquete.

—Maldito bastardo juro que si le tocas un pelo te mataré ....

—Ya ya no juré algo que no puedes cumplir y empieza a hablar por que yo no amenazo yo actúo.— sentenció.

—El señor Sokolov solo nos ordenó que le llevaramos a la mujer , no se donde esta o como se enteró que usted estaba ahí , según Logan el jefe tiene a alguien importante como aliado, solo soy un peón más no tengo información valiosa eso es lo único que se— le creo pero eso no evita que lo mate de un disparo en la cabeza.

Estoy furioso porque ese maldito se quería llevar a mi кукла y alguien me está traicionando, tengo unas enormes ganas de encontrar al maldito perro de Sokolov y arrancarle el corazón con mis propias manos.

—Deshazte de cuerpo de este maldito, quiero saber quién es la maldita rata que me está traicionando para ayer Vladimir — ordenó saliendo de el maldito galpón como alma que se la lleva el diablo.

No me gusta subestimar a los enemigos, y sé muy bien que el maldito bastardo de Sokolov puede ser muy peligroso y más si tiene personas aliadas.

Ubico la ubicación de mi кукла que se encuentra en una cafetería al otro lado de la ciudad, ordenó a Zandro que traiga mi mujer hacia el aeropuerto mientras yo me adelanto para preparar nuestro regreso para volver a la mansión, no puedo permitir que ese maldito ponga su manos en mi mujer y no ahí nada más seguro que la fortaleza Novanov.

Amber.

El suave y dulce sabor a café baja por mi garganta y es inevitable cerrar mis ojos disfrutando de este pequeño momento.

Mi cabeza es un remolino de preguntas sin respuesta, no sé que pasará a partir de ahora pero tengo que poner mis prioridades en claro.

— Señora tenemos que irnos, el señor me acaba de informar que nos espera en el aeropuerto. —me interrumpe el custodio.

—¿Volveremos a la mansión?—pregunto.

—No lo sé señora, no se me informó de los planes del Señor. — responde y solo me levanto de mal humor odio que me trate como si fuera su hija.

Mientras nos dirigimos al aeropuerto , leeo los mensajes que me mandó mi hermana ya que me quedé preocupada por la forma en que me cortó el teléfono, pero me quedó más tranquila cuando me responde que solo se quedó sin batería.

—Llegamos señora —me informa el custodio.

Bajo y me dirijo directo hacia el Ruso que está hablando con el que parece ser el piloto.

Él al verme se acercó hasta mí, me tomó de la cintura para atraerme más hacia él y besarme sin darme tiempo a decir nada.

¡Me está besando enfrente de todos! mi cabeza está apunto de entrar en cortocircuito pero aún así disfruto de este maravilloso beso sus lenguas chocando con la mia mientras toma mí rostro con sus manos para profundizar, para negarlo si este hombre pone a volar a toda mis malditas hormonas.

—¿Nos vamos a casa кукла? — pregunta con la voz agitada por el beso, sin despegarse de mí.

Solo asiento con la cabeza, soy una maldita perra débil cuando se trata de los encanto de este hombre, en el Jet me alejé bastante de él tengo que poner mi prioridades en claro pero ¿cómo hacerlo cuando la tentación andante te invita a pecar sin escrúpulos?¿cómo hacerle caso a la razón cuando todo mi ser me pide perderme en su maldito cuerpo?.