Capitulo 74.

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Luka

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Luka.

Ella se sienta en la punta de la cama y me mira con una ceja alzada como retándome con la mirada , siempre tan altanera.

—Sabes cuando te pones en esa actitud me dan ganas de …

—¡Follarme !— interrumpe.

— Iba a decir estrangularte, pero puede que de eso un poco también— comento. 

Ella ríe y no se si es una risa sarcástica o algo de verdad le causa gracia.

—Nunca me ha llamado mucho la atención el sado, eso sería interesante probarlo y más si es contigo — me enfurece que me este tomando el pelo.

_YA BASTA DEJA EL SARCASMO PARA OTRO MOMENTO — exclamó furioso—No se por que intento hablar contigo es imposible.

Me doy media vuelta  furioso e intentó salir de la habitación.

—Ya que es imposible hablar, porque no lo intentamos de otra forma —susurra en mi oído y acaricia mis pectorales, no se en que momento llego hasta aquí ya que no oí sus pasos— vamos Leoncito no me digas que te vas a ir sin follarte a tu mujer sin reclamar que es tuya — me reta entre caricias. 

Esta mujer me prende como ninguna y aunque esté furioso no puedo dejar de desearla y mi entrepierna me lo reclama. 

Me doy vuelta y la tomó por el cuello sin ejercer mucha presión, ella antes de mirarme con miedo me mira excitada se muerde suavemente el labio inferior y es cuando mi autocontrol se va por un tubo, aprieto un poco más mi agarre la atraigo hacia mi y la beso, es un beso lleno de deseo, pasión y anhelo.

Ella rompe los botones de mi camisa mientras yo la tomo por la cintura y la arrincono contra la pared más cercana, su lengua acaricia mi labios terminando de despertar todo mis instinto salvajes solo quiero follarmela.

Mi manos bajan de su cuello hasta su trasero apretando fuerte haciendo que ella largue un suave jadeo.

—Si te vuelvo a follar serás mía para siempre nena no habrá vuelta atrás— advierto con la voz más ronca de lo habitual.

—Eso es lo que me vienes advirtiendo hace rato Rusito, pero ahora la que te va advertir algo seré yo— una de sus manos se cuela en mi entrepierna y me aprieta mi polla más fuerte de lo normal—la próxima vez que esté rodeado de zorras y te dejes tocar como lo hiciste hoy te las arranco, y yo no advierto dos veces.

No se si me eh vuelto un puto masoquistas pero sus advertencias hace qué mi polla se ponga aun más dura. 

—Soy todo tuyo Muñeca así como tú eres mía y juntos seremos la destrucción de todos nuestros enemigo —sentenció y volvemos apoderarnos de nuestras boca en un beso lleno de pasión que solo es el principio de una noche llena de lujuria.

Yerik.

Decir que sus palabras no me dejaron atónito además que yo deseo ser el primer hombre quizá hasta el último es mentir pero tengo miedo de ir muy rápido y perderla para siempre. 

—Pequeña bruja yo quiero que esté segura de esto— comentó rompiendo el beso pero sin dejar de sostenerla de la cintura.

—Es por que piensa que soy una niña todavía ¿no?—pregunta con nostalgia.

—¿En serio tú crees que pienso eso? —le hago sentir lo ansiosa que está mi polla por poseerla, haciendo que ella largue una pequeña risita —pero no quiero que te arrepientas esta es tu primera vez y …

—Estoy muy segura que quiero que seas el primer hombre en mi vida — me dice mirando fijo a los ojos y es cuando me doy cuenta que ya no podemos detener más esta ardiente pasión que nos consume.

—Y el único —afirmó dando pequeños besos en el cuello.

La recuesto contra el sillón y la empiezo a besar con mucho cariño mientras empiezo deshacerse de su ropa con cuidado, sus mejillas se vuelven rosadas cuando solo queda en ropa interior y frente a mis ojos tengo la mejor vista que he visto en mi vida.

La suaves manos de Paiper se aferra a mi cabellos, mientras el ritmo de los besos van en aumentó, da uno suave gemidos cuando mi boca recorre su cuello suavemente hasta llegar hasta sus hermosos pechos, arquea su espalda cuando me llevo el primero a mi boca, nunca antes en mi vida he sido cuidadoso pero se que es su primera vez y quiero hacerla sentir especial.

Ella se acomoda en el sillón mientras yo sigo recorriendo su cuerpo y prepararla para que su primera vez sea muy especial, las luces están bajas y una suave melodía suena haciendo un ambiente bastante romántico.

Cierra los ojos suspirando mientras recorro con las yema de mis dedos todo su cuerpo hasta llegar hasta sus muslos donde me entretengo bastante apretando a mi antojo, me atrevo a aventurarme en su zona prohibida por encima de sus bragas y la humedad en ellas me avisa que  ya está preparada.

Voy acariciando suavemente sus partes intimas tomándome el tiempo necesario para hacerla suplicar, mis dedos empiezan a entrar en su sexo, sus suspiros se van convirtiendo en gemidos a medidas que mis dedos se vuelven un poco más rápido.

Mientras mis dedos se pierden en su valle prohibido mi boca no deja de atacar su cuello y sus labios.

Ella arquea su espalda cuando uno de mis dedos frotando su clítoris mientras los otros se pierden en ella, cuando por fin la veo llegar a su límite gritando mi nombre es cuando no puedo soportarlo más.

Me saco mi ropa bajo la atenta mirada de mi pequeña, sacó un preservativo de mi cartera y me lo coloco antes de volver encima de ella, la vuelvo a besar y una vez que mi miembro que de  su entrada la miro a los ojos.

—¿Está segura pequeña?—vuelvo a preguntar pero no sería capaz de detenerme si me dijera que no.

—Hazme tuya —pide con voz ronca y es cuando mi miembro se pierde en ella, siento como esa barrera la cual nunca se ha pasado se rompe sacándole un pequeño gemido que estoy seguro debe ser de dolor.

—¿Estás bien ?¿quieres que salga?— pregunto preocupado.

—No te detenga solo me ...— me empiezo a mover muy despacio en su interior ella suspira y vuelve a besar mi boca — no te contengas te necesito.

Comienzo a tomar ritmo entrando y saliendo de ella con más fuerza, mientras la oficina se empiezan a llenar de nuestros gemidos, siento como su vagina me succiona haciéndome sentir en el paraíso. 

Era la primera vez que no follaba con una mujer si no hacía el amor, ella se iba soltando de a poco y a pesar de querer poseerla como un loco tenía que estar consciente que esta era su primera vez.  

— Vamos termina para mi pequeña —  pido cuando siento sus paredes se contrae y su cuerpo tiembla arrastrándome a la mejor liberación de vída— YA lyublyu vas.

—¿Qué significa eso? —pregunta tratando de normalizar su respiración.

—Que te quiero —ella me mira sorprendida y con los ojos bien abierto.

—Yo también te quiero Yerik Novanov. 

Nunca en mi vida me había sentido tan completo como esta noche, me he dado cuenta que esta pequeña bruja llegó para hechizarme y hacerme caer rendido a sus pies.

El León Ruso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora