El León Ruso.

Capitulo 7.

Amber.

Su voz hace que me de vuelta para mirarlo a la cara y poder comprobar que no me he vuelto loca me aconseja mí conciencia.

—¿QUÉ ESTÁ HACIENDO ELLA AQUÍ Y VESTIDA ASI?—pregunta furioso mirándome de arriba abajo.

— Era hora Novanov no tengo toda la maldita noche y por lo que veo la chica está haciendo su trabajo, así que sienta ese maldito culo Ruso en esa silla así podemos empezar a hablar de negocios.—gruñe el jefe de jefe el cual parece tener muy poca paciencia.

—Despídela no la quiero aquí idiota —ordena el Ruso a mi jefe, pero es un maldito hdp ¡como va a pedir que me despidan!

Abro mi boca para decirle su verdades, pero la risa ronca de mi jefe me hace volver a cerrar la boca.

—Ahí no tengo tiempo para estupideces la chica solo está haciendo su trabajo ¿acaso la conoces de algún lado? —pregunta sarcástico como divirtiéndose de la situación.

—Señor James —hablo antes que el maldito ruso responda — no conozco al señor ¿cómo dijo que se llamaba?, su cara no se me hace conocida de ningún lado, yo creo que me esta confundiendo con alguien más y si me lo permiten tengo que seguir atendiendo más mesas.

— Adelante bella sigue con tú trabajo mi socio solo está sacando su frustración contigo —me responde mi jefe con una sonrisa burlona —siéntate Novanov no estoy para tus pendejadas.

Me retiro rápidamente antes que el tal Novanov diga algo más , no me molesta que hable de más frente a mi jefe ya que él tiene mi currículum completo, pero sí que terminé convenciéndolo de que me despida y pierda mi trabajo por ese maldito Ruso.

¡Mierda por que tuvo que volver a cruzarse en mi camino!.

¿Y si está aquí por que se enteró de mi pequeño secreto?.

No no eso no puede ser posible, ese tipo no puede enterarse es peligroso muy peligroso, según Victoria es un jefe de la mafia eso quiere decir que mi pequeño correría peligro si él lo supiera, podría matarlo si se llega enterar de su existencia.

¿Cómo le explicas a un ser sin sentimiento, que se te olvido de tomar la maldita pastilla ya que estabas muy ocupada por la muerte de tu hermano.?

—¿Estás bien?—pregunta Victoria —te ves muy pálida.

NO, quiero responder.

Como voy a estar bien si me acabo de enterar que el maldito padre de mi hijo es un mafioso y no cualquier mafioso si no el maldito jefe de la mafia rusa.

—Si solo necesito un poco de aire el olor a humo, sudor y alcohol me ha mareado un poco._miento.

—Ve tómate 15 minutos yo te cubro, le diré a Max que ya vuelves —dice guiñandome un ojo.

— Gracias eres la mejor — respondo y me voy hacia los vestuarios .

Al llegar a los vestuarios largo un fuerte suspiro, dos años atrás quise buscar al padre de mi hijo para que supiera de su existencia, ahora el maldito destino nos vuelve a poner cara a cara pero sabiendo que es muy peligroso que él se entere de su existencia.

Él no puede saber sobre Luciano, Luka Novanov no puede enterarse de la existencia de mi hijo.

—¿Así que no me conoces? ¿ quiere que te recuerde lo muy bien que me conoces?— susurra en mi oído mientras me toma por la cintura.

¡Mierda cómo entró aquí sin que yo me diera cuenta!.

_—Qué pasa muñeca ¿ya te acordaste de mi?.

Recuerda Amber tienes que ser fuerte por tu hijo, me recuerdo a mi misma, tienes que ser fuerte antes los encantos de este maldito hechicero Ruso.

LUKA.

—Tenemos que transportar el cargamento antes de la madrugada, recuerda Novanov los Ferretis son como sanguijuelas que quieren prenderse a cualquier cuerpo para chuparle la sangre no quiero que vuelva a pasar lo de hace dos años —dice el maldito Italiano.

Yo solo asiento con la cabeza dándole la razón, estoy desconcentrado y distraído desde que me volví a topar con esa maldita mujer, la cual no he podido borrar ni de mi cabeza y mi piel desde hace dos años.

—Tenemos todo controlado James _Responde mi hermano — ahora un brindis por volver a estar todos juntos otra vez ¿desde hace cuánto que no los vemos navidad del año pasado.?

Ellos empiezan a hablar entre ellos pero yo no puedo prestar atención a su conversación, ya que solo estoy tratando de controlarme para no ir detrás ella.

—¿Se puede saber que te pasa?— me pregunta mi hermano, sacándome de mis pensamientos.

—Ah mi nada ¿porque?—respondo serio.

—Por que Sandro te acaba de insultar y tu en vez de empezar una guerra de ego como siempre, solo parece estar en las nubes —responde Greco mirándome intrigante.

— Necesito ir al baño — respondo dejando a los tres sorprendidos.

Es verdad que el italiano y yo discutimos por todo, somos tan parecidos que nuestra forma de demostrarnos apoyo es discutiendo o siendo sarcástico el uno con el otro.

Alessandro, Yerik, Donato y yo nos criamos prácticamente juntos, ser los próximos líderes de la mafia no es nada fácil nuestras enseñanzas no son las misma a los niños normales.

Mientras a un niño común le enseñaban a escribir y leer a nosotros no enseñaban a disparar y pelear, nuestra infancia no fue nada fácil, pero me gusta estar donde estoy, me gusta el poder que tengo me gusta ser el líder de las Bratva y de toda la mafia Rusa.

Busco a mi muñeca por todo el maldito bar, puede ser que cuando la vi reaccione mal pero no me gusto encontrarla en Troya y mucho menos siendo una de las diosas, se muy bien que la mayoría de las diosas no solo sirven tragos, si no que también ofrecen su servicio al mejor postor, y no quiero imaginarme a mi muñeca siendo tocada por otro, eso hace que mi sangre se caliente aún peor que cuando ella dijo no conocerme.

En esos momentos me controle ya que no podía exponerme enfrenté a mi hermano y los Italianos, por que se que sí estuviéramos los dos solos le hubiera recordado quién soy, se muy bien que no me olvido.

La encuentro en los vestuarios de espaldas muy pensativa ya que no se dio cuenta de mi presencia.

—¿Así que no me conoces? ¿quieres que te recuerde lo muy bien que me conoces? — susurro en su oído mientras la tomo de la cintura .— Qué pasa muñeca ¿ya recordaste quien Soy?.—siento como su cuerpo se tensa por mi presencia.

Se que no se olvidó de mí y estoy muy seguro que los recuerdos de nuestra noches están grabados bajo fuego en su piel, que soy el maldito dueño de sus fantasías más sucias.