El León Ruso.

Capitulo 58.

Paiper .

Me remuevo incómoda en la cama tratando de conciliar de nuevo el sueño ya que la horrible pesadilla se volvió a repetir como todas las noches, desde lo sucedido con mi madre todas las malditas noches tengo pesadillas, estoy un poco triste ya que hoy no hubieron clases con mi Rusito idiota, ya que se tuvo que encargar de un asunto urgente antes la ausencia de Luka y eso siempre suelen ser un entretenimiento a mis pesadillas.

Nuestra relación cambió tanto en tan solo un par de días que me aterra salir lastimada, es que solo estar cerca de él me hace sentir que estoy en las nubes y tengo miedo de caer sin previo aviso.

Siento mi garganta seca miró para la mesita de luz y mi vaso con agua se encuentra vacío.

Suspiro mientras me levanto de la cama no me queda otra que bajar por un poco de agua fresca.

¿Cómo le estará yendo a mi hermana? pienso mientras bajo por las escaleras en momentos como estos donde tengo que recorrer toda esta maldita mansión es que extraño nuestro pequeño departamento en donde en 5 pasos ya tenía mi vaso con agua, no es que me queje de vivir en está hermosa mansión es que a veces suelo ser un poco peresosa.

Los empleados de la mansión están tranquilos eso quiere decir que Luka y mi hermana todavía no volvieron ya que suelen comportarse distinto cuando el jefe está en casa y no los culpo mi futuro cuñado tiene un carácter difícil, es raro que mi hermana no haya regresado ya es de madrugada, doy una pequeña risita estos dos están más que enganchados solo se hacen los duros.

Al llegar a la cocina abro la heladera y decidí servirme un vaso de jugo de mango hecho por Gasha.

—Ah tuvo—grito al sentir unas manos fría tomarme por la cintura haciendo que vuelque el vaso sobre la mesada.

—¿Donde tendrás la cabeza que no me has oído pequeña bruja?— siento como mi corazón está a punto de salirse de mi pecho por el tremendo susto queme dio el maldito Ruso idiota.

—¡Me has asustado idiota!— reclamo dándome media vuelta y pegándole un golpe en su hombro mientras él se ríe.

—Te llame varias veces pero tú parecías estar en las nubes hermosa ¿pensando en mí?—pregunta haciendo ojitos.

—Ya quisieras ¿pudiste arreglar ese asunto importante?—pregunto mientras limpio lo volcado.

—Si era un cargamento que se retrasó un poco pero ya está solucionado — responde aferrado a mi cintura como si fuera un koala— aunque quede súper agotado ¿tu que haces despiertas a estas horas?.

— Tenía sed entonces baje por un vaso de agua— le respondo mientras él aprovecha para darme besos por el cuello.

—Me encanta tu perfume, sabes estoy seguro que dormiría como un bebé toda la noche si tuviera ese olor cerca mío.

—¿Si tu quieres te lo presto para que Heche es un poco en tu almohada?— bromeó.

—Qué chistosita no sería mala idea pero tengo una idea mejor ¿por qué no duermes conmigo?— dejo de limpiar de repente quedándome completamente en shock.

¿Dormir con Él? Eso sería una locura, pero te mueres por cometer esa locura me dice mi consciencia.

Yerik.

Siento como mis palabras hacen que se tensen, su cuerpo se vuelve una roca entre mis brazos ¡mierda! sé que mi propuesta fue un poco arriesgada, ella podría malinterpretar mis palabras pensando que busco otra cosa y aunque tengo mucho deseo por hacerla mía, se que tengo que ser paciente para no arruinar las cosas pienso esperar el tiempo necesario para avanzar más allá de los deliciosos besos que nos damos, aunque eso signifique tener que bañarme con agua fría más seguido.

—No malinterpretes mi propuesta Brujita, solo quiero dormir abrazado a ti prometo portarme bien, extrañe nuestro momento a solas juro que si no hubiera sido importante no hubiera dejado nuestras clases de hoy — y no le miento cuando Jasón me dijo que tenía que ir a los galpones de el norte por que el maldito cargamento se había atrasado lo primero que se me paso por la cabeza que no iba a poder estar a solas con ella y maldecí a mi hermano por haberse ido.

Da un fuerte suspiro y se da media vuelta.

—De acuerdo será en mi habitación pero te irás antes que amanezca— advierte apuntándome con un dedo, yo no puedo aguantar la alegría por su respuesta y la terminó alzando.

—Como mande la patrona— pongo sus piernas en mi cintura y comienzo a rozar su nariz con la mía para terminar juntando nuestro labios para tener más aflicción la apoyo contra la mesada.

—Es mejor parar, alguien puede vernos— me recuerda con su voz agitada.

—Tienes razón brujita mejor es ir a tu habitación— ella me mira con una ceja levantada— a dormir no seas mal pensada— me defiendo ella solo negó con la cabeza y la bajo para irnos hacía su habitación en silencio y con cuidado de no ser visto por nadie, por las cámaras no me preocupo ya que yo tengo el control absoluto de ellas.

— Yo duermo de el lado derecho tu puedes dormir del izquierdo ¿no irás a buscar un pijama— pregunta acomodando su almohada mientras yo saco mis pantalones quedándome solo en boxer.

—Para que si así estoy muy cómodo— ella me mira de arriba a abajo y puedo notar sus mejillas sonrojadas—Ven aquí Brujita— la atraigo hacia mi pecho desnudo.

—Tú corazón late muy rápido— acaricia mi pecho suavemente su fragancia llega hasta mi fosa nasales haciéndome sentir una tranquilidad como nunca ante es sentido, nunca antes he dormido con una mujer sin haber follado pero la pequeña bruja me tiene completamente hechizado y no se si eso es bueno o malo— tengo sueño.

—Entonces duerme hermosa yo cuidaré de tus sueños.

No sé en qué momento quedé completamente dormido solo se que me quede velando sus sueños hasta que mis ojos se cerraron, me levanto ya que él molesto sonido de la alarma no para de sonar y es hora que me vaya, oh de otra forma nos descubrirán he dormido solo 2 horas juntó a ella pero siento como si me hubiera dormido un día entero.

Me levanto con cuidado y ella se aferra a la almohada que estaba utilizando yo haciendo que a mi se me formé una pequeña sonrisa, beso su frente y me dirijo hacia la puerta.

Antes de cerrar la miró por última vez cuando su maldita voz hace que me sobresalte.

—Ya lo sospechaba estaban muy raros ustedes dos — ¡mierda mas mierda! — esto es un gran descubrimiento -agrega con una sonrisa siniestra— los tengo en mis manos.