treinta y tres

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NARRADOR OMNISCIENTE

Dave terminó de esnifar aquella línea blanca.

Sitió su nariz arder por un instante, pero no duró mucho.

Le pasó la tablilla de metal a Michael, él fue el siguiente en drogarse.

—Mierda, esta es buena —comentó Michael .

Dave no dijo nada.

Los amigos se encontraban en la parte trasera del lugar drogandose, había de todo; hierba, peyote, cocaina, y otras drogas sintéticas.

Dave solo pidió por el polvo blanco.  Se gastó la mitad de su sueldo en eso. Debía de  pagar la renta junto con Madeline y no lo contempló del todo.

Cuando todos se quedaron en sielncio, Cherry Bomb comenzó a sonar dentro del bar. Dave pensó en Madeline al instante.

Escuchó las guitarra sonar, y la voz empezó.

Frunció el ceño cuando escuchó la voz de Madeline cantar la letra.

Can't stay at home, can't stay at school
Old folks say, "You poor little fool"
Down the streets I'm the girl next door
I'm the fox you've been waiting for

Sonrió al darse cuenta de que sí era Madeline la persona que estaba cantando. Por supuesto conocía a la perfección la voz de su novia, cantar disimuladamente era lo que menos se le daba y menos cuando se trataba de The Runaways. Madeline era una completa fanática.

—Ahora vengo —dijo Dave a su amigos.

La droga  comenzó a actuar rápidamente en su sistema.

Se adentró al lugar nuevamente.

El lugar estaba lleno de chicas con faldas cortas y escotes pronunciados.

Pero ninguna se comparaba con su hermosoa y delicada Madeline. Le deseaba hasta morir.

Vio a Madeline sobre el escenario. Cantando con una sonrisa, disfrutando de la canción. Como si ella fuera la reina del lugar, como si fuera una estrella de rock. Dave sonrió con una boba sonrisa.

La voz de Madeline no era la más entonada, pero no estaba mal. Cantaba con sentimiento, como si fuera Cherie Currie.

Dave miró a su novia con gracia, disfrutaba de verla disfrutando.

Seguramente está ebria, adivinó. La conocía perfectamente.

De reojo pudo ver a alguien conocido.

Zac, el chico al que Madeline le había hecho un oral en su coche.

Dave frunció el ceño, y lo observó. Él miraba a Madeline con una sonrisa,  recorrió su cuerpo de pies a cabeza con la mirada. Dave se percató de aquello.

Entonces Zac se dio curnta de que el pelirrojo lo observaba. Le sonrió, con una perfecta dentadura, y unos hoyuelos irresistibles para las chicas se asomaron en sus mejillas.

—Hey, Dave. Amigo —se acercó a Dave. Lo abrazó por el cuello y Dave lo siguió mirando con  desprecio —. ¿De verdad siguen siendo amigos? Creí qué con tu carácter y el de ella no durarían mucho. Pero veo que sí. ¿No crees que es preciosa? —la sangre de Dave estaba caliente y Zac solo seguía mirando a Madeline con lujuria — Pagaría lo que fuera por otra noche con ella, aún recuerdo sus mejillas rojas y su boca en mi...

Dave no lo dejó terminar. Lo empujó y lo golpeó en el rostro.

Con la respiración acelerada, y con tal violencia y salvajismo de un animal rabioso, se lanzó hacia el moreno, lo tiró sobre el suelo, y lo atacó. Zac no era buen peleador y nada violento que quedó noqueado al instante. Pero Dave siguió golpeándolo. Estaba muy drogado. Debido al  bullicio y a la música,  la pelea no fue el centro de  atención durante unos segundos, hasta que la canción  acabó.

𝕻𝖗𝖔𝖒𝖎𝖘𝖊𝖘 ☆𝕯𝖆𝖛𝖊 𝕸𝖚𝖘𝖙𝖆𝖎𝖓𝖊☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora