cuarenta y cinco

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⚠️ CONTENIDO SEXUAL ⚠️

MADELINE


-Hasta acá huelo el sexo, Madeline

-Mierda, cállate, Lisa -dije adentrándome a la casa de Lisa mientras arrastraba la maleta detrás de mí.

-Supongo que lo terminaste, ¿verdad? -dijo entre risas - Un buen polvo de despedía nunca está demás.

-Demonios -suspiré y solté la maleta, me estiré para eliminar el dolor de mi espalda debido al peso de mis cosas y de mis problemas.

-Ni siquiera te tomaste el tiempo de arreglar tu cabello, tus mejillas están rojas como el carajo, ¿cómo estuvo? -se cruzó de brazos y me miró expectante.

-No te daré detalles de cómo cogimos, Lisa -respondí con obviedad -. Préstame dos dólares, es urgente.

-Ay, mierda -hizo una mueca de horror -. No me digas que...

-Fue un puto error.

Lisa caminó hasta el bolso que estaba colgando en el perchero junto a la entrada. Sacó su billetera.

-Eso quiere decir que ambos estaban necesitados, ¿no es así? -me entregó un billete.

-Te lo pagaré -respondí.

-Te acompaño -asintió con la cabeza -. ¿Sabes? No estoy lista para ser tía.

-No lo hagas más incómodo -me quejé mientras ambas salíamos de la casa.

-Pero, ¿si rompieron, verdad?

-Sí, Lisa. Eso creo, simplemente tomé mis cosas y me largué. Creo que lo hice enojar -dije esperando a que Lisa entrara a su coche y me abriera la puerta. Una vez que estuvo adentro y pude entrar, suspiré con pesadez -. Prácticamente le dije que Christopher hacia mejores orales que él.

Lisa me miró con sorpresa y con la boca abierta, soltó una escandalosa carcajada.

-¿Y es cierto?

-¡No!

Lisa volvió a reír.

-Demonios -Lisa resopló con lastima mientras manejaba -. Simplemente recuerda por qué carajos tomaste esta decisión. Le importó un carajo herirte, te estuvo mintiendo sobre absolutamente todo. Sobre rehabilitación, sobre la historia con Christopher, te ocultó lo de aquella chica...

-Lo sé, no es necesario que lo recuerdes -tragué saliva.

-Sabes que no necesitas a un hombre para un buen orgasmo, Maddie -dijo de manera reconfortante.

-Lisa, no me siento mal solo sobre el sexo ‐dije con obviedad y puse los ojos en blanco -. Sabes que no es eso -me encogí de hombros -. Me siento vacía -dije, extrañamente me sentía así desde que había dejado el departamento, fue como si hubiese enterrado al edificio con Dave adentro para así dejar todo atrás y poder olvidar.

-Madeline, necesitas un poco de distracción. Vamos a una discoteca esta noche, ¿está bien? -me miró suplicante.

-No dejes de mirar el camino -empujé con suavidad su cara para que no dejase de mirar hacia enfrente -. No sé, Lisa. No le encuentro sentido.

-Vamos, la pasaremos bien -insistió.

-Lisa...

-Mujer, te acostumbraste tanto a él que no existe otro tipo de vida para ti, él es tu rutina. Y eso, Madeline-me apuntó con un dedo -... Es una mierda de vida.

𝕻𝖗𝖔𝖒𝖎𝖘𝖊𝖘 ☆𝕯𝖆𝖛𝖊 𝕸𝖚𝖘𝖙𝖆𝖎𝖓𝖊☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora