𝕻𝖗𝖔𝖒𝖎𝖘𝖊𝖘 ☆𝕯𝖆𝖛𝖊 𝕸𝖚𝖘𝖙𝖆𝖎𝖓𝖊☆

quince

NARRADOR OMNISCIENTE

—¿Y sabes qué es lo peor? —preguntó Madeline arrastrando las palabras. Y David, no hizo más que seguir oyendo las quejas de una Madeline ebria, en lugar de estar bebiendo con sus amigos — Que acabo de salir con un chico extraordinario, casi perfecto, y no pude sacar a Dave de mi cabeza. Soy una mierda, lo sé, tratar de sacar a Dave, a ese estúpido y bonito idiota pelirrojo, jugando con otro chico.

David abrió los ojos con sorpresa.

—¿Te gusta Dave? —preguntó sorprendido.

—¡Si! Eso exactamente. —dijo desanimada, y después, comenzó a llamar al mesero.

Pero David se lo impidió.

—No, no. Ya bebiste demasiado. Será mejor que te lleve a tu casa, Madeline.

—¡No! Hace mucho que no me embriago, déjame beber. Puede que así pueda sacar tan solo unos segundos a Dave de mi cabeza, ¡por favor! —hizo un puchero como niña pequeña.

David negó con la cabeza.

Él estaba sorprendido por la reciente confesión de Madeline. Cuando ambos habían llegado al bar, David la presentó a sus amigos, comenzaron a beber y a platicar alegremente, pero al parecer Madeline estaba dispuesta a embriagarse, entonces comenzó a platicarle a David sobre su cita con Jeffrey, le contó la historia de cómo se conocieron ella y Dave, y después, le terminó confesando que a ella le gustaba su mejor amigo, Dave.

—Madeline, puedo llevarte a tu casa...

—¡No! A mi casa no, mi abuela se molestará si me ve así, aparte, creo que mi madre llegaba hoy a casa después de su viaje.

—Pero no puedes seguir bebiendo.

—Claro que puedo, ¡hey, mesero! —llamó a un mesero joven, más joven que ella y David, probablemente de unos diecisiete años. Y aquel muchacho se acercó a Madeline — Eres muy joven para trabajar aquí. Oye, tráeme un tequila, ese que me sirvieron hace rato, estaba buenísimo, por favor.

El chico asintió tímidamente, y cuando él se dio la vuelta para servir el trago de Madeline, David lo llamó.

—No, no traigas más. La tengo que llevar a casa.

El chico asintió nuevamente con timidez y siguió con su trabajo.

—Te llevaré a casa de Dave...

—¡¿Qué?¡ —habló histérica Madeline —¿Acaso no escuchaste nada de lo que dije? Ese idiota me gusta, ¿y me vas a llevar con él? ¡JA! Quiero seguir bebiendo.

Madeline se levantó de aquel banco en el que estaba sentada y comenzó a hacer platica con los amigos de David que estaban una mesa delante de ellos.

David bufó con pesadez y negó con la cabeza.

No quería meter en problemas a Madeline con su abuela. Aparte, ni si quiera sabía donde era que ella vivía. Y Dave, él estaba con su novia, y no sabía cómo reaccionaria Dave con él si se enteraraba que él había sido quien había invitado a un bar a Madeline, y no sabía como podía reaccionar Madeline ante la presencia de Dave. Definitivamente David no sabía qué hacer. Podía parecer una decisión sencilla, pero no lo era.

~☆~

El castaño no estaba seguro de que si haber llevado a Madeline a su departamento había sido buena idea.

Madeline se la pasaba maldiciendo todo lo que se topaba en su camino. Y no dejaba de reír. Ella estaba muy ebria.

Para David, fue una especie de misión imposible hacer que Madeline quisiera entrar a su departamento. Pues para empezar, ella a duras penas podía mantenerse de pie. Y ella no dejaba de hablar, y David temió a que el pelirrojo reconociera la voz de su amiga al pasar frente a su puerta y saliera de su departamento y se encontrara con él  y Madeline borracha yendo a su departamento.