uno

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MADELAINE

Dave me tomó de la mano furiosamente, y ambos subimos al autobús. Cuando Dave entregó nuestros boletos al chófer, nos acercamos a unos asientos libres y pusimos nuestras mochilas en el maletero de arriba para que no nos estorbaran, a excepción de la guitarra de Dave, la dejó frente a su asiento.

Me senté a un lado de la ventana y Dave a un lado mío. Yo giré mi cabeza para ver hacia fuera, le eché una mirada a los chicos.

James miraba el suelo y cerraba los ojos, tenía los puños cerrados. Lars sólo nos miraba desde afuera con un rostro nervioso. Y Cliff, igualmente nos miraba, pero él tenía una mueca triste, se notaba en sus ojos, y eso dolía; él era una persona dulce.

Cruzamos miradas, me miró triste y trató de darme una media sonrisa, yo le sonreí de la misma forma y me despedí con un movimiento de mano. Apreciaba a montones  a Cliff y me estaba lastimando alejarme de él, probablemente él no quería eso, probablemente él no sabía qué más hacer.

Probablemente, ninguno de los tres había comprendido a Dave.

Aunque, desde luego, ellos no eran los únicos culpables, Dave también era muy idiota a veces.

James fue el primero en dar la vuelta e irse, de ahí le siguieron Lars y Cliff, este último con la mirada en el suelo y las manos metidas en los bolsillo de su usual chaqueta de mezclilla.

—Si quieres quedarte, puedes hacerlo, Madeline —escuché la voz de Dave y yo inmediatamente me acomodé en mi lugar para verle. Estaba serio mirando su guitarra. Estaba dolido, lo conocía, y sabía que estaba  lleno de rabia.

Odiaba verlo así.

—Obvio que no, yo vine a verte a ti —acaricié su cabello delicadamente —. Dave, ¿por qué piensas que querría quedarme con ellos? —cuestioné molesta negando con la cabeza.

Suspiró y habló.

—Tendrán fama y esas mierdas —dijo secamente.

Y antes de que yo pudiera decir una cosa, me interrumpió.

—No digas nada por hoy, Madelaine. Tomaré una siesta —fue lo último que dijo, para después acomodarse en su lugar y cerrar los ojos.

Bufé pesadamente y giré mi mirada hacia la ventana. Sería un largo viaje.

Estaba enojada. La forma en la que echaron a Dave había sido dura. James y Cliff tenían esperanzas de que yo me quedara con ellos. Pero para ser honesta, yo me había unido al viaje por Dave. Él me lo pidió. Y lo hice por él.

Aparte, Dave prefirió mandarme a mi un boleto que a Diana. Su novia. Ella ni siquiera estaba enterada de que yo había ido a San Francisco solo por Dave.

Me sentía mal por ella, pero Dave era mi mejor amigo y quería estar con él.

Realmente no sabía qué iba a pasar con Dave. Él era duro y fuerte. Pero estaba dolido y furioso, y eso me aterraba. Temía a que su adicción empeorara.

Amaba a Dave, casi como un hermano, y jamás podría dejarlo solo.

Odiaba su dolor.




𝕻𝖗𝖔𝖒𝖎𝖘𝖊𝖘 ☆𝕯𝖆𝖛𝖊 𝕸𝖚𝖘𝖙𝖆𝖎𝖓𝖊☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora