𝕻𝖗𝖔𝖒𝖎𝖘𝖊𝖘 ☆𝕯𝖆𝖛𝖊 𝕸𝖚𝖘𝖙𝖆𝖎𝖓𝖊☆

sesenta y tres

🌸

Hola, nada más para recordarles que voten y que comenten. Siento que la historia ya está avanzando mucho, entonces me gustaría que sí dejen sus comentarios al respecto, que me digan qué piensan y demás, amo cuando lo hacen.

¿Tienen teorías, hay algo que ya no les gusta de la historia, ya les aburrió?

Y por cierto, feliz año nuevo. Gracias por absolutamente todo su tiempo, les deseo siempre lo mejor.

⚠️LEVE CONTENIDO SEXUAL⚠️

MADELINE

-Mierda, Dave -chillé -. Si entregamos este puto auto hecho mierda nos van a joder. Mejor toma el volante.

-No -respondió expulsando el humo de su boca -, me sorprende que aún no sepas manejar -volvió a dar otra calada al cigarro y a los segundos lo volvió a soltar por la nariz -. Por eso te estoy enseñando... Otra vez.

-Pero los coches aquí son tan extraños, me confunden -repliqué frenando de golpe -. ¿Por qué demonios el volante estaría del otro lado?

-Vamos, deja de quejarte. Suficiente tengo con arriesgar mi puta vida en este maldito Nissan -volvió a dar otra calada a su cigarrillo -. Sería un puto chiste si muero en un auto jodidamente aburrido como este, Madeline. Entonces pon los ojos al frente.

Eso hice, dejé de mirar sus muecas exageradas y miré hacia el frente.

-Ni siquiera sé por qué demonios acepté hacer esta mierda, Dave -dije pisando el acelerador con suma delicadeza, pero aun así, fue demasiado para que nuestros cuerpos se balancearan hacia enfrente -. No tengo auto, y no tengo pensado comprarme uno por ahora.

-Y no lo hagas nunca -dijo con cinismo.

-¿Por qué no? -dije indignada intentando seguir en un solo carril.

-Mierda, tu acabas de decir que no lo necesitas-replicó.

-Pero eso no significa que no aprenda a conducir nunca, imbécil -me quejé.

-No te alteres, ¿quieres?

Ambos nos quedamos en silencio. Y para mi sorpresa, no me había desviado del carril.

-¿Ahora qué? -dije con terror.

-Bien, según el puto mapa... -dijo mirando con dificultad el pequeño mapa de la ciudad que nos había dado la agencia donde rentamos el auto. Recordé que de vez en cuando él tenía que usar anteojos pero nunca le gustó llevarlos - Para volver, debemos girar a la derecha.

Solté un chillido.

-Estoy en el carril equivocado entonces.

-Estás a tiempo, solo gira el volante. La calle está libre para ti, entonces no matarás a nadie.

-No puedo -me quejé, ya estaba frustrada.

-Confío en ti -dijo mirando por el retrovisor.

-Pero dijiste que estabas arriesgando tu puta vida, Dave.

-¿Y? Confío en ti, no es la misma mierda, -dijo con naturalidad, entonces tomó el volante y me miró atento. Yo lo miré con terror - ¿lista?

-¿Qué? No, mierda, Dave. No se te ocurra...