NARRADOR OMNISCIENTE
Había pasado una semana después de que Madeline había discutido con su madre. La muchacha no había salido absolutamente para nada. Se quedaba en su habitación leyendo, escuchando música y estando al pendiente de la puerta y el teléfono; por si a Dave se le ocurría pasarse por ahí o llamar.
Dave la había llamado hace unos días para contarle que ya estaba habitando el piso que había rentado. Ese día la madre de Madeline estuvo en el trabajo y no hubo problema con estar vigilando a cada rato que la mujer la estuviese espiando.
Ambos amigos habían quedado de verse en el piso del colorado Mustaine.
Dave le dijo que pasaba por ella, pero ella se negó rotundamente diciendo que iría hasta allá.
La razón era que su madre ese día si estaba en casa, y no quería que viera a Dave. Pues gracias a la falsa confesión que había dado en su última discusión, su madre tenía una gran indignación con ambos jóvenes.
Madeline caminaba tranquilamente por las calles de Los Angeles, estaba a sólo unos pocos pasos para llegar al edificio donde Dave había rentado el piso. Cuando llegó, la puerta se abrió antes de que ella pudiera tocar el timbre del piso correspondiente al de su amigo.
Un chico aproximadamente de unos dieciséis años había abierto la puerta, cargaba con él una patineta.
-¿Quién eres? -preguntó el muchacho.
-Vengo a ver a un amigo -respondió con amabilidad Madeline.
-Bien, pasa -y sin mucha importancia, el muchacho se hizo a un lado para dejar pasar a Madeline -. Mi tía es la casera, supongo que no hay problema en que te deje pasar. Adiós.
Y sin más, el chico cerró la puerta una vez que Madeline estuvo adentro y él ya estaba afuera, listo para subirse a su patineta.
Madeline con un poco de confusión por la actitud tan confianzuda que tuvo el muchacho con ella, empezó a subir las escaleras en busca del piso de su amigo.
Cuando la pelirroja estuvo frente al nuevo hogar de su mejor amigo, tocó la puerta. No esperó más de diez segundos cuando esta se abrió.
Ella se encontró con un Dave sin camiseta y con unos shorts holgados rojos, con una coleta mal hecha y su gorra negra de "Suicidal Tendencies" que ella le había regalado el año pasado en año nuevo.
-Llegaste, estaba a punto de mandar todo a la mierda y dejar todo este desastre del carajo así como está -fue lo primero que Dave dijo señalando hacia el interior de su piso.
Madeline hizo una mueca y movió o a un lado a su amigo con su barzo para adentrarse al lugar.
Cuando miró el desastre que había, soltó unas cuantas carcajadas.
El pelirrojo cerró la puerta y la miró confundido.
-¿Entonces sólo me invitaste aquí para que te ayudara a acomodar todo esto? -preguntó ella con una ceja elevada.
-No -respondió serio Dave -... Bueno, sí. Algo así.
La muchacha no hizo más que reír.
-Bien, te ayudaré.
-Mierda, si no, no sé qué hubiera sido de este lugar.
La muchacha rodó los ojos y negó con la cabeza.
-No sé que harías sin mí, Mustaine -dijo bromista en un largo suspiro -. Ahora mueve tu plano trasero y a trabajar, tonto.
Dave la miró como si estuviese ofendido, aún con esos ojos relajados y cansados propios de él.
-Quisieras tener este lindo trasero en tu mano, muñeca -respondió él señalando sus sentaderas.
Ambos rieron de manera suave, Madeline solo negó con la cabeza y se pusieron manos a la obra, tal como Madeline había pedido.
×
-Entonces, dime... ¿Qué tan bien follo?
Madeline le había contado a Dave sobre aquella discusión con su madre mientras ambos se dedicaban a acomodar el piso del muchacho. Le contó cada detalle hasta el final.
La muchacha se sonrojó y cubrió su rostro con sus manos.
-Mierda, Dave. Lo dije para hacer enojar a mi madre. No jodas más con eso.
-Es que eres muy estúpida, cuando tu madre me vea me va a a querer cortar la bolas -dijo con frustración.
Ambos iban el auto del pelirrojo, en dirección a la casa de Madeline.
-No es necesario que te vea.
-¿Me estás diciendo que ahora me tengo que esconder de tu madre? -dijo con incredulidad -Tú no me jodas ahora.
-Tu mismo acabas de decir que cuando mi madre te vea va a querer cortarte la bolas, Dave -respondió molesta la muchacha.
-Era una puta broma, Madeline -el pelirrojo apretó la mandíbula y también sostuvo el volante con más fuerza, sus nudillos se tornaron blancos -. Me vale una mierda lo que ella quiera hacer conmigo, pero tú y yo... No podemos estar escondiendonos de la bruja de tu madre todo el tiempo. Así no funciona.
Ambos estaban hartos de que Dave tuviera que evitar el contacto con la madre de Madeline. Pues aquella mujer estaba llena de prejuicios hacia el mejor amigo de su hija.
En realidad, el único problema era Andrea, la madre de la muchacha, pues la abuela de Madeline siempre trataba a Dave con amabilidad, como si fuese otro nieto para ella. Y aunque la mujer sabía que Dave no llevaba una vida muy equilibrada, él era la persona que mantenía fuerte y segura a su nieta, él era como el resplandor en la vida de aquella muchacha, aparte, ella también sabía perfectamente que en el fondo, Dave era un chico amable.
En el trayecto que sobraba para llegar a casa de Madeline, ninguno dijo nada más. Ambos estaban resentidos.
Cuando por fin llegaron a su destino, ella soltó un fubido.
-Dave...
-Entra a casa rápido, si tu madre te ve aquí nos va a matar -interrumpió a su amiga abruptamente.
-Dave, mira, yo...
-Hablo enserio, no quiero que tu madre me vea aquí y me corte las bolas por culpa de una de tus estúpidas e infantiles mentiras -volvió a interrumpir a Madeline, esta vez siendo grotesco -. Ahora, ya, baja del coche.
Madeline tragó en seco y tensó su mandíbula. No dijo una palabra más, se bajó del coche de Dave cerrando la puerta de golpe. Sin mirar atrás o darle una última mirada al coche de su amigo, caminó hasta el portón de su casa.
Le dolía la situación. Pues ella estaba metía entre la espalda y la pared; amaba a su madre, amaba a Dave.
Quería estar con Dave y ser como cualquier amistad normal, pero no quería problemas con su madre.
Sonaba fácil decir que Madeline podría irse de casa, ser independiente y tener las amistades que ella quisiera. Pero no, su madre siendo una mujer con poder, era capaz de todo para hacer que su reputación y la de su hija no estuviesen manchadas. Pues para la mujer, Dave era una mancha de suciedad en el camino de su hija.
Pero más que nada, Andrea Clark era errónea y prejuiciosa, dos de los peores males del hombre. Y su hija, Madeline Clark, no podía hacer nada en contra de las ideas de su madre.
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𝕻𝖗𝖔𝖒𝖎𝖘𝖊𝖘 ☆𝕯𝖆𝖛𝖊 𝕸𝖚𝖘𝖙𝖆𝖎𝖓𝖊☆
Fanfiction¶|P - Dave tomó su lápiz y empezó a escribir con lágrimas en los ojos, miestras su corazón estaba hecho polvo... "Te veré en la próxima vida, te lo prometo" "Donde podamos estar juntos, te lo prometo" "Esperaré hasta entonces en el cielo, te lo pro...