Cuando alguien imagina su futuro, solo se le vienen a la cabeza momentos felices. Nunca nos paramos a pensar en la otra parte, ni siquiera por un segundo. El futuro nos emociona de tal manera que casi opaca al presente, como un escudo frente al día a día. Nos consolamos diciendo que lo que viene será mejor, igual que con eso de que en algún momento, salvaremos al mundo. Aunque la realidad es más cruda y con intentar minimizar los daños, no es suficiente. Ese era el siguiente paso, que todo quedara a un lado, para poder avanzar. El único problema, es que Natalia se sentía paralizada, como cuando la comida se quema y el olor te lo advierte, pero sigues ahí removiendo con la intención de salvar algo del plato.
No sabía cómo afrontar la situación y cada una de las opciones que se le pasaban por la cabeza no le parecían buena idea. Confesarle a su madre que estaba detrás de su fracaso y que conocía sus planes, solo la perjudicaría a ella y además, podía darse en caso de que terceros salieran dañados, así que estaba descartado. Y señalarla con el dedo como autora intelectual de todo aquel lío no le convenía, porque la situación podía ir a peor. Necesitaba pensar en otra estrategia, por eso caminaba de un lado al otro del salón.
-Siempre caminas cuando algo te preocupa- Carraspeó Alba tras ella-.
-Es bueno para la salud- se dio la vuelta y le dedicó una mueca-.
-No has dejado de murmurar en sueños palabras sin sentido- confesó Alba casi en un susurro-. Y ahora intentas que cada una tome su lugar.
-Ni siquiera se que es lo que pretendo- admitió Natalia con gesto cansado-.
-Proteger a tu hermana- Alba sonrió-, ser su escudo contra las balas, pero no consigues encontrar un parapeto que esté a la altura y tienes miedo- se acercó a ella y le tomó la mano-, un miedo del que no puedes escapar.
Natalia esquivó a Alba y le soltó la mano, perturbada por aquella lectura tan perfecta de sus pensamientos mas encriptados. Se alejó de ella unos pasos y mantuvo la distancia mirando por la ventana. Alba se dio la vuelta y suspiró viendo como los músculos de su espalda se tensaban, marcándose en la camisa. Avanzó hasta colocarse a su lado y miró hacia delante, observando como el sol intentaba teñir el gris con algo de color.
-El miedo es como tener un hermano pequeño- confesó Alba-. Puede sacar lo mejor o lo peor de nosotros y eso es lo que más nos aterra.
-No se que debo hacer- reconoció Natalia soltando un suspiro-. Esquivar las balas y salir corriendo siempre ha sido mi especialidad y ahora...me siento paralizada.
-Es el primer efecto del miedo- confesó Alba con tono cariñoso-. Ahora solo tienes que mirarlo de frente y no vacilar, pero dudas por si ese miedo toma represalias contra Elena porque tú te deshagas de él.
-¿Crees que sentirá remordimiento?- le preguntó Natalia-. Por...Elena.
-No lo sé- reconoció Alba-. La gente como tu madre- carraspeó no queriendo ser muy incisiva-, solo piensa en sí misma.
-No dejo de pensar en por qué cambió de blanco- reconoció Natalia-. No puedo quitármelo de la cabeza- se apartó de ella y llenó un vaso de whisky-. Se mostró...razonable ante mi propuesta de desayuno.
-Y esa respuesta no encaja en su comportamiento- adivinó Alba-.
-Todo es demasiado confuso- Natalia soltó un suspiro-. Es evidente que reconoce su error- miró hacia la escalera para asegurarse de que siguieran solas-, ¿pero tiene intenciones de enmendarlo? - le preguntó con gesto contrariado-.
-Eso dependerá de sus siguientes movimientos- confesó Alba-. La culpa no repara en quienes somos, sino en los remordimientos que guardamos dentro. ¿A dónde quieres llegar con todo esto?- le preguntó acercándose un poco más-.
![](https://img.wattpad.com/cover/219989193-288-k396521.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Una droga de diseño
FanfictionLa vida, un sorprendente y continuo sin sentido... Natalia y Alba se conocen prácticamente desde que nacieron, siempre han sido unas fieles compañeras de vida. De risas y llantos, de luces y sombras, de buenos y malos momentos. Entre ellas todo flu...