Narra Fabián Hoffmann
No sé cómo sucedió eso, nunca la había tratado así, pero de solo pensar que ella quería dejarme me hizo salir de control. La amo, pero no quiero tenerla lejos de mi, y menos por culpa de cosas insignificantes como su hermano y lo de tener hijos.
Todo me tenía de mal humor, habían pasado unas semanas y las cosas estaban tensas, pero me estaba encargando de que las cosas se arreglaran, hoy, cumplimos nuestro primer año de casados, todo lo que ha pasado en tan poco tiempo me sorprende, pero confío en que mi plan salga como quiero e irme con mi esposa de este lugar, juntos, como tiene que ser.
—¿Cómo vas? —Entró Albert a la sala con un vaso de whisky en sus manos
Hoy regreso nuevamente de Holanda...
—Bien —dije acercándome a él. Estábamos en el jardín de su mansión
—Te felicito —palmeo mi espalda —Cerraste el trato con los rusos con éxito
—Si
Odiaba todo esto. Tenía que tener un arma conmigo todo el día y toda la noche por qué no me sentía seguro mi un segundo. Eso, más que me encargo de darle información sobre que Grecia está en un retiro espiritual en México, eso no ha sido tan difícil, ya que tengo comprados a los hombres que el envío para buscar información de ella.
Del que no sabía nada era de mi abuelo, él también cree que estoy muerto. Comunicarse con él es muy peligroso, por esa razón he mantenido total distancia, pero mandé a averiguar con Colton cómo está
—Quita esa cara Fabián —lo mire —El imperio que estamos creando juntos, será el más importante de toda europa —sonrió
Nunca podía dedicarle una sonrisa, ni siquiera una falsa. Todo lo que me ha hecho desde que soy un niño, me abandonó, luego me dió drogas, casi arruina mi vida. Me enteré de sus negocios y su mala vida, la señora Elena. Es un violador, en pocas palabras el odió que siento contra el nunca podré superarlo.
—Ya quiero que tengas un hijo, un heredero más —rodé los ojos discretamente
Otra persona que me habla del tema. Mire el cielo, casi oscurecía
—Tengo que irme —iba a darme la vuelta pero su voz me detuvo
—¿Por qué te vas tan temprano? —arquee una ceja y lo mire —Parece que tienes una mujer en casa —sacó un cigarrillo
—Hay que contar cuántos kilos tengo en el almacén —dije tratando de mantener la calma
—Te veo algo estresado —me miró de arriba a bajo —Te hace falta una buena chica —se acercó a mi —Ven, conozco un lugar
—No —dije —En Serio estoy agotado, me iré
—Te mandaré la chica a casa —lo mire de nuevo
—...no es...
—No te niegues, Fabián —arqueó una ceja —Si no vienes conmigo iré a tu casa
Tenía que ir con él. Lo conocía, iría a la casa y eso no se lo iba a permitir.
—Esta bien —sonreí levemente —Vamos a tomar algo
Una sonrisa se dibujó en sus labios. Algo estaba planeando, sin duda, y eso me preocupaba
Narra Grecia Evans
Termino de poner la mesa y enciendo las velas aromáticas. Hoy es nuestro primer aniversario de casados, no iba a dejar que está fecha se arruinara, por eso, preparé una cena especial para ambos. Me había puesto un vestido color vino de hombros caídos, era algo ajustado, pero quería sorprenderlo.
También iba a soltar la bomba de que estaba embarazada, y dependía de su respuesta de si me quedaría o no.
Miro la hora en el reloj sobre la pared, son casi las 10:00 pm, no pensé que fuese a llegar tan tarde, sin embargo decidí esperarlo un poco más.
En una semana tendría oficialmente dos meses de embarazo, me sentía en una nube al pensar en ello. A veces me sentía mal físicamente debido a eso pero de solo pensar en el hijo que iba a tener, fácil una sonrisa se asomaba en mi rostro.
Salí al patio un segundo, quería respirar aire mientras esperaba a mi marido. Camine por el lugar y mire la luna ¿No pensaba venir hoy acaso? Entiendo que las cosas entre nosotros han estado tensas, pero tampoco era para tanto, o eso pensé yo.
De la nada, un pensamiento me invadió: ¿Y si Fabián estuviera con otra mujer?
Sacudí mi cabeza y seguí caminando. En las últimas semanas le hablaba a mi bebé, y ese momento no fue la excepción.
—No te preocupes bebé —sonreí con mis manos sobre mi abdomen. Camine de regreso a la casa —Va a llegar, ya lo verás. Estoy segura que no se va a oponer a tu nacimiento amor
O de eso quería convencerme a mi...
—Ya quiero conocerte
Solo tenía dos meses y ya soñaba con conocerlo, o conocerla. Me imaginaba un montón de escenarios de mi familia. Con mi hijo o hija, de solo pensarlo sonreí de oreja a oreja
—Todos se van a poner felices al saber que vienes en camino —entre en la casa —Tu abuelo James, Tus tíos, Alicia y...
—Y su abuelo Albert
Me paralice en mi posición. Mi corazón comenzó a latir a toda velocidad y mi mente gritó "¡Estás en peligro!"
—Claro que me alegra tener un nieto —lo oí de nuevo
Se valiente Grecia
Me giré y lo ví. Como siempre me dedicó una mirada asquerosa. Tenía las manos en sus bolsillos
Noté como habían muchos más hombres alrededor de la casa, sus hombres
—¿Qué... qué haces...aquí? —dije nerviosa
—¡JA! —soltó una risa sarcástica —Fabián fue un imbécil al creer que no sabría de ti, aquí —me apunto —Lo descubrí
Dió un paso y yo retrocedí uno igual, quería salir corriendo, pero a dónde
—Así como descubrí a Colton comprando pruebas de embarazo... Todo fue más claro que el agua, Grecia
Sonrió
—Fabián...¿Dónde está Fabián? —pensé lo peor enseguida
—Mi hijo está... Divirtiéndose
Fruncí el ceño
—¿A qué...que...?
—Quiso ir a relajarse un poco, con una amiga mía claro
—¿Qué? —dije incrédula
—Es está muy tenso estos días —avanzó hacia mi —Así que le propuse que saliéramos
—Eso...eso ni es cierto —mis ojos se llenaron de lágrimas —No es verdad
—Que Fabián estuviera aquí, sería la cereza del pastel. Habría acabado con él de una vez por todas. Pero ¿Sabes que es mejor? —se me acercó enseguida tomándome por sorpresa —Llevarme a su esposa e hijo de una vez... Aunque no sabe del hijo que esperas —acarició mi rostro —Pero no te preocupes... Todo estará bien
Era mi fin
…
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Una Vida a tu Lado
Roman d'amourUn matrimonio por contrato. Grecia ha sido obligada a casarse con un desconocido para salvar la empresa familiar, pero lo que no sabe es que en realidad sus padres la obligaron a eso para poder salvarla de un enemigo. Al conocer a su esposo, se lle...