Chapter 22

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Los campeones

Athenea:

En clase DCAO

-- Alastor Moody - se presentó sacando una lista, y comenzó a pronunciar los nombres, recorriendo la lista con su ojo normal mientras el mágico giraba para fijarse en cada estudiante conforme respondía.

-Bien -dijo cuando el último de la lista hubo contestado «presente»-. He recibido carta del profesor Lupin a propósito de esta clase. Parece que ya sois bastante diestros en enfrentamientos con criaturas tenebrosas. Habéis estudiado los boggarts, los gorros rojos, los hinkypunks, los grindylows, los kappas y los hombres lobo, ¿no es eso? Hubo un murmullo general de asentimiento.

-Pero están atrasados, muy atrasados, en enfrentamientos con maldiciones. Así que he venido para prepararlos contra lo que unos magos pueden hacerles a otros. Dispongo de un curso para enseñaros a tratar con las mal...

-¿Por qué, no se va a quedar más? -dejó escapar Ron. El ojo mágico de Moody giró para mirarlo. Ron se asustó, pero al cabo de un rato Moody sonrió.

-Supongo que tú eres hijo de Arthur Weasley, ¿no? -dijo Moody-. Hace unos días tu padre me sacó de un buen aprieto... Sí, sólo me quedaré este curso. Es un favor que le hago a Dumbledore: un curso y vuelvo a mi retiro.

-Así que... vamos a ello. Maldiciones. Varían mucho en forma y en gravedad. Según el Ministerio de Magia, yo debería enseñaros las contramaldiciones y dejarlo en eso. No tendrían que aprender cómo son las maldiciones prohibidas hasta sexto. Pero el profesor Dumbledore tiene mejor opinión y piensa que podréis resistirlo, y yo creo que, cuanto antes sepan a qué se enfrentan, mejor. ¿Cómo pueden defenderse de algo que nunca han visto? Un mago que esté a punto de lanzar una maldición prohibida no va a avisar antes. No es probable que se comporte de forma caballerosa. Tienen que estar preparados. Tienen que estar alerta y vigilantes. Y usted, señorita Brown, tiene que guardar eso cuando yo estoy hablando.

Lavender se sobresaltó y se puso colorada. Le había estado mostrando a Parvati por debajo del pupitre su horóscopo completo. Daba la impresión de que el ojo mágico de Moody podía ver tanto a través de la madera maciza como por la nuca. -- Pero primero quién puede decirme ¿Cuántas maldiciones imperdonables existen?

Tres señor - dijo Her

Por qué se llaman así?

Por qué son imperdonables. Si un mago las usará....

...Se ganaría un boleto derecho a Azkaban. Correcto.
Y... Cuál analizamos primero?

Weasley. Mencione un maleficio

-Eh... -dijo Ron, titubeando- mi padre me ha hablado de una maleficio imperius.

-Así es -aprobó Moody-. Tu padre la conoce muy bien. Hace unos años le dio problemas al Ministerio. Tal vez esto les muestre por qué...

Moody se levantó con cierta dificultad sobre sus disparejos pies, abrió el cajón de la mesa y sacó de él un tarro de cristal. Dentro correteaban tres arañas grandes y negras. Moody metió la mano en el tarro, cogió una de las arañas y se la puso sobre la palma para que todos la pudieran ver. Luego apuntó hacia ella la varita y murmuró entre dientes:
-¡Imperio!

La araña se descolgó de la mano de Moody por un fino y sedoso hilo, y empezó a balancearse de atrás adelante como si estuviera en un trapecio; luego estiró las patas hasta ponerlas rectas y rígidas, y, de un salto, se soltó del hilo y cayó sobre la mesa, donde empezó a girar en círculos. Moody volvió a apuntarle con la varita, y la araña se levantó sobre dos de las patas traseras y se puso a bailar. La mayoría río, pero los chicos y yo nos regresamos a ver, era como reactivar recuerdos. Moody tampoco río.

The Last GrindelwaldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora