Chapter 38

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Divertirnos un poco:

Athenea:

Al día siguiente íbamos a desayunar y nos encontramos con los chicos en la sala común

- Buen día solecitos...

- Buen día A

- ¿Cómo están? - Entré a sus mentes --- Les tengo buenas noticias... ya hemos encontrado un sitio para celebrar nuestra primera reunión de defensa. Hoy a las ocho en punto en el séptimo piso, frente al tapiz en que los trols están dándole garrotazos a Barnabás el Chiflado.

- Y nuestro entrenamiento de quidditch?

- Uno, no entrenamos hasta las 8 solo hasta las 7 y 30, además está un clima del asco.

- Okey A

Eran diez para las 8, cómo se volvió costumbre, íbamos tarde, así que utilizamos el mapa, aunque los alumnos de quinto curso podían estar en los pasillos hasta las nueve en punto, preferimos no tomar riesgos. Mis seguidores estaban en camino y el trío de oro ya estaba ahí. -

- ¡Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas!

Un mapa de Hogwarts apareció en la superficie en blanco del pergamino. Unos diminutos puntos negros móviles, etiquetados con nombres, mostraban dónde se encontraban en aquel momento algunas personas.

-Filch está en el segundo piso -. Y la Señora Norris está en el cuarto.

-¿Y la profesora Umbridge? - preguntó Lizzie, inquieta.

-En su despacho -contesté.-

Había un tramo vacío de pared frente a un enorme tapiz que representaba el absurdo intento de Barnabás el Chiflado de enseñar ballet a los trolls-. Ahí pasamos tres veces por delante de este trozo de pared, centrándonos en lo que necesitamos, una vez que apareció la puerta, saludamos a los Slytherin que nos estaban esperando y entramos.

Las paredes estaban cubiertas de estanterías de madera, y en lugar de sillas había unos enormes cojines de seda en el suelo. En unos estantes, en la pared del fondo de la sala, se veían una serie de instrumentos, como chivatoscopios, sensores de ocultamiento y un gran reflector de enemigos. Había todo tipo de libros Maldiciones básicas y cómo combatirlas... Cómo burlar las artes oscuras... Hechizos de autodefensa...

Todos ya habían llegado y al ingresar nos regresaron a ver. Éramos más de 20 Slytherin. Y las miradas de desconfianza se hicieron presentes. Sin dar importancia pedí a mis Slytherin con Alex a la cabeza que se sentaran. También Theo, Blaise, Lizzie y Pansy. Draco no tenía intenciones de moverse de mi lado, pero Pansy se lo llevó.

-Bueno -dijo Harry un poco nervioso-. Éste es el sitio que hemos encontrado para nuestras sesiones de prácticas, y por lo que veo... todos lo aprueban.

-¡Es fantástico! -exclamó Cho, y varias personas expresaron también su aprobación.

-Qué raro -comentó Fred echando un vistazo a su alrededor con la frente arrugada-. Una vez nos escondimos de Filch aquí, ¿te acuerdas, George? Pero entonces esto no era más que un armario de escobas.

- ¿Qué es eso? -preguntó Dean desde el fondo de la sala, señalando los chivatoscopios y el reflector de enemigos.

-Detectores de tenebrismo -. Indican cuándo hay enemigos o magos tenebrosos cerca, pero no hay que confiar demasiado en ellos porque se les puede engañar... - conteste

-. Bueno, hemos estado pensando por dónde empezar y... -Vi una mano levantada-. ¿Qué pasa, Her?

-Creo que deberíamos elegir nuestros líderes-

The Last GrindelwaldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora