Chapter 31

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El cementerio

Athenea:

Sentí como mis pies daban contra el suelo. Mi pierna herida flaqueo y al caer, toqué mi brazo lastimado

-¿Dónde estamos? -preguntó.
Cedric sacudió la cabeza. Se levantó, y junto con Harry me ayudo ponerme de pie. Me apoye sobre el segundo. Habíamos abandonado los terrenos de Hogwarts. Era evidente que habíamos viajado muchos kilómetros. Nos hallábamos en un cementerio oscuro y descuidado de una pequeña iglesia. A la izquierda se alzaba una colina donde se distinguía apenas la silueta de una casa antigua y magnífica. Cedric y yo miramos la Copa.

-¿Te dijo alguien que la Copa fuera un traslador? -preguntó.

-Nadie -respondió Harry, mirando el cementerio. El silencio era total y algo inquietante-. ¿Será esto parte de la prueba?

-Ni idea -dijo Cedric. Parecía nervioso...

--- Será mejor sacar las varitas les dije. Miré alrededor y lo reconocí de mi sueño y tuve la extraña sensación de que alguien nos vigilaban.

-- Chicos... esto no está bien. Tenemos que ir...

-Alguien viene -dijo Harry

Escudriñando en la oscuridad, vislumbraron una figura que se acercaba por entre las tumbas. No podía distinguirle la cara; pero, por la forma en que andaba y la postura de los brazos, llevaba algo parecido a un bebé. Quienquiera que fuera, era de pequeña estatura, y llevaba sobre la cabeza una capa con capucha que le ocultaba el rostro.

-- Chicos... Hay que irnos... -- Necesitaba volver a Hogwarts, pero no podía moverme con la pierna mal, de pronto Harry cayó al suelo y yo con él, intenté a absorber su dolor, pero era demasiado fuerte y tuve que soltarlo, quedando demasiado débil. Desde lo lejos, se escuché una voz fría y aguda que decía:

- Mata al otro. -- en un instante una segunda voz gritó al aire de la noche estas palabras:

-¡Avada Kedavra! -- Trate de llegar a Ced, pero no podía pararme, el dolor era insoportable, vi el destello de un rayo de luz verde, pasar frente a mi y cayó.

-- Noooo!!!-- sentí que me arrancaron una parte de mi. Traté de arrastrarme a él, cuando la segunda voz me ataba a una lápida, no tardé en reconocerlo, era colagusano. No tenia fuerzas para luchar. Ced, no podía esta muerto, estaba a menos de cuatro metros, más allá la copa. Colagusano arrastró a Harry hacia una lapida de mármol con el nombre de Tom Ryddle. Había un caldero con un liquido que se calentaba rápidamente. Colagusano tomó el bulto que tenia en las manos y lo tiró al caldero.

Que se ahogue escuché que Harry pedía. El dolor había provocado que pierda el control de mi legeremancia. Sabia que ese bulto era Voldemort y esta poción lo reviviría. Empezó a añadir ingredientes

-- El hueso del padre tomado sin permiso

-- La carne del sirviente entregada voluntariamente - extendió su mano derecha y con una daga se la cortó. --- sollozaba y gemía de dolor, pero continuó.

-- y la sangre del enemigo tomada por la fuerza. - hizo un corte a harry

-- Resucitará al señor tenebroso

El caldero hervía y salpicaba en todas ls direcciones, y del interior se levantó una silueta oscura, un hombre, alto y delgado como esqueleto. Vísteme pidió y colagusando aun sollozando, le colocó una túnica negra. Sus ojos eran rojos, con nariz como serpiente y pequeñas rajas en lugar de orificios. Él volvió. Voldemort había vuelto.

-Levanta el brazo -dijo Voldemort con desgana

-¡Ah, señor... gracias, señor...! -- Alargó el muñón ensangrentado, pero Voldemort volvió a reírse.

The Last GrindelwaldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora