The Last Grindelwald

chapter 50

Duelo

Narrador omnisciente:

Las vacaciones para Athenea fueron una tortura, el dolor era parte de ella, no salía, no comía, no podía pensar en nada más que en su padre, quería justicia, quería que todo acabará. Lo poco que dormía era asediada por pesadillas, el único sueño "agradable" que tuvo fue la primera noche.

- Hola pa

- Hola mi niña

- Te extraño

- Yo también te extraño mi princesa

- ¿Cuándo regresas a casa?

- Créeme daría lo que sea para estar contigo cariño

- Pero no estás en casa ahora

- Eres muy graciosa. -Linda puedes hacerme una promesa? Hazle caso a tus abuelos en todo lo que te digan. Ayúdanos en todo lo que necesite

-Lo prometo

- Bien

-Bien. Recuerda que te amamos como nunca amamos a alguien

- Los abuelos están llorando

- No mi princesa - responden ellos, sonriendo falsamente

- Mira a la ventana y mira el cielo

- ¿Por qué? No te veo

- Pero yo a tí sí
- Te estaré cuidando desde arriba, bueno?

- Te espero

- Ya estoy en camino

Eso la deprimió más. Solo se levantó para el juicio de Lucius Malfoy, su mundo se desmoronó y en parte era culpa de Lucius, pero no quería dejar solo a Draco, quien no había podido visitarla durante el verano. Sus amigos trataban de estar con ella, pero ella se negaba. Cuando llegó, estaba con un traje azul oscuro y gafas que cubrían sus ojeras. Cissy la abrazó y le agradeció por estar ahí, pero cuando iba a abrazar a Draco, este se apartó y se la llevó a un lado.

- ¿Qué haces aquí Athenea ?

- Apoyarte, estás loco si pensabas que te iba a dejar solo en este momento.

- No te quiero aquí Athenea, será mejor que te vayas.

- No quiero que estés solo.

- No te necesito, andate Athenea, antes de que los reporteros noten tu presencia - Cada una de esas palabras le dolían, cómo puñales al corazón, su abuela Freya y tío Remus llegaron y se fueron a sus asientos.

Ella estaba junto a Draco, mientras el juicio iniciaba, ella tomó la mano de Draco y éste empezó a jugar con sus anillos. Pero cuando apareció Lucius, este apartó la mano rápido y bruscamente. Para luego ver a su madre y salir a la mitad. Ella se quedó hasta que Freya emitió sentencia.

Volver a la mansión fue una tortura, tanto para Athenea, como para Remus, el cuál esa misma tarde tomó una misión de la orden. Porque todos los recuerdos vinian de golpe, todo lo que vivieron, recordarlo era una tortura.

De regreso en la mansión apareció Kreatcher, al verla cayó de rodillas

- Oh, mi ama... yo... lo...

- No te preocupes, estoy bien, ¿qué pasó??

- Joven ama, creo que es momento de que lea esto... cartas de mi amo Regulus, para usted y su madre y debe saber... el anillo que le dió su padre... tiene un regalo de su madre para usted, consideré que le gustaría saber... pero creo que no debe utilizarla, como esa vez en el ministerio.