capítulo 12.

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Baje a desayunar luego de calmarme y hacer todo lo qué debía.

No comí mucho, casi no tenía hambre.

-No has comido casi nada te sientes bien.-Me preguntó Porsche.

-Si, solo no tengo mucha hambre.-Sonrei, Vegas me miraba con una mueca y se levantó y me colocó la mano en el hombro sonriendo.

-Come, debes alimentarte Kim.- Bajo toda la cordialidad eso parecía una orden.- Ni el hijo de Kinn es tan berrinchudo.- Todos se rieron, a mi no me daba gracia, en medió de las risas se agachó a mi oído.- No vas a moverte de está mesa mientras ese plato no quede vacío, ¿me escuchaste?, O le digo a Kinn tu sucio secretito, ¿Se entendió?.- Volvió a sonreír y puso más fruta en el plato.- Vamos come.- Asentí.

Todos apoyaron eso regresando a verme a mi y no al bebé de Porsche, que es a quién habían estado prestando atención.

Tomé el tenedor y me llevé una fruta tras otra a la boca, cuando el plato quedó vacío me levanté y fui a buscar un baño.

- Si haces eso le cuento.- Me dijo cuando iba a entrar a vomitar.

-Vegas me duele el estómago.- Me quejé.- No me gusta la fruta para el desayuno.

-No me interesa Kim, si vomitas un solo gramo de esa comida todos van a saber qué eres un omega.- Levantó los hombros.- Tú decide.

Me agarré el estómago y me senté en el patio, en serio me dolía, quise resistir el dolor pero luego de un rato no pude.- Vegas.-Llame y el se alejó de Kinn para venir dónde mi.

-¿Qué quieres?.-Me dijo.

- En verdad me duele,no te miento.-Susurre.

-Camina -Me dijo.-Kinn voy a ayudar a Kim en algo ya vuelvo.- Mi hermano no dijo nada solo sonrió.

Fuimos a mi cuarto y me señaló con la cabeza la puerta del baño.

Fuí y apenas tope el lavamanos vomite.-Idiota.- Dijo Vegas mientras aparecía a tener los mechones de mi cabello.

Cuando mi estómago se quedó vacío me sentí tranquilo.-¿Qué quieres comer?.-Hablo.

-Nada.

-No, no Omega.-Me sacudió.-Nada no es una opción, si yo te pregunto que quieres comer, tu me contestas un alimentó.-Me soltó.-¿Que quieres comer?.- Repitió.

-Una taza de leche.- Respondí.- Un chocolate como los qué me obsequiaste el otro día.

-Ves, no es tan difícil si cooperas, vamos a la cocina.- Caminé a su lado, me sentía cansado.

Cuando te pueda llamar "MÍO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora