Capitulo 88

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Kim me escucho atentamente, no me interrumpió y cuando termine el relato de por qué tenía un hijo y no se lo había dicho el solo recostó su cabeza en la almohada de la cama del hospital y suspiro.

-¿Estás molesto?.-Dije acariciando su cabello y viendo cómo cerraba los ojos al dejarse acariciar.

-No, no estoy molesto, estoy algo contrariado por la información, pero molesto, no, jamás, hemos pasado tantas malas cosas que estar molesto sería ilógico.-Tomo mi mano.-Supongo que no se lo dirás, se lo prometiste a su familia adoptiva.

-No, aún que quisiera, su familia lo quiere y no se merecen eso.-Kim solo abrió los ojos.

-Gracias por contarme, pero tienes razón su familia adoptiva y el no se merecen eso, tú estuviste junto a él a tu manera, eso es suficientemente.-Sabia muy bien que en el fondo Kim deseaba que no se lo dijera por qué no quería tener más problemas.

-Si, lo estuve.-me senté en el filo de la cama del hospital.

.....

Unos días más tarde luego de esa charla le dieron el alta a Kim, la vida parecía haberse vuelto común y sencilla.

Había conseguido un trabajo como profesor, Kim había solicitado un trabajo como médico a previa consulta y después cuidaba al bebé y a Sunny.

Sunny siempre era curioso, veía a Yue como si investigará sus deseos y emociones, Kim tenía razón ellos eran hermanos sin importar nada.

Después de mi último día de clases 5 meses después de mi bebé una llamada de Kinn entro a mi celular.

-Kinn.-Hable mientras caminaba a casa.

-Vegas, necesito que le digas a Kim que me responda los mensajes.-Dijo molestó.

-¿Por qué debería influir en eso?.-Cuestione.-Tu solo te ganaste el odio de Kim, y ahora estoy caminando no puedo hablar.-Colgue, ¿Quien se cree?, Cuando Kim y yo necesitamos de el por ayuda , el solo nos ignoro y dijo que no era de su interés.

-Malditom-Susurre molesto antes de cubrirme de la lluvia de verano con mi bufanda.-Me olvidé el paraguas , maldita sea, eso me pasa por no venir en carro.-Refunfuñe, la llamada de Kim me había sacado de mi comodidad y buen humor.

-Profesor.-Una vos qué no reconocía me llamo, me di la vuelta y Vi la cara de un alumno.-Buenas tardes.-Dijo sonrojado.

Debería tener un signo en rojo de interrogación.-¿? .-En mi frente, no entendía cuál era la razón de ese sonrojo.

-Dime.-Hable sin interés.

-Tenga .-Dijo extendiendo un paraguas negro y haciendo una reverencia, el chico tenía su paraguas y me ofrecía otro.

-Gracias.-Lo tome para abrirlo y no mojarme más.-Te lo agradezco, ¿Alumno de qué clase eres?.

-En realidad de ningúna suya .-Dijo y abrí los ojos en grande.-Solo lo había visto muchas veces.-Esa era la razón de su sonrojó entonces, me reí.

-O vaya, bueno gracias por el paraguas, me retiró.-Iba a empezar a caminar pero la voz me llamo.

-¿Pará dónde va?.-Al parecer quería acompañarme.

-A mi casa.-Hable.

-Puedo caminar con usted.-Negue.

-No, probablemente mi Omega saque la escopeta y te dispare en la cabeza si me ve llegar con alguien.-Me burlé y el chico que para mí era un cachorro con fantasías por su profesor se asustó.

-¿Tiene Omega?.-Asenti.

-Tengo un hijo mayor que tiene tu edad.-Dije para que entendiera que era mayor.

-Los de física dijeron que no tenía anillo.-Me reí.

-No en las manos al menos.-Tome la cadenita de oro de mi cuello del cual colgaba una argolla de oro blanco con oro rosado que habíamos elegido Kim y yo.-Mira, como te lo digo, es normal el amorío fantaseado , especialmente a tu edad, eres joven, pero no tienes ni debes insinuar te a tus mayores de esa manera, vete a casa, gracias por la sombrilla.-Saque mi billetera y le extendi un billete.-Comprate otra.

-No, no yo la traje para usted.-Tome su mano y le puse el billete.

-Gracias pero no lo aceptaré como obsequio, yo te la compré, yo te la pago, y ahora vete a casa.-Dije despidiéndose con la mano y lo deje atrás.-Niños.-Susurre mientras me dirigía por la avenida de mi casa.

Llegué díez minutos después.

-Llegue.-Dije quitándome los zapatos.

-Papá.-Sunan corrió y se colgó de mi cuello.

-Hola pequeño .-Bese su mejilla.

-Hola mi amor .-Dijo Kim.

-Hola.-Dije atrayendolo y besándolo.

-¿Y ese paraguas?.-Lo ví.

-Me olvide el mío, lo compre o me iba a empapar.-Deje el paraguas cerrado en la canasta y caminamos a la sala de estar, donde el bebé dormía plácidamente en un sillón acomodado por Kim.

-Quiero esa vida.-Dije riéndome.

-Ve a lavar tus manos ya está la comida.-Asenti.

-Hoy me llamó tu hermano Kinn.-Kim asintió sirviendo la comida y se fijó que no estuviera Sunny ahí antes de hablar.

-A mi también me llamo, pero no le respondí.

Dijo sin interés.-¿Que crees que quiera?.

-No lo sé, ni me interesa.-Susurro Kim

Cuando te pueda llamar "MÍO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora