-Hermano.- Kinn me abrazó.
-Kinn, cómo estás.- Kinn tenía ese olor a alfa protector, ese olor que había flaqueado al heredar el negocio y supongo qué al convertirse en padre.
Las inyecciones no me hacían perder mi olfato o la necesidad de querer un alfa o una familia, podía ocultar muchas cosas pero eso era algo qué las inyecciones solo controlaban.
-Muy bien, mírate ya eres todo un adulto.- Asentí.
-Si, soy todo un adulto.- Entramos a casa y nada había cambiado dentro.
-Primo.- Macao me saludó.
-Miren quien está aquí.-Salude feliz.
-Hola Kim.- Ese era Chay.
- Hola Chay cómo estás.- Lo abracé.
-Bien, muy bien.- Todos apostaban a qué si era alfa me emparejarian con Chay, espero que dejarán esa idea si les digo que soy Beta, Chay huele como un hermano no como una pareja.
Vegas estaba sentado en el sillón.- Hola Kim.
-Vegas.- Saludé.-¿Y dónde está nuestro otro hermano?.- Pregunté a Kinn.
- Con el médico, son pareja qué podemos hacer, dijo que te vería mañana.- Asentí.
Comimos y yo empecé a mariarme conforme el efecto de la inyección dejaba mi sistema.
-Estoy muy cansado.- Me disculpe.- Familia creo qué me retiro.
-Claro Kim, es lógico qué te canses.- Kinn era comprensivo.
Me levanté y caminé a mi habitación y cuando cerré la puerta me metí en la bañera, la sangré me volvía a quemar y el agua fría no lograba calmarme el dolor.- Ugh..-Era un dolor desesperante.
-Kim.-La vos de Vegas venía de fuera del baño.
-Me estoy duchando.-Dije sacando fuerza.
-Solo subí a dejar una maleta tuya que se le quedó abajo a uno de los trabajadores.- Habló.
-Agradezco tu ayuda primo.- Estaba intentando no quejarme del dolor.
-Esta bien.- La vos se calló y escuché la puerta cerrarse.
Cuando el dolor disminuyo y me dejó agotado deje que el agua se fuera y me duche antes de salir con los ojos cansados y tirarme solo con la toalla en la cama.
Había un olor en el cuarto, un olor riquísimo, busqué de dónde venía el olor y mis ojos llegaron al velador dónde estaba mi maleta de mano y justo alado había una caja de chocolates, me senté y la tomé en mis manos.
"Bienvenido, Att: Vegas".- Decía la cajita.
Abrí los chocolates y me comí uno, pero lo que olía delicioso era la caja, era el olor de Vegas en la caja, supuse que la había tenido un tiempo y por eso olía a el.
-Desde cuando huele así.- Me acerqué la caja a la nariz y la volví a olfatear, el dolor de las inyecciones había disminuido con el olor de Vegas.- Huele malditamente bien.- me comí otro chocolate y me cambié por mi ropa de dormir y me acosté con la caja cerca a mi nariz.- Buenas noches.-Susurre antes de caer dormido.
Mi celular empezó a sonar y me estiré a tomarlo.- Uh.. quien es.-Dije adormilado.
"- No me llamaste ayer.- La voz de Isacc mi mejor amigo salió igual de profunda que siempre.
-Isacc, lo siento alfa llegué muy muy cansado, comí y caí directo a la cama.- mientras hablaba escuché la puerta como si la abrieran, regresé a ver pero no ví nada.- Genial estoy paranoico.-Susurre.
-¿Paranoico?.- Isacc repitió y me reí.
-No era a ti, creí escuchar la puerta.- Hablé.- Estoy vivo Is, no te preocupes.
-Te extraño Omega, ¿Cuánto tiempo te quedarás?.- Me acosté de nuevo.
-No lo sé alfa, la manada está allí, no me extrañes tanto.- Me reí.
-Claro, Omega insensible.- Me reí.
-Si, soy el Omega más insensible del mundo.- Hablé.- Iss tengo qué irme, bye, no te mueras sin mi, eres el mejor amigo alfa del mundo.
-Chao, y tú el mejor amigo omega.- La llamada se cerró y me levanté."
Sin las vacunas era un Omega demasiado alegré, me sentía bien.
-Pero no todos tenemos lo que queremos cuando lo queremos.- Me senté y me inyecte.
Fui a la ducha y antes de salir me encargué de no verme cansado por la vacuna, y me comí un chocolate de la caja y le di un gran respiro al olor a Vegas qué al estar abrazado por mis brazos la caja se había borrado un poco.
Cuando empujé la puerta está si estaba entreabierta.- Mierda, no era paranoia.
Ví fuera y no había nadie, esperaba enserio que no me hayan escuchado delatarme a mi mismo cuando hablaba con Isacc.
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Cuando te pueda llamar "MÍO"
Fiksi PenggemarEn está vida todo había cambiado, las cosas eran distintas. La mafia era cruel pero la manera en la que ser alfa, beta y Omega definía tu estatus. Yo, Kim era un jóven que se fue de su hogar a estudiar de pequeño y después descubrí que era Omega m...