AL DÍA siguiente, Jasper estaba abajo de la casa de Athena regando todas las plantas mientras ella creaba un ruido de cosas arriba mientras se arreglaba. Athena escuchó sonar su teléfono y luego sintonizó el sonido desde abajo, en lugar de ir a su joyero para elegir los que hacían juego con su vestido. Había ido de compras con Alice, donde trató de obligarla a comprar un vestido azul claro que no le gustaba tanto como el negro que tenía en casa. Una sacudida de pánico recorrió su espalda mientras miraba hacia el lugar donde pensó que había dejado su anillo con el escudo de los Cullen, solo que el área estaba completamente desprovista de cualquier anillo. Uno pensaría, dada la cosa de los vampiros y todo eso, perder cosas no sería fácil para ella. Cuando ese no era el caso en absoluto, perdía cosas todo el tiempo y normalmente solo esperaba a que aparecieran de nuevo como solía hacerlo. Solo que esta vez no podía esperar por eso, el anillo era demasiado especial.–¡Cariño! Tenemos que irnos, Alice está llegando al punto del asesinato–, gritó Jasper desde las escaleras mientras caminaba hacia ellos, guardando su teléfono en el bolsillo después de que Alice le gritara a medias. Tuvo que luchar contra el impulso de reírse parte del tiempo, ella estaba actuando tan diferente a su habitual ser tranquilo y flotante.
–Espera un segundo, no puedo–, gritó después de unos segundos, seguido de un alboroto de ruido mientras comenzaba a recoger cosas para comprobar si el anillo estaba detrás de ellos. Llamó suavemente a la puerta y luego la abrió, notando que ella todavía estaba en pijama y buscando detrás de una pila de libros.
–¿Qué ocurre?– preguntó, casi desconcertado por la atmósfera tensa de la habitación.
–No puedo encontrar mi anillo, me lo quité cuando entré al baño y ahora no lo puedo encontrar–, respondió frenéticamente buscando en el área circundante de sus colgadores de joyas y todas las cosas que estaban debajo. No encontró nada y luego comenzó a caminar por la habitación, buscando en cada grieta que podría haber caído.
–Oye–, hizo una pausa, moviéndose rápidamente por la habitación mientras colocaba sus manos sobre sus hombros para detener el paseo. –Relájate, lo encontraremos–. Pasaron al menos cinco minutos buscando el anillo, verificando dos veces todos los lugares donde podría haber caído. Athena estaba cada vez más preocupada a medida que pasaba el tiempo, sintiéndose terrible por perder algo que tenía tanto valor. Eso fue hasta que la mano de Jasper salió disparada del costado de la cama, con el anillo agarrado victoriosamente entre sus dedos. Ella sonrió y corrió hacia donde estaba él, tomando el anillo y deslizándolo en su dedo. Se había caído de su escritorio y estaba detrás de una pila de papeles escritos con una máquina de escribir que también estaba debajo de su cama. No podía soportar separarse de él, incluso si estaba roto.
Ella lo abrazó agradecida una vez que se levantó de nuevo. –Caballero con un traje atractivo–, se rió ella, arreglando la ligera torcedura de su corbata.
Se rió entre dientes, levantando una ceja, –¿Supongo que eso te convierte en una princesa en pijama?
–Reina en realidad–, sonrió suavemente y luego se volvió hacia el guardarropa, caminó hacia allí rápidamente y sacó su vestido. Jasper se dio la vuelta mientras se cambiaba, arreglando el desorden de su escritorio que la búsqueda había causado mientras cerraba la cremallera. Ella preguntó, –¿Puedes ponerme el collar de plata con el amuleto de la flor impresa?
Encontró el collar al instante y caminó hacia ella mientras desabrochaba el broche, colocándolo sobre su cuello después de que ella apartó las puntas de su ahora rizado cabello. Una vez abrochado, se soltó el pelo y se miró en el espejo. –Fascinante como siempre–, sonrió, besando suavemente la nuca de ella. Ella sonrió, con los ojos cerrados por un momento.
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WRITER IN THE DARK • JASPER HALE - TRADUCCIÓN
FanficAthena disfrutó viendo los placeres más pequeños, hasta un simple escarabajo en la tierra. Después de todo, después de unos buenos años de vida, no podía dejar de notar las cosas más pequeñas. Las grandes cosas ya no tenían el mismo efecto. Ella sim...