69 - Baile

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–¿A DÓNDE VAMOS?– preguntó Athena mientras Jasper conducía, manteniendo sus ojos enfocados en el camino mientras se oscurecía progresivamente a medida que pasaba el tiempo.

–Al mismo lugar que íbamos cuando preguntaste hace cinco minutos–, respondió con una leve sonrisa, la mayoría ansiosa por saber cuál era la sorpresa.

Ella suspiró frustrada, –¡A algún lado no es una respuesta, Jasper!– No hubo respuesta, el auto quedó en silencio a causa de la leve música proveniente de la radio que ella había encendido tan pronto como entraron al auto. –Está bien, está bien–, se quejó, finalmente rindiéndose mientras se giraba para mirar por la ventana. Observó las luces a medida que se acercaba la noche a través del cristal, distinguiendo las sombras de los árboles en los jardines de las personas. Ella sonrió al echar un vistazo a la vida de los mortales, viendo cómo se veía su sala de estar o lo que estaban viendo en la televisión. Estaba bastante contenta de ver tantas caras sonrientes, sintiendo que a veces no había suficiente de eso en la vida mortal.

Luego frunció el ceño cuando se detuvieron en el aparcamiento casi lleno de un hotel de aspecto elegante al azar. –¿Un hotel? ¿En serio? ¿Esta es la gran sorpresa?– preguntó con molestia cuando él abrió la puerta del auto para ella.

–Estoy un poco ofendido que pienses tan mal de mí.

Levantó una ceja mientras salía del auto, la intriga sacando lo mejor de ella, –supongo que–

–Deja de adivinar–, se rió entre dientes mientras cerraba la puerta, no queriendo que ella lo descubriera antes de que él quisiera que ella lo supiera. Ella lo siguió, mirando a su alrededor en busca de algún tipo de señal de por qué estaban aquí con cada paso que daba. Vio a una mujer con el pelo extravagante recogido con una horquilla muy perfecta entrando al hotel con un enorme baúl que solo la confundió aún más cuando entraron al vestíbulo.

Después de que obtuvo la llave del escritorio, caminaron hacia la habitación mientras Athena todavía miraba a su alrededor para ver qué estaba pasando. Ella, cuando llegaron a la habitación, no había encontrado nada más que a la mujer en el estacionamiento con cabello extravagante. Con un simple clic en la puerta, entraron en la habitación y una vez más miró a su alrededor en busca de lo que estaba pasando. Jasper observó por un segundo, divertido por la mirada terriblemente confundida en su rostro antes de susurrar, –Mira en el baño.

Ella levanta una ceja, mirándolo. –Ok…– respondió ella antes de caminar hacia el baño, sonriendo alegremente mientras abría la puerta y cruzaba el umbral. –Dios– se apagó, corriendo más adentro de la habitación. –¡Esto es hermoso!– exclamó, pasando su mano por lo que colgaba de una percha frente a la ducha.

–Alice y Luna ayudaron a elegirlo–, sonrió ante su alegría mientras se apoyaba contra el marco de la puerta, observándola mirar los intrincados detalles del regalo.

Se dio la vuelta y sonrió emocionada, –¿Me pongo esto?

–Hay un baile temático en el salón aquí dentro de una hora y media–, respondió él, sonriendo mientras los ojos de ella se iluminaban antes de volverse hacia el vestido. Era de color rosa rubor, con una gran falda de tul y un corsé incorporado que lo hacía parecerse a un vestido que habría usado en la época victoriana para un baile. Tenía los lazos de los hombros para sostenerlo un poco y el tul que cubría toda la falda del vestido tenía las flores de encaje más hermosas y detalles de encaje por todas partes. Había un par de guantes hasta el codo a juego y un par de tacones de lo más cómodos, no históricamente exactos, pero nunca querría usar los zapatos de la época victoriana nunca más, eran terriblemente incómodos y apretados. –Quería hacer algo por ti que realmente te gustaría desde que eres... bueno, ya sabes. ¿Buena sorpresa?

WRITER IN THE DARK • JASPER HALE - TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora