BELLA HABÍA estado mejorando y dado que se acercaba el día que Carlisle estimó que daría a luz, eso era algo muy bueno. Se había revivido parte de la tensión de la muerte inminente, pero todos se vieron afectados por el problema de estar constantemente cerca de un mortal que bebía sangre de un vaso de espuma de poliestireno. Ella y Jasper pasaron tanto tiempo en ese techo que terminaron arreglando algunas tejas sueltas que probablemente tenían algún tipo de daño por el viento.
Athena se sentó con Jasper en su habitación mientras miraba una especie de película. Estaba respondiendo correo electrónico tras correo electrónico sobre su libro, hablando con Pria sobre cómo el libro estaba ganando popularidad en todo el país. Pero aún no se lo había contado a nadie, sabiendo que no era el momento para ese tipo de cosas y si se lo contaba a alguien, entonces Jasper definitivamente querría una copia que revelara algo que ella no estaba lista para dar. él todavía. No del todo todavía de todos modos. Después de terminar con los correos electrónicos, bajó las escaleras en busca de su iPod que Emmett le había prestado antes de que él, Carlisle y Esme salieran a buscar combustible para el nacimiento del bebé.
Justo cuando entró en la habitación, una sucesión de huesos rotos resonó por toda la habitación mientras Bella caía al suelo y Edward le cogía la cabeza. En cuestión de segundos, la habían llevado cojeando y gritando de dolor a la oficina de Carlilise donde estaba todo el equipo médico que pudieran necesitar. –Rosalie, pása la morfina–, gritó Edward, su voz todavía extraña y relativamente tranquila dado lo que estaba pasando.
–Carlisle dice que la placenta se a desprendido–, gritó Alice con pánico mientras Athena observaba cómo el estómago de Bella se movía como si estuviera hecho de gelatina. No se parecía en nada a un estómago de embarazo habitual y la sola vista la tenía cada vez más y más preocupada.
Rosalie levantó un bisturí, sosteniéndolo contra el estómago de Bella antes de que Edward la detuviera. –¡Rose! Deja que haga efecto la morfina–, medio furioso, mirando a su esposa con tanta preocupación en sus ojos. Parecía casi salvaje.
Athena actuó rápidamente. Tomó una de las manos de Bella, apretándole con fuerza como si algo la conectara a tierra y la mantuviera conectada a través de todo el proceso alucinante. comenzó a trabajar a través de los muchos receptores de dolor en su mente. Entumeció receptor tras receptor, cortando por completo algunos de los principales.
–¡Sáquenlo, ahora!– Bella gritó, sacándola de su mente al instante. Observó cómo Rosalie hacía el corte en la parte inferior de su estómago, la sangre goteaba por su estómago y la mano de Rosalie. Luego levantó el bisturí, viendo la sangre gotear por sus dedos tan intensamente que solo significaba una cosa. Alice y Luna trabajaron más rápido que Rosalie, tirando la hoja de su mano antes de que pudiera llevársela a los labios. Los dos la arrastraron fuera de la habitación, ignorando las llamadas de Bella tras ella.
–¡Lu!– llamó Athena, deteniendo al vampiro en seco. –¿Irías a ver a Jasper?– preguntó ella, sabiendo muy bien que él sería capaz de oler la sangre del piso de arriba. Luna asintió y luego desapareció, subiendo las escaleras a toda velocidad y alejándose de toda la sangre que quemaba su garganta. –Bella, necesito que sigas respirando, si no hay oxígeno en tu cerebro, no puedo eliminar el dolor–, Athena trató de mantener su voz un tanto tranquilizadora, pero el pánico que rodeaba toda la habitación la había alterado. El control mental funcionó de manera diferente para los mortales. Todo el daño que le hizo a la mente se revertiría ante el único signo de falta de oxígeno, como un restablecimiento de fábrica.
Volvió a profundizar en su mente, esta vez encontrando increíblemente difícil llegar a los receptores del dolor debido a los poderes de bloqueo aumentados de Bella. Probablemente tenía algo que ver con la adrenalina que corría por sus venas mezclada con la falta de morfina que empezaba a hacer efecto en su ya adormecido cerebro. Athena sintió que su propia mente comenzaba a dar vueltas como lo hizo la de Bella, sintiendo los síntomas apagados que tenía debido a lo profunda que estaba en su mente. Los gritos de Bella, los constantes gritos ensordecedores lo hacían aún más difícil, pero ella estaba haciendo todo lo posible. Ella adormeció el dolor tal como lo haría la morfina, asegurándose de no dejar intacto un receptor del dolor. No le importaba que el daño fuera a otras cosas por accidente, sabiendo que después de que todo esto terminara, simplemente podría revertirlo.
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WRITER IN THE DARK • JASPER HALE - TRADUCCIÓN
FanfictionAthena disfrutó viendo los placeres más pequeños, hasta un simple escarabajo en la tierra. Después de todo, después de unos buenos años de vida, no podía dejar de notar las cosas más pequeñas. Las grandes cosas ya no tenían el mismo efecto. Ella sim...
