77 - Comienza la batalla

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EL DÍA anterior a la batalla llegó más rápido que la mañana y Athena dio un paseo tranquilo por el bosque justo antes del anochecer. Se detuvo en su árbol, el hermoso árbol con todas las ramas rizadas, y subió a un lugar cómodo. Se quedó tendida allí, con la mano tapándose los ojos cuando era necesario mientras miraba a medias la puesta de sol y a medias leía el libro en su regazo mientras escuchaba la música más tranquila. El último libro de su lista final de novelas que quería leer antes de morir y justo cuando la oscuridad hacía que fuera más difícil ver, pasó la última página y terminó la historia.

Sus piernas se sentían más pesadas a medida que se acercaba a la casa y cuando cruzó la puerta, se sentía como si se estuviera moviendo a través del alquitrán. Tar, que se volvió un poco más soportable cuando entró en la habitación a un grupo de personas que se reían. La risa y la felicidad de la noche cayeron cuando todos se dirigieron al bosque, escondidos en los árboles cerca de donde Alice dijo que ocurriría la batalla antes de que ella desapareciera. Todos se pararon torpemente, sin saber muy bien qué hacer con ellos mismos a medida que pasaba el tiempo. Renesmee estaba acurrucada en la cama, durmiendo profundamente y Athena deseaba poder hacer lo mismo. Apagar su cerebro por un tiempo, dejar que se recargara en caso de que lo que había planeado para mañana tuviera que suceder. La acción literalmente drenaría toda su energía a la vez, haciendo que su sed fuera tan fuerte que su cuerpo solo buscaría algo para comer. Humano o animal. Solo esperaba no tener que usarlo, ya que no lo había practicado antes de que pudiera tomar diferentes formas de mal.

Jake interrumpió sus pensamientos de desprecio lanzando una pila de troncos en medio de un semicírculo. Benjamin, con un ligero movimiento de su mano, encendió los leños y una hoguera floreció frente a ellos. El aire olía celestial ahora, no a preocupación y anticipación. –Esto si me gusta, una hoguera antes de la batalla, contando historias de la guerra–, Jake sonrió suavemente mientras se sentaba en un tronco, seguido de cerca por Benjamin, Tia y Athena, quienes parecían complacidos con las llamas danzantes. –O simplemente parados como estatuas–, se rió entre dientes, bajando la voz a un susurro a pesar de que sabía que aún podía ser escuchado. La mayoría de los vampiros parecían árboles, algunos ni siquiera hablaban y miraban hacia las profundidades del bosque.

–Nombren cualquier batalla, yo estuve allí–. Garret, quien acababa de correr hacia la fogata con la mayor emoción, dijo mientras se sentaba alrededor del fuego.

Jake, quien francamente parecía bastante interesado en la propuesta, pensó por un momento antes de responder, –Pequeño gran cuerno.

–Estuvo a punto–, respondió Garrett con una sonrisa arrogante, haciendo un gesto con los dedos. –De morder a Custer, pero los indios llegaron primero.

–Ahora vuelvo–. Athena le susurró a Tia mientras se levantaba del tronco, sonriendo para disipar la preocupación de Tia antes de adentrarse en el bosque. Tan profundo que nadie podía oírla. Athena una vez más se subió a los árboles, esta vez tan alto que cuando se acostó en la rama, todo lo que podía ver era el cielo nocturno. Las miles de estrellas sobre ella y la luna, brillando tan intensamente sobre su rostro que el brillo cruzó su mejilla cuando salió de las sombras. Yació allí por un momento, en paz con la Tierra antes de que algo que había estado temiendo hacer durante semanas apareciera en su mente. Tenía que hacerlo ahora, no había otra oportunidad de hacerlo en otro momento. Así que sacó su teléfono de su bolsillo y le rezó a Lucifer para que no estuviera durmiendo.

–Billy...– susurró por el teléfono tan pronto como él lo levantó, el corazón comenzaba a sentirse como si estuviera siendo estrangulado.

No te atrevas a decirlo–, respondió con severidad, la voz sin temblar en lo más mínimo.

WRITER IN THE DARK • JASPER HALE - TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora