73 - Despotricar

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MÁS GENTE había aparecido en la casa de los Cullen, preparada para presenciar la rareza del nacimiento de Renesmee en persona en una batalla verbal (con suerte) contra los Volturi. A Bella le habían dicho sobre la repentina desaparición de Luna, Alice y Jasper y le dio la noticia a Athena de una forma bastante educada y considerada, admitió ella. Llegó a su casa, así que estaban solos y le dio toda la información que sabía con una sonrisa y un tono reconfortante. Athena actuó lo mejor que pudo, sintiéndose decepcionada y sorprendida cuando debería haberlo estado y callada cuando Bella discutió sus pensamientos con ella. Ella nunca pronunció una palabra de conocimiento sobre su desaparición en privado antes de que ocurriera, a pesar de que no sabía nada más que ella sobre la situación.

Con el aumento del número de vampiros, más y más miembros jóvenes de la manada de lobos comenzaron a aparecer en el bosque. Jake debe haberse olvidado de contarles sobre Athena, ya que fue atacada por un lobo bastante terco en el borde de la reserva antes de ir a casa de Billy. Lo cual, por supuesto, fue perdonado, pero solo cuando coincidió con la promesa de que no volvería a hacer lo mismo.

Pero con los nuevos invitados, llegaron algunas noticias para las que el Clan Cullen no estaba preparado de ninguna manera o forma. Así que se produjo una reunión para discutir este cambio repentino en la batalla que se avecinaba. –Cuando Aro quiere a alguien de un clan, no tarda en encontrar evidencia que pruebe que ese clan cometió algún crimen–, uno de los vampiros cuyo nombre Athena aún no había conseguido, comenzó la reunión. –Sucede muy pocas veces, nunca noté un patrón.

–Todo esto es por Alice–, respondió Edward, con una mirada de furia ciega escondida detrás de sus ojos.

–No, Edward–, le susurró en la mente, soltando su control sobre su mente. –No quiero que toda esta gente lo sepa.

Emmett, probablemente sabiendo por qué se miraban tan intensamente, tomó la conversación en otra dirección, –¿Por qué necesita testigos?

–Para correr la voz de que se ha hecho justicia–, mencionó otro vampiro, pensó que se hacía llamar Alister, extraño para él, ya que normalmente no decía una sola palabra. –Después de masacrar a todo un clan.

–Benjamin, Tia, nos vamos–, interrumpió Amun mientras cruzaba la habitación, dándole a Benjamin una mirada que envió un flujo de ira por las venas de Athena.

–¿Y a dónde irán?– ella intervino, mirándolo directamente a él en lugar del lugar en el sofá en el que estaba sentada. –¿Por qué piensas que quedará contento con Alice? Que evitará que vaya tras Benjamin luego. O Zafrina o Kate o cualquiera que tenga un don.

–Su meta no es el castigo, es el poder. Es la adquisición–, agregó Edward, luego su expresión se volvió seria, mirando alrededor de la habitación a todas las personas presentes. –Quizá Carlisle no les pida que peleen, pero yo sí. Por el bien de mi familia. Y también el de la suyas. Y por su manera de vivir.

El silencio siguió al gran discurso de Edward, decenas de mentes reflexionando profundamente mientras consideraban el riesgo contra sus vidas. –Las jaurías pelearán–, Jake rompió el silencio y se puso de pie mientras continuaba, –Nunca les hemos temido a los vampiros.

Después de eso, muchas voces siguieron todas acordando estar del lado bueno. Un lado que finalmente mostraría a la gente yendo en contra de los Vulturi era posible. –Me uno a ustedes–, acordó Benjamin después de conjurar con Tia por un momento.

–No–, Amun inmediatamente no estuvo de acuerdo, mirándolo con traición escrita en su frente.

–Yo haré lo correcto, Amun–, respondió Benjamin, sin ver la sonrisa orgullosa de Athena mientras continuaba. –Tú puedes hacer lo que quieras.

WRITER IN THE DARK • JASPER HALE - TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora