ALICE, LUNA y Jasper caminaron directamente hacia los Volturi y no se detuvieron. Jasper apartó la mirada de Athena cuando se acercaron tanto que tres miembros del lado Volturi los detuvieron con fuerza. –Mi querida, querida Alice, que gusto me da verte aquí, después de todo– Aro sonrió, mirando directamente a Alice y Alice solos. Aunque su atención parecía estar la mitad de Luna y la ira reflejada en su rostro.–Tengo evidencia de que la niña no será un riesgo para nosotros– anunció, ofreciendo su mano para el don de Aro –Te mostraré–. Uno de los guardias le permitió avanzar. Quien luego procedió a abofetear a Jasper en la cara. El agarre de Rose en los brazos de Athena se fortaleció entonces, evitando que hiciera algo de lo que se arrepintiera mientras Jasper luchaba en los brazos del guardia.
Athena se deslizó en la mente de Aro y observó cómo se desarrollaba el futuro, tal como lo representaba el don de Alice. Observó con horror cómo comenzaba una batalla, matando a varias personas en un brutal homicidio involuntario. Sintió que sus ojos se agrandaban cuando deslizó el futuro en la visión, pero tuvo que contenerse físicamente para no gritar cuando cierta imagen fluía a su mente. Jasper, bajó el don de Jane hasta que fue desgarrado miembro a miembro. Su corazón se hizo añicos a pesar de que sabía que no era real. Se sentía tan real, como si realmente hubiera sucedido. Una de sus peores pesadillas cobró vida de la manera más desgarradora.
–Ahora lo sabes, ese es tu futuro–, espetó Alice, sacando su mano de la de Aro mientras la imagen de la futura batalla permanecía en su mente. Parecía horrorizado, al igual que Athena. –A menos que decidas alterar su curso–. Athena sabía, por estar todavía en su mente, que ver su propia muerte no lo había convencido. La futura muerte de la niña no cambió. Athena miró hacia atrás y asintió, sabiendo lo que había planeado y finalmente permitiéndolo.
Athena contuvo el aliento, leyéndose a sí misma por lo que estaba a punto de ocurrir. –Aro–, casi susurró, las palabras sintiéndose como veneno en su lengua. Su atención se centró en su dirección al instante, mirándola con esperanza brillando detrás de sus ojos. –Te ofrezco un trato.
–Te escuchando–, sonrió, esperando que ella estuviera a punto de ofrecerle lo único que deseaba más que la muerte de la niña 'peligrosa'.
–Solo si garantizas la seguridad de la niña y ninguno de los testigos aquí sufrirá ningún daño–, respondió ella, manteniendo la cabeza en alto a pesar de la ansiedad que la tragaba por completo.
–¿Qué obtendré?
–Bueno, primero, tu cerebro se restablecerá a la normalidad. Así que puedes alimentarte de nuevo y segundo, con gusto regresaré con los Vulturi–. Tenía que convencerse a sí misma de que era necesario, que ese era el movimiento correcto. Esa confirmación provino de Alice mirándola con una suave y temerosa sonrisa que le dijo que la visión de Renesmee y la muerte de todos los demás se había desvanecido de su mente.
–No puedes hacer eso–, susurró Benjamin con indignación, diciendo lo que estaba en la mente de todos mientras se soltaba del agarre de Rosalie en su brazo. Miró a Jasper entonces, su corazón rompiéndose en mil pedazos ante la expresión de su rostro. La impotencia y su propia angustia.
–Oh, pero ella puede–, sonrió Aro, frotándose las manos como si acabara de robar el pliegue más preciado del cosmos. –Trato–. Con eso, Athena suspiró muy suavemente y caminó lentamente hacia el otro lado. La desgana golpeaba su mente con cada paso, diciendo que era una mala idea y que no saldría como ella pensaba. Ella, a momentos de distancia de Aro, miró a Jasper y se disculpó por todo con los ojos. Enviando múltiples 'te amo' y 'lo siento' en su mente ya que ella no podía decirlos. Luego se giró, tragando saliva mientras volvía a concentrarse en la situación actual. –Jane, dame tu capa–, sonrió Aro, extendiendo su mano hacia el vampiro de cabello rubio.
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WRITER IN THE DARK • JASPER HALE - TRADUCCIÓN
FanficAthena disfrutó viendo los placeres más pequeños, hasta un simple escarabajo en la tierra. Después de todo, después de unos buenos años de vida, no podía dejar de notar las cosas más pequeñas. Las grandes cosas ya no tenían el mismo efecto. Ella sim...