60 - Enemigos

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DOS SEMANAS pasaron después de que la luna de miel de Bella y Edward llegara a su fin prematuramente. Bella había estado embarazada después de todo, confirmado por múltiples pruebas sobre las que Carlile meditó durante horas. Sin embargo, lo que no esperaban era lo rápido que se deterioraría debido al embarazo. El bulto en ella era demasiado grande para un bebé de tres semanas, parecía más como si hubiera estado embarazada durante unos buenos meses. Su rostro se había reducido de tamaño, perdiendo el brillo mortal muy pronto. Luchó por dormir, sintiendo la máxima incomodidad y el dolor del niño que crecía dentro de ella. Athena se preguntó cómo se sentiría tener algo viviendo dentro de ti, pero no se detuvo en ese pensamiento por mucho tiempo porque estaba concentrada principalmente en estar ahí para Bella. Para cualquier cosa que necesitara, ya fuera un vaso de agua o protección contra los visitantes que aún no habían ocurrido pero que definitivamente iban a ocurrir.

Athena se sentó a hablar con Bella en el sofá mientras ambas veían un programa al azar en la televisión. Bella había estado haciendo mucho de eso, para distraerse, y Athena había sido a quien acudió en busca de recomendaciones. Entonces, justo cuando terminaba la película que estaban viendo, levantó la cabeza del costado del sofá y escuchó la motocicleta que se acercaba afuera. –¿Qué es?– Bella preguntó mientras escuchaba los fuertes pasos y rápidamente leía su mente.

–Regresaré en un segundo Bells–, sonrió y luego se abrió paso a través de la sala, a una velocidad mortal.

–Escucha, solo dime las cosas directamente–, le dijo Jake a Carlisle cuando llegó al último escalón, sin que el lobo lo notara.

–¿Jake eres tú?– Bella llamó desde arriba y la cabeza de Jake se giró en su dirección, la expresión se suavizó por la preocupación ante el sonido de su voz. Cuando iba a subir las escaleras, Athena aceleró hasta el final y bloqueó el paso.

–Si tan solo rozas un dedo contra ella sin su permiso, tu cerebro se volverá papilla instantáneamente–, amenazó, acercándose a él mientras le tocaba el hombro para probar un punto. Algo en sus ojos lo asustó mucho, aunque nunca se lo admitiría a nadie. Athena era uno de los únicos vampiros de los que en realidad estaba algo asustado, tenía demasiado poder. –¿Entiendes?

Se aclaró la garganta y tragó profundamente, –Sí.

–Bien–, respondió ella, apartándose de su camino. Jake no perdió el tiempo corriendo escaleras arriba, caminando hacia donde estaba Bella sin dudar en lo que estaba caminando. Athena siguió a Jacob detrás, seguida de cerca por Carlisle y una vez que vio a Rose, ella asintió diciéndole que la amenaza había sido hecha y él entendió.

–Me alegra que vinieras–, Bella sonrió suavemente, hablando solo con Jake mientras él se adentraba más en la habitación. Bella había estado pidiendo verlo durante semanas, pero no era lo suficientemente seguro. Pero ahora, no había salida de eso en absoluto.

–Hasta ahí–, dijo Rosalie con severidad mientras se acercaba a Jake, aún manteniendo a Bella algo cubierta con su cuerpo.

–Rose, está bien– aseguró Bella y con gran desgana, Rosalie se hizo a un lado y todos los vampiros en la habitación vieron a Jake tratar de ocultar su reacción hacia ella. Hizo un trabajo bastante bueno en general, sin mirar por encima de su rostro hundido o bolsas en los ojos mientras decían hola y otras cosas. Aunque no hacía falta ser un genio para darse cuenta de que estaba tratando de averiguar qué estaba pasando.

–¿Me dirás lo qué te está pasando?– Jake preguntó eventualmente después de que su pequeña conversación llegó a un vacío y simplemente no pudo contener más su confusión y preocupación.

Bella asintió suavemente y miró a Rose, preguntando, –Rose, ¿Me puedes ayudar?– mientras se quitaba la manta de las piernas. Rose ayudó a Bella a ponerse de pie y todos una vez más vieron como Jake casi hizo una mueca, mirando su barriga que estaba terriblemente magullada y ligeramente deforme.

WRITER IN THE DARK • JASPER HALE - TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora